El gobierno de Qatar acelera los planes para vender la televisora Al Jazeera, en lo que parecería ser una concesión a la intensa presión de Estados Unidos sobre su cobertura informativa, reveló el pasado día 30 el diario The New York Times. «Recientemente hemos agregado nuevos miembros a la mesa editorial de Al Jazeera, y […]
El gobierno de Qatar acelera los planes para vender la televisora Al Jazeera, en lo que parecería ser una concesión a la intensa presión de Estados Unidos sobre su cobertura informativa, reveló el pasado día 30 el diario The New York Times.
«Recientemente hemos agregado nuevos miembros a la mesa editorial de Al Jazeera, y una de sus tareas es explorar la mejor manera para venderla», dijo al rotativo un funcionario qatari, cuya identidad no fue revelada.
El diario apuntó que la decisión por el pequeño emirato en el Golfo Persico, uno de los principales aliados de Estados Unidos en el Medio Oriente, perecería responder más a razones económicas que políticas.
Dijo que el presupuesto del año pasado fue de 120 millones de dólares, de los cuales 40 millones correspondieron a un subsidio del gobierno, debido a que los ingresos por publicidad han caído, de acuerdo a Ahmed Sheik, Jefe de Noticias de la televisora.
«Nos sentimos ofendidos de que la popularidad de Al Jazeera no esta siendo recompensada con la publicidad que merece», señaló al diario Jihad Ballout, vocero de la televisora.
La razón de ello, de acuerdo con Ballout, descansa en el descontento que el trabajo que Al Jazeera ha generado en otros países de la región como Egipto, Arabia Saudita, Irán e Irak, de donde sus corresponsales fueron expulsados en agosto pasado.
«Las familias de comerciantes que controlan el Golfo Pérsico sienten que no pueden sostener sus posiciones si no son parte del status quo», dijo Ballout, aludiendo el temor de estos a represalias por parte de sus gobiernos, si se anuncian en la televisora.
Con una audiencia cuyo rango oscila entre los 30 millones y 50 millones de telespectadores, Al Jazeera se ubica ahora como la cadena televisora de noticias que domina el mundo árabe.
Su trabajo ha sido denunciado por estos gobiernos, pero en especial por Estados Unidos, donde con frecuencia sus corresponsales han enfrentado represalias abiertos y sutiles.
Tras la invasión de Irak, sus corresponsales fueron negados credenciales para cubrir la Bolsa de Valores de Nueva York, además de lo cual la Casa Blanca les ha negado acceso al presidente George W. Bush y el Vicepresidente Dick Cheney.