Aunque sea una campana aislada y solitaria no resulta para nada extraño que el Gobierno y los medios israelíes traten de justificar ante su población lo injustificable y que acudan a los más falaces y hasta pueriles argumentos para tratar de contrarrestar la, aunque todavía tímida, reacción mundial ante la desmedida actitud bélica de Israel […]
Aunque sea una campana aislada y solitaria no resulta para nada extraño que el Gobierno y los medios israelíes traten de justificar ante su población lo injustificable y que acudan a los más falaces y hasta pueriles argumentos para tratar de contrarrestar la, aunque todavía tímida, reacción mundial ante la desmedida actitud bélica de Israel en los recientes acontecimientos.
Ha sido tan evidente y tan flagrante la acometida israelí en aguas internacionales que resulta casi imposible encontrar explicaciones sin caer como ha sucedido a los gobernantes y a la prensa israelí en expresiones de una ingenuidad que no sólo los coloca al borde del ridículo sino que muestra además un increíble menosprecio por la capacidad intelectual y el sano juicio de sus connacionales.
Reconocer, por ejemplo, que la armada israelí abordó una nave y que sus intrépidos soldados (aunque no lo digan tan literalmente) fueron «atacados con palos y cuchillos» (Ayalón, viceministro de Relaciones exteriores, dixit) por temibles guerrilleros dispuestos a disputarle la «soberanía» a su país, (según el Ministro Lieberman) resulta tan ingenuo que si no fuera por el terrible dolor provocado, estaría esperando la pluma de algún narrador de insólitas aventuras para transformarlo en un «best seller» infantil.
Por otra parte ¿qué otra cosa es la conflictiva situación que con declaración de guerra o sin ella mantiene sometida a la población palestina, y no sólo en la Franja de Gaza, para amenazar con una «guerra futura»? ¿Qué otra cosa son los reiterados bombardeos, el bloqueo y los controles permanentes que impiden a los ciudadanos palestinos trasladarse libremente en su propio país? Creo que se trata de un pueblo, de una comunidad sitiada y eso en mis libros desde los tiempos bíblicos, Jerusalén lo sabe bien, es parte de una guerra de ocupación en la que el asedio lo lleva a cabo el agresor y no el agredido, a la espera de vencerlo por muerte o por inanición.
Leyendo las crónicas periodísticas jerosolimitanas hay mucha tela para cortar, pero sólo voy a referirme a una más que por lo insólita merece ser destacada: en su conversación con el Secretario General de las Naciones Unidas el ministro de Asuntos Exteriores de Israel se quejó de la «hipocresía internacional» otro concepto que desde nuestro punto de vista es acertado pero de sentido opuesto al que pretendía aludir el ministro, porque precisamente son muchos los años en los que la comunidad internacional ha ignorado hipócritamente la irregular y criminal conducta israelí. ¿O acaso no es cierto que todos los gobiernos del mundo, salvo algunas raras excepciones, han tolerado reiteradamente y sin chistar el incumplimiento por parte de Israel de todas las Resoluciones de las Naciones Unidas, la ocupación de territorios palestinos, la construcción del ominoso muro que ha dividido a los mismos palestinos? ¿Y no hay acaso demasiadas pruebas de que pese a toda esa conducta inmoral e inhumana, la mayor parte de los países del orbe han seguido comprándole sus productos, vendiéndole armas, transfiriéndole tecnologías y admitiendo a Israel en todos los Foros internacionales, amén de otras ayuditas del gigante del Norte? No es exactamente esa la hipocresía a la que se refiere el gobierno israelí, ciertamente, pero esa es exactamente la clase de hipocresía que la comunidad internacional tendría que abandonar urgente y definitivamente.
Pero dejemos que sean los lectores quienes juzguen por sí mismos estos comentarios y reflexionen, si cabe, sobre el tañer de esa otra campana
Extractos del periódico «The Jerusalem Post» del 01 de junio de 2010
Preparativos de «guerra»
Israel utilizará mayor cantidad de fuerzas la próxima vez que haya buques que intenten quebrar el bloqueo marítimo de la franja de Gaza, dijo un representante de la marina, el miércoles.
«Abordamos la nave y fuimos atacados como si se tratara de una guerra» declaró el oficial. «Esto significa que en el futuro deberemos actuar como si estuviésemos en guerra». Tales comentarios siguieron a la operación de la marina israelí sobre la flotilla de navíos de ayuda internacional que se dirigía a Gaza. Nueve activistas resultaron muertos y decenas heridos durante los violentos enfrentamientos que tuvieron lugar en el buque Marmara.
Greta Berlín, del movimiento «Gaza Libre», declaró el martes temprano que un buque estaba en camino a desafiar el bloqueo israelí sobre la franja de Gaza. Un segundo navío con varias decenas de pasajeros se agregaría luego.
600 activistas detenidos en las cárceles israelíes
Unos 60 pasajeros de la flotilla anclada cerca de Gaza fueron detenidos en la noche del lunes y en el amanecer del martes y trasladados ala prisión de Ela en Beersheva. Otros 130 se les deberán reunir aún.
A lo largo de la investigación las autoridades decidirán cuáles activistas deberán ser expulsados y cuáles mantendrán como detenidos. Según la radio israelí la mayor parte de las personas deberían ser expulsadas.
En la madrugada del martes 45 activistas fueron trasladados al aeropuerto de Ben Gurion para volver a sus países de residencia. Otros tres esperan un avión. Entre ellos el líder de la rama Norte del Movimiento islámico, el Sheikh Raëd Salah, que había declarado -falsamente- a los medios que estaba herido. La diputada árabe israelí Haneen Zoabi también fue detenida aunque luego de contestar las preguntas de las autoridades fue liberada.
Ayalon: «¿Qué clase de activistas pacíficos portan cuchillos?»
El viceministro de Asuntos Extranjeros Danny Ayalon habló el martes ante un grupo de defensores de Israel procedentes de 40 países. En relación con los acontecimientos del martes en que rodearon la flotilla y a la operación sobre el buque Mavi Marmara declaró: «No tenemos que disculparnos por habernos defendido»
Para él Israel no debe excusarse por haberse defendido y agregó «¿Qué clase de activistas pacíficos son los que se arman con largos cuchillos y barras de metal y tratan de matar?»
«Los organizadores (responsables de la flotilla) declararon abiertamente en varias ocasiones que llevar ayuda humanitaria no era su principal objetivo. Vemos hasta qué punto ha sido así», destacó Ayalon.
Gaza: Israel se pronuncia
El Primer Ministro regresó el martes. Benjamín Netanyahu decidió suspender su viaje a los EEUU en donde era esperado luego de su estancia en Canadá, para encontrarse con el presidente Barak Obama, debido a los enfrentamientos mortales que se desarrollaron entre la marina israelí y los activistas del grupo «Gaza Libre» a lo largo de la franja costera, el lunes por la mañana.
Sin embargo Netanyahu y Obama se comunicaron telefónicamente. El presidente usamericano hizo saber al Primer Ministro que comprendía su decisión de suspender su programado encuentro. Netanyahu habló también con el primer ministro briánico David Cameron que «lamentó la perdida de vidas humanas» en los incidentes y le «reiteró igualmente el compromiso de Gran Bretaña con la seguridad israelí». Cameron exhortó igualmente al Estado israelí «a responder de manera constructiva a las críticas legítimas que se le han formulado con relación a estos actos» y exhortó igualmente al Gobierno israelí «a hacer todo lo posible para que una situación tan inaceptable no vuelva a repetirse» antes de exigir que el bloqueo impuesto sobre la franja de Gaza no sea levantado por razones humanitarias.
Lieberman condena «la hipocresía» de la comunidad internacional
El Ministro de Asuntos Exteriores israelí se refirió igualmente al tema del enfrentamiento del lunes en una discusión con el secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon. Avigdor Lieberman recordó que 500 personas en todo el mundo habían encontrado la muerte durante incidentes violentos registrados en el mes de mayo, mientras que Israel es el único país sobre el cual se centra la atención internacional, aunque se trata de una situación en la que el Estado hebreo actuó en legítima defensa.
La «hipocresía» que muestra la comunidad internacional con relación a Israel es lamentable, estimó el ministro. Los activistas de «Gaza Libre» enfrentaron a la marina israelí con barras de hierro y cuchillos, con evidente intención de enfrentar la soberanía israelí, agregó.
El jefe de la diplomacia israelí hizo también un llamado a las Naciones Unidas -que han escogido hacer una investigación «imparcial» sobre el suceso- para que distingan entre los verdaderos «defensores de la libertad» y los simples terroristas como los que se encontraban a bordo de los buques interceptados por el Tsahal.
A no comparar Israel con Hamás
La dirigente Kadima Tzipi Livni ha sostenido los mismos «principios» que los soldados israelíes. Principios que «permanecen invariables… aun cuando abordan un navío en el que son violentamente atacados y prácticamente combatidos a muerte» ha dicho Livni condenando además las reacciones de la comunidad internacional Y ha agregado que es imposible comparar la actuación del Estado hebreo con la de Hamás «Comprendo las expresiones personales de dolor pero ninguna democracia del mundo puede comparar a los asesinos con un Estado que se defiende»
«Israel es un país pequeño y debe protegerse» declaró igualmente el Ministro de Finanzas Youval Steinitz. «No teníamos ninguna otra alternativa. Está muy claro que la verdadera misión de la flotilla no era transferir bienes humanitarios -que podrían haber sido entregados muy bien a través del puerto de Ashdod. La misión se proponía romper el bloqueo. Es cierto que es un bloqueo imperfecto, pero es esencial. Es necesario comprender que su ruptura abriría las puertas al terrorismo y a los ataques de misiles domésticos hacia Israel. «Un millón de toneladas de alimentos y de diversos equipamientos se enviaron el año pasado a la Franja de Gaza, recordó el Ministro.
Traducción de los textos periodísticos: Susana Merino
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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