Que una de las grandes batallas actuales se da en la información ya no es un secreto para nadie. La jornada de movilización del 29S fue para unos (sindicatos) un éxito; para otros (patronal), un fracaso; para otro de los implicados (el gobierno), no sabe, no contesta. Pero hay un cuarto implicado, la prensa, que […]
Que una de las grandes batallas actuales se da en la información ya no es un secreto para nadie. La jornada de movilización del 29S fue para unos (sindicatos) un éxito; para otros (patronal), un fracaso; para otro de los implicados (el gobierno), no sabe, no contesta. Pero hay un cuarto implicado, la prensa, que se posicionó claramente a favor de la patronal condenando la huelga general desde el principio de la jornada al fracaso (si no antes con sus arengas desmovilizadoras).
Medios de comunicación como Diagonal, Rebelión, Kaosenlared, La Haine o Nodo 50 realizaron un despliegue informativo elogioso, con sus corresponsales a pie de piquete en prácticamente todas las grandes ciudades del estado. La información de lo que sucedía fluyó por la red durante toda la jornada. Pero el lector también se podía informar en las webs de los medios generalistas que se limitaron a reproducir notas de prensa, a editorializar sobre el fracaso de la huelga y a destacar los incidentes frente a la gran movilización de trabajadores que, realmente, fue lo más noticioso de la jornada.
El País informa en su crónica de la jornada que «la huelga fue desigual pero importante. Metro de Madrid, que funcionó a medio gas pero funcionó, iba medio vacío en hora punta. Casi no hubo autobuses. El tráfico fue el de un festivo. Las grandes fábricas, los grandes mercados, algunos puertos como el de Valencia, pararon. La SEAT de Martorell dejó de fabricar 1.700 coches según la empresa. Ciudades como la industrial Vigo vieron parar la Citröen, los almacenes de Indixet también pararon y en muchas ciudades como Sevilla hubo grandes manifestaciones que remató la de Madrid».
«Los medios», continua la crónica, «siempre simbólicos, también sufrieron la huelga. Telemadrid no emitió en todo el día. Tampoco Canal Sur. Como TVE en la mítica huelga de 1988. La cadena pública, además de los telediarios pactados, emitió programas enlatados y películas antiguas»… «Los periódicos, con ediciones muy limitadas y un importante porcentaje de periodistas en huelga, apenas llegaron a los kioskos. Las tiendas, en su mayoría, si abrieron pero hubo poca actividad».
El editorialista de El País, sin embargo, no parece haber leído la crónica de su corresponsal ya que, bajo el titular «Llamada a la reflexión» califica la jornada de lucha de discreto éxito justificándola en unos «servicios mínimos generosos con los intereses sindicales». Su apoyo a las reformas del gobierno se manifiesta en la frase «…no recibió la ciudadanía un mensaje contrario a su política económica». Y basa su impresión del fracaso de la huelga general en el consumo de energía eléctrica «como el indicador más fiable» (sin duda no hizo caso del informe de CCOO sobre la manipulación de datos en la estimación del consumo de energía eléctrica para ese día). Para el grupo PRISA, los sindicatos «no pueden reclamar la eliminación de la Reforma Laboral» y «los sindicatos tendrán que aceptar la negociación y la colaboración» advirtiéndoles de que «no tendrá credibilidad la convocatoria de una segunda huelga general».
Con este portavoz, para qué necesita el gobierno entrar en la guerra de datos. Aunque, eso sí, no sabemos qué pensarán los trabajadores de la empresa PRISA, aunque la crónica sí que nos deja intuir las diferencias entre la realidad de la jornada y los intereses empresariales que son los que priman a la hora de editorializar.
El Mundo da voz al invitado de piedra del conflicto, la derecha. Para este diario, más importante que los análisis de los sindicatos o el gobierno es el análisis del Partido Popular que en boca de Esperanza Aguirre titula en su edición de Madrid: «La huelga fue un desastre y la mayoría de los madrileños trabajaron». Sí que reconoce que «el 29S culminó con una marcha multitudinaria por Madrid» pero en ningún momento se pregunta cómo la poca incidencia, según su opinión, de la huelga se corresponde con la multitudinaria marcha, lo que hace pensar que muchos manifestantes de la tarde no pudieron parar por la mañana debido a la coacción de la patronal sobre muchos trabajadores.
