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La reforma laboral ya empezó

Fuentes: Red Eco Alternativo

El fantasma de la reforma laboral de Brasil ha puesto sobre el debate lo que pueda suceder en Argentina. La propia CGT sacó un documento en el que denunció intentos por parte del gobierno de avanzar por un camino similar. Sin embargo, Julia Egan, miembro del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales, opina […]

El fantasma de la reforma laboral de Brasil ha puesto sobre el debate lo que pueda suceder en Argentina. La propia CGT sacó un documento en el que denunció intentos por parte del gobierno de avanzar por un camino similar. Sin embargo, Julia Egan, miembro del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales, opina que en Argentina la reforma laboral ya empezó.

La socióloga Julia Egan afirmó, en una entrevista realizada por Red Eco, que el gobierno de Mauricio Macri ya viene avanzando en algunos aspectos de la reforma que no es una general al estilo Brasil o Francia sino que se va dando por partes, en lo que ella denomina reforma «molecular».

«Esta estrategia le evitaría tener que enfrentarse a las complicaciones políticas y sociales que se podrían dar si el gobierno encarase, por ejemplo, una reforma a la Ley de Contrato de Trabajo o de la jornada laboral. Sería complicado, planteándose un frente tan amplio, hacerla pasar por el Congreso y generaría un impacto político y social muy grande. Con esta estrategia de hacer una reforma ‘molecular’ el gobierno se ahorra todos esos posibles costos. El gobierno en general pretende dividir frentes, atacar frentes chicos uno por uno porque la clase obrera argentina, históricamente, más allá de situaciones coyunturales, tiene una tradición organizativa mucho más fuerte que por ejemplo Brasil. Tiene una lucha de historia sindical muy importante», detalló la integrante del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS).

Para Egan, quien investiga en este Centro sobre las condiciones de trabajo en Argentina de los costureros en particular y de la coyuntura laboral en general, esta reforma ‘molecular’ ya se viene implementando fundamentalmente a partir de tres elementos:

1-La caída del salario real con el mecanismo de firmar paritarias por debajo de la inflación, que se suma al atraso salarial que viene desde hace varios años.

2-La renegociación de convenios colectivos de trabajo.

3-La disminución de los costos por accidentes de trabajo y, por lo tanto, disminución de inversión en seguridad e higiene (laboral).

A eso se agrega la reforma jubilatoria de la que se está hablando en estos días (ver ¿Qué le recomendó hacer con las jubilaciones el FMI al gobierno de Macri? )

Paritarias: Es el interés de los empresarios pagar menos salarios

Esta es la idea central que motoriza las intenciones en las negociaciones paritarias por parte del gobierno y de los empresarios.

«La cuestión acá es cómo las direcciones sindicales se han plegado de forma unánime a avalar todas las firmas de las paritarias por debajo de la inflación y así disminuir el salario real de los trabajadores. Lo que pudimos analizar de las negaciones paritarias es que a fin del año pasado se hablaba de que Macri iba a imponer el techo del 18%, después cuando se inició la ronda de negociaciones el techo se puso en el 20%, y si vemos los acuerdos más importantes (nosotros relevamos alrededor de 35 ramas de la economía) lo que se ve es que los acuerdos se cerraron entre el 20 y el 22%», detalló la Becaria del CONICET.

«Ahí hay una clara alianza de las direcciones sindicales con el gobierno y las empresas para que los salarios sigan siendo bajos y pierdan poder adquisitivo en términos reales. Al trabajador le significa menos plata en el bolsillo, comprar menos alimentos, menos ropa, dificultades para pagar la vivienda y a los empresarios, un ahorro», agregó.

Vaca Muerta: antecedente para renegociar nuevos convenios colectivos

En la entrevista de Red Eco, la socióloga presentó al acuerdo de Vaca Muerta como un antecedente que el gobierno pretende que se tome como modelo. «Es con este acuerdo que se empieza a introducir algo que Macri mencionó públicamente varias veces y que es su preocupación por actualizar los convenios ya que según él (los actuales) están obsoletos pensando cómo se dan las relaciones productivas en la actualidad».

Repasando lo que significó este acuerdo de los petroleros de Vaca Muerta (ver Flexibilización laboral en Brasil: ¿también en Argentina?), Egan recordó que «en el acuerdo de Vaca Muerta básicamente lo que se pactó es un aumento de la jornada laboral y el aumento de la intensidad del trabajo. A lo que se apunta es a disminuir tiempos muertos, descansos. Se introduce la polivalencia que es básicamente legalizar que un trabajador pueda hacer diferentes tareas independientemente de la categoría que está fijada en el convenio y también se incorporan cláusulas de productividad. Ese es el modelo que el gobierno quiere extender a todos los convenios. De hecho, manifestó su intención explícitamente de replicar el convenio de Vaca Muerta en varias ramas».

Luego de este acuerdo, Egan recordó que «se extendieron condiciones de trabajo similares al gremio de marítimos que ya las está negociando; y con el acuerdo en automotrices también se avanzó en este sentido. El caso quizás más impactante recientemente es el de trabajadores estatales a los que se les introdujeron pautas de productividad y de presentismo».

Claro está que todas estas modificaciones apuntan a la necesidad que tiene el capital de reducir los costos laborales. El aumento de la cantidad de horas no necesariamente debería darse como en Brasil que se incrementaron las horas legales a 12 diarias de trabajo. Hay otras formas para que el trabajador labore y produzca más en menos tiempo de trabajo.

«Cuando reducís descansos, reducís tiempos muertos porque reorganizás el trabajo de otra manera, lo que estás haciendo es aumentar la jornada laboral. Y aparte le exigís al trabajador que trabaje más fuerte; ahí entran también las cláusulas de productividad, cómo vos estimulás el salario a partir de, básicamente, una pauta productiva. Y más en situaciones como éstas donde el salario real baja y no baja solo ahora sino que tiene una tendencia histórica que muestra que en los últimos 30 años bajó un 40%. Entonces en este marco vos le decís al trabajador que cuanto más produzca más va a ganar y, desde ya, por una cuestión de necesidad, se va a sentir ‘estimulado’ a explotarse más a si mismo».

Las reformas de las leyes de accidentes de trabajo, disminuyen los costos laborales

«La ley de ART viene siendo modificada en los últimos 20 años, en el sentido de ser siempre menos beneficiosa para los trabajadores. La modificó el menemismo, el kichnerismo (Empresarios y ART…agradecidos!) y el macrismo (Ley de Riesgos de Trabajo: otra vez a favor del capital) para restringir la posibilidad de que los trabajadores reclamen judicialmente y tengan mayor beneficio por lo que, en definitiva, es la responsabilidad del empresario que es que se trabaje en buenas condiciones y se esté seguro en el lugar de trabajo», explicó la integrante del CEICS.

Las reformas apuntan a correr el reclamo del fuero laboral al fuero judicial donde, explicó Egan, «las causas no son evaluadas por el personal pertinente y crean miles de instancias administrativas antes que el trabajador pueda hacer efectivamente una denuncia, se multiplican las comisiones médicas (que fue uno de los aspectos de la reforma menemista), que están integradas por médicos que se encargan de evaluar si un accidente de trabajo es tal y el grado de incapacidad que un trabajador tiene por ese accidente. Y estas comisiones médicas, desde el menemismo, actúan siempre, independientemente de que los trabajadores no elijan ir a una instancia judicial».

Y ahora ¿qué?

Si ya se viene trabajando en estos tres puntos y si la actual idea de reforma ‘molecular’ ya viene avanzando, le preguntamos a Julia Egan cuál sería la iniciativa que pudiese abordar este gobierno respecto a la nombrada reforma laboral que, aparentemente, no sería como la de los años 90. Recordemos que en esos años se legalizaron los llamados contratos basura con pérdida de beneficios laborales para los trabajadores y que además se instauró la rebaja de los aportes patronales en materia previsional, que luego permaneció vigente durante todos los gobiernos, tomando diferentes formas.

Julia Egan: Lo que hay que dejar en claro es que la Reforma laboral YA arrancó, si lo pensamos en los términos de que se está encarando como una reforma molecular y no total. Tiendo a pensar que no deberíamos esperar una reforma laboral al estilo Brasil.

La reforma laboral YA comenzó con el acuerdo Vaca Muerta, continuó con la reforma de la ley ART y se plasmó desde el año pasado con los acuerdos paritarios. Y ