Basta una rápida mirada a los titulares de agencias y medios internacionales (por supuesto casi siempre privados) para darse cuenta de su peculiar manera de entender la política en Sudamérica, en el Caribe Sur en particular. Mientras que el presidente venezolano Hugo Chávez es en los titulares invariablemente un factor desestabilizador, un autócrata, un dictador, […]
Basta una rápida mirada a los titulares de agencias y medios internacionales (por supuesto casi siempre privados) para darse cuenta de su peculiar manera de entender la política en Sudamérica, en el Caribe Sur en particular.
Mientras que el presidente venezolano Hugo Chávez es en los titulares invariablemente un factor desestabilizador, un autócrata, un dictador, un peligro, su homólogo colombiano Álvaro Uribe es todo lo contrario: un hombre tranquilo y de consenso, una persona que, sin estridencias, lleva a cabo su difícil labor con entrega y abnegación. Ajá. Ni los hermanos Grimm hubieran podido inventarse un cuento más simplista y maniqueo…
Sin exagerar: Chávez es mostrado como Satanás, y Uribe como un santo. ¿No me creen? Miren cómo fueron tratados -o ignorados- los siguientes temas:
-Según Amnsitía Internacional, que en ningún caso puede acusarse de castrocomunista (lean sus informes sobre Cuba), los paramilitares colombianos son responsables «en connivencia con el Ejército, (…) de la mayoría de los homicidios de civiles, las desaparaciones y los casos de tortura en los últimos años» [ 1]. Seguro que si usted no lee medios alternativos, jamás habrá visto que alguien se haga eco de manera repetitiva de este hecho: tampoco verá en grandes titulares de esos grandes medios privados que los paramilitares pidieron o «sugirieron» (sic) [ 2] el voto para Uribe, y festejaron su victoria como propia.
Sí sabrá que Chávez, por contra, ‘amenaza’ o ‘hace peligrar’ la democracia.
-Si no busca su información con cuidado, tampoco sabrá que Uribe prohibió a las radios comunitarias emitir programas de corte político. No lo dicen las FARC, lo dice [ 3] Reporteros Sin Fronteras (que de chavistas tienen lo que Bush de intelectual).
Sí estará al tanto de que Chávez ‘cerró’ un canal de TV (canal que apoyó un golpe de Estado y que, después del dizque ‘cierre’, volvió tranquilamente a emitir por cable).
-Si no tiene algo de inquietud en buscar diversas fuentes informativas, difícilmente sabrá que durante el gobierno de Uribe han sido, de momento, asesinados más de 500 sindicalistas [ 4]. Lo vuelve a decir Amnistía Internacional, no los voceros del ELN. La mayoría de esos crímenes, a manos de los paramilitares que apoyan a Uribe, o del Ejército que lo defiende y, se supone, obedece.
Sí habrá escuchado que durante los días del fin de la concesión de RCTV, una estudiante fue asesinada supuestamente por manifestarse contra la decisión presidencial. Después se supo que fue asesinada por un asunto pasional, y algunos medios rectificaron [ 5], pero el daño ya estaba hecho.
-Si sus fuentes informativas se limitan a los llamados mass-media, probablemente no tenga dudas de la legitimidad de la última victoria de Uribe, a pesar de que el 55% de los colombianos no acudió a las urnas, según los propios datos oficiales [ 6] y de las múltiples denuncias de organizaciones de derechos humanos sobre presiones de todo tipo, sobre todo en las áreas rurales.
Sí habrá oído hablar de captahuellas, de rumores de fraude, de dudas, sospechas y demás sobre las más de diez veces que el presidente venezolano se ha enfrentado a las urnas (saliendo siempre victorioso y legitimado por organizaciones internacionales -OEA, Unión Europea, Centro Jimmy Carter…-, con altos porcentajes de participación).
La lista es larga, ustedes mismos pueden buscar datos en Internet. Verán cómo lo que se destaca como grave en el caso de Venezuela, es una travesura de niño cantor de Viena al lado de lo que se relega a un segundo plano -y es siempre infinitamente más grave- en el caso de la hermana república de Colombia.
Cuando Chávez hace alguna declaración altisonante, de inmediato palabras como ‘amenaza’, ‘peligro’, ‘derechos humanos’, ‘libertad de expresión’ saltan a los titulares. Cuando, por otra parte, algún nuevo escándalo narco paramilitar dentro del gobierno del presidente colombiano merece la atención de los medios, Uribe es el ‘sorprendido’, el ‘salpicado’… nunca se insinúa, ni por asomo, su más que posible -al fin y al cabo es el presidente- cuota de responsabilidad.
Si es su caso, pregúntese por qué usted, que se considera una persona bien informada, sabe tanto de Venezuela y tan poco de Colombia, cuando a todas luces la situación en el segundo país es mucho más dramática.
¿Por qué esta diferencia entre Chávez y Uribe en la infantil mirada de los medios internacionales sobre el Caribe Sur? Sencillo: porque mientras en Venezuela se trata de construir el socialismo, con profesores y médicos como armas, en Colombia se implanta, con la complicidad más o menos encubierta de mafiosos narcoparamilitares, motosierra y fosa común en ristre, el siempre ‘más humano’ neoliberalismo.
http://okrimopina.blogspot.com
[1] http://www.es.amnesty.org
[2] http://www.telesurtv.net
[3] http://www.rsf.org/article
[4] http://web.amnesty.org/library
[5] http://www.elpais.com/yoperiodi
[6] http://www.registraduria.gov