Recomiendo:
0

La izquierda tampoco se pone de acuerdo sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo

Fuentes: Editorial Diario

Los partidos no lograron una postura común. Con el campo, con el Gobierno y neutrales: un mapa plagado de división política. El conflicto entre el Gobierno y el campo, además de generar una profunda polarización en la población, provocó discrepancias dentro de la izquierda argentina, que estuvo lejos de unificar una postura común. La izquierda […]

Los partidos no lograron una postura común. Con el campo, con el Gobierno y neutrales: un mapa plagado de división política.

El conflicto entre el Gobierno y el campo, además de generar una profunda polarización en la población, provocó discrepancias dentro de la izquierda argentina, que estuvo lejos de unificar una postura común.

La izquierda suele caracterizarse por ramificarse en diferentes partidos que aunque tengan una base teórica común difieren sobre cuestiones de coyuntura. Esa división volvió a quedar evidenciada de manera muy fuerte tras la intención del Gobierno de implementar retenciones móviles a la soja y la posterior resistencia del campo.

Un sector de la izquierda se ubica cerca del Gobierno y apoya las retenciones móviles como una herramienta para distribuir la riqueza, otro sector respalda el pedido de los productores rurales y no cree que el Poder Ejecutivo quiera dividir la ganancia, y otros partidos de izquierda aseguran no estar «ni con el Gobierno ni con el campo».

Cerca del campo

Esta postura de la izquierda es la más cuestionada e incomprendida, porque desde adentro del propio partido se la acusa de defender lo que siempre combatió: un Estado que no interviene en la economía de mercado y que defiende los intereses de un pequeño sector en desmedro de la población con menores recursos.

Vilma Ripoll, dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores MST- Nueva Izquierda, apoyó desde el comienzo del conflicto al sector rural, pero en diálogo con Perfil.com aclaró que su lucha es al lado de los pequeños productores y no de la Sociedad Rural.

» Apoyamos a los pequeños productores, que son quienes el Gobierno tiene que defender, porque si no se quiebran los pueblos del interior y el país entero. Las retenciones tienen que ser diferenciales, progresivas para que paguen menos los que menos tienen», sostuvo.

Ripoll además pidió que se implemente «impuesto a las ganancias progresivas, reducción del IVA y terminar con los privilegios de las empresas exportadoras». También subrayó que «el Gobierno no distribuye nada la riqueza» y que «eso es una mentira».

Desde la izquierda, además apoyan al sector rural el Partido Comunista Revolucionario, que consideró que las retenciones son «medidas confiscatorias» y el mediático Raul Castells, dirigente del MIJD, también se ubicó cerca del campo y hasta instaló una carpa frente al Congreso a favor de los ruralistas.

Cerca del Gobierno

Algunas agrupaciones de izquierda se mostraron a favor de las retenciones móviles, porque entienden que traerá mayor equidad y beneficiará a los sectores con menores recursos. El dirigente de la Federación Tierra y Vivienda, Luis D’Elía, formaba parte de la izquierda, pero desde que el kirchnerismo asumió el poder se volvió oficialista, y no dejó de apoyar todas las medidas oficiales, incluidas las retenciones móviles.

El Partido Humanista había levantado una carpa frente al Congreso para manifestarse a favor del Gobierno. Lía Méndez, dirigente del PH, aseguró a Perfil.com que «las ganancias ilimitadas no son posibles, por eso apoyamos la redistribución de la riqueza».

» Rechazamos el modo extorsivo del campo y el perjuicio que generó a la población con sus medidas. Nosotros impulsamos un modo no violento, y el campo fue desestabilizador al provocar el caos social», dijo Méndez.

El Partido Comunista aclara que tiene diferencias con el Gobierno, pero apoya las retenciones móviles. Patricio Echegaray, dirigente del PC, sostuvo en comunicación con Perfil.com: «Estamos contra la derecha y la forma brutal en que se montó en el conflicto y por la distribución de la riqueza.. Las retenciones son una política correcta, porque lo que se defiende es el derecho del Estado a intervenir en la economía» y asegura que es necesario diferenciar entre los pequeños y los grandes productores.

Al lado del oficialismo, también se mostraron las agrupaciones Frente Barrial 19 de Diciembre, el Movimiento de Unidad Popular, Libres del Sur, Barrios de Pie y el Movimiento Evita de Emilio Pérsico.

Ni con el Gobierno ni con el campo

Esta postura tal vez sea la que más adherentes tiene dentro de la izquierda. Aunque los que apoyan al Gobierno, la acusan de «hacerle el juego a la derecha».

Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero, aseguró en declaraciones a Perfil.com: «Denunciamos al campo y al Gobierno y planteamos una alternativa de los trabajadores. Este es un conflicto entre capitalistas que pelean por la captura del beneficio. El Gobierno no aplica las retenciones para distribuir ingresos, si no para subsidiar a los grandes grupos».

Altamira dice que las retenciones sólo sirven para «expulsar al pueblo» y agrega: «Los pequeños productores reclaman lo mismo que los grandes. Las retenciones son aplicadas por un sistema capitalista para beneficiar a otros capitalistas, es funcional».

Para el campo, Altamira también tiene críticas: «Son dos mil grupos que producen el 80% de la soja, mientras tanto explotan a los trabajadores en negro».

Está posición, que no se ubica ni cerca del Gobierno ni del campo, es compartida por el Partido del los Trabajadores Socialistas, que en un comunicado expresó: «Los millones de dólares que recaudó el Estado nacional desde que asumieron los Kirchner no fueron para darles leche y alimento a los millones de pibes que están bajo el nivel de pobreza».

Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, había afirmado en una entrevista con Perfil.com que «el Gobierno miente con las retenciones, pero la Sociedad Rural es una profunda enemiga de los intereses del pueblo».

También se suman a esta posición el Movimiento al Socialismo (MAS), el Frente Darío Santillán y el Bloque Piquetero Nacional.