También da El Mundo voz a Mariano Rajoy para quien «la huelga es un fracaso de los sindicatos y un fracaso del gobierno», dando la impresión de que el líder de la oposición, en su análisis de la jornada, se dedica a disparar a todo lo que se mueve. Y a Francisco Granados (consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid) que lo único que busca es identificar y sancionar a los trabajadores de la EMT. Curiosa es la interpretación de la reacción del mundo de la prensa: para El Mundo, «la prensa imprime ediciones reducidas» (indicador de que los trabajadores secundaron la huelga) «y distribuye ejemplares pese a los piquetes» (criminaliza a quienes la secundaron).
Pedro J. Ramírez, en sus dos minutos de video diarios, sentencia: «España no ha parado».
Para La Razón, lo más importante de la jornada de huelga el su abultada factura, «2.100 millones de euros» que se podían haber dedicado a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado. Para este medio, «fracasa la huelga general de los piquetes» y «no se consiguió parar el país pese que los piquetes se emplearon con violencia» justificando de paso los 8 disparos de un policía en una empresa de Getafe ya que «el policía tropezó y efectuó 8 disparos».
Para este medio, la jornada se caracterizó por las «barricadas, tensión y cócteles molotov», informando casi exclusivamente de los incidentes y no de las movilizaciones de los trabajadores. Se arroga que los vecinos de Madrid estaban contra la jornada de huelga con el titular «Madrid ganó la batalla» sin tener en cuenta el medio millón de manifestantes de la tarde y pone como ejemplo la actitud de la presidenta de la Comunidad respecto a la huelga: «Huelga a la japonesa de Aguirre» por su actividad durante todo el día en diferentes puntos de la CAM. Ahora, ser esquirol se denomina hacer huelga a la japonesa.
Público es de los pocos medios españoles que apoya la jornada de huelga general y saca su edición del jueves día 30 con las declaraciones del secretario general de UGT, Cándido Méndez: «La huelga general ha roto la barrera del sonido» y explicando que el seguimiento de la huelga supones que «los ciudadanos dan un aviso al gobierno».
También informa del cierre de la jornada con «una marcha masiva en Madrid» así como de los cierres del comercio en la céntrica Gran Vía y la marcha ciclista que la policía trató de interceptar y su presencia en la carrera de San Jerónimo, frente al Congreso de los Diputados mientras los representantes electos, algunos de ellos militantes de UGT y CCOO, se comportaban como esquiroles en día de huelga.
Gara publica un largo artículo en el que destaca el ofrecimiento de diálogo de Zapatero a CCOO y UGT tras la jornada de huelga y la enmarca en la jornada de lucha europea y la multitudinaria manifestación de trabajadores en Bruselas.
En su editorial incide en la baja incidencia de la huelga en Euzkadi por la propia dinámica sociolaboral del territorio así como aprovecha para criticar a CCOO y UGT porque, hasta estos momentos, han estado de acuerdo con la política económica del gobierno de Zapatero.
Pero no son solo los grandes medios quienes toman posición frente a la huelga general. Veamos los titulares de varios medios de comunicación de diferentes ciudades españolas:
Diario de Ávila: «Huelga a medio gas». «Paro en la industria por la acción de piquetes y escasa incidencia en el resto»
Diario Burgos: «Huelga general en industria y transporte pero mínima en servicios y administración»
Diario de León: «La huelga tropieza con el carbón«
La Crónica: «Los mineros dejan en evidencia la huelga con el triple de manifestantes con 24 medidas para la igualdad»
El Mundo de León: «El 29-S de León fue minero»
Diario Palentino: «Los sindicatos paralizan las grandes industrias en un día sin incidentes de gravedad»
La Gaceta de Salamanca: «Petardazo de la huelga, pese a los piquetes»
El Adelantado de Salamanca: «La presión de los piquetes sindicales no rompe la normalidad en Salamanca»
Tribuna de Salamanca: «La violenta actuación de los piquetes marca la jornada de paro en Salamanca»
Heraldo de Soria: «Soria vive una huelga a medio gas y sólo Ólvega paraliza su actividad»/ «Un millar de personas se manifiestan tras un día sin incidentes»
El Día de Valladolid: «Los piquetes solo paran la industria en una tensa jornada de huelga»
El Mundo-Diario de Valladolid: «La calle da la espalda a una huelga que sólo triunfa en la gran industria»/ «La protesta minera se desliga de la huelga y logra más apoyo social»
El Norte de Castilla: «La huelga menos general»
20 minutos Castilla y León: «La huelga contenta a sindicatos y Gobierno»
La Opinión-El correo de Zamora: «Más ruido que huelga/ «Los sindicatos esperan ahora la rectificación del Gobierno»
ABC: «Fracaso general»
La Razón: «Fracaso de la huelga borroka»/ «La patronal cifra en el 4% y los sindicatos en el 72%»
La Gaceta: «Estrepitoso fracaso del intento de huelga de Zapatero, Toxo y Méndez«
En la prensa internacional también se menciona la huelga en el estado español. Así, para la agencia Reuters, «la huelga general logra un impacto desigual por sectores». Da cabida a las valoraciones sindicales (alta participación), las esquivas explicaciones del gobierno, las declaraciones de la patronal para quienes no ha habido jornada de huelga y la opinión de la oposición del PP que de lo que mas se preocupa es del coste económico en tiempos de crisis. En uno de sus apartados cuestiona la credibilidad de los sindicatos pero, sin embargo, si que reporta de las manifestaciones alternativas y de los «aislados incidentes«.
Notas como las de la agencia Reuters son tomadas por muchos medios extranjeros para informar de sucesos donde no suelen contar con corresponsales o enviados especiales.
El periódico francés Le Monde, por ejemplo, sí que informa de la jornada con un corresponsal y titula, «Los sindicatos califican [la huelga] como éxito democrático» en un pequeño artículo dentro de la sección Europa. Incide en la guerra de cifras sobre el seguimiento informando de la acción de los piquetes y de las manifestaciones en las principales ciudades.
Actitudes diferentes toman medios foráneos como La Jornada de México y Página 12 de Argentina. Para los mexicanos, «Concurren millones de trabajadores en movilizaciones y paro general en España» como una fotografía de la manifestación de Madrid. Informa del dato de seguimiento dado por los sindicatos, 10 millones de trabajadores, y como Zapatero ha pasado «de prometer que la crisis no afectaría a la política social a aprobar un duro plan de ajuste». Continúa con notas sobre la paralización de la industria, el transporte público, los aeropuertos y las estaciones de tren (como reconoce el ministro Corbacho) y de las manifestaciones de Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Vigo, Valencia…
El medio argentino Página 12 titula su nota dedicada a España como «Paros, incidentes y movilización en España» dando tanto los datos aportados por los sindicatos, la patronal y el gobierno así como por sectores y territorios.
Los trabajadores tenemos que tomar nota de la función que ejercen la mayoría de los medios de comunicación en favor de los intereses patronales. Intereses que se reflejan en que estos medios han destacado la jornada posterior a la huelga general no solo el fracaso de la huelga sino la violencia de los piquetes, los incidentes con la policía, los heridos y detenidos o la necesidad de la contundencia contra los trabajadores para garantizar el derecho al trabajo. Derecho del que, precisamente, no se han acordado los 364 días restantes del año. Del derecho a la huelga, de la represión policial, de la presión sobre los trabajadores en precario para no secundar la huelga por parte de los empresarios, de la contextualización de la protesta en la progresiva pérdida de derechos de los trabajadores, de las propuestas alternativas para salir de la crisis… nada de nada
Y para anecdótico, pero tremendamente trascendental si es publicado, el baile de cifras sobre la manifestación de Madrid que para los sindicatos fue de medio millón de personas, 40.000 para la policía municipal y de ¡17.228! para la empresa Lynce, contratada por la agencia EFE y cuyos datos son publicados por El Mundo. Esta empresa calculó el número de asistentes mediante un complicado programa informático y la realización de 850 fotografías desde zonas elevadas y a ras de suelo. Eso sí, los datos facilitados por esta empresa tienen un margen de error al alza del 15%, que podría elevar el número de asistentes a la marcha hasta 19.812.
En fin, siempre nos quedará la profesionalidad de los trabajadores de Canal Sur, Onda Madrid o Telemadrid que mantuvieron la pantalla y los micrófonos «en negro» durante toda la jornada. Excepto en este último medio durante la transmisión de un partido de fútbol a última hora de la tarde y porque, según nota del gobierno regional, un trabajador no secundó la huelga. Ya conocemos el resto de trabajadores quién fue el esquirol que cantó los goles.
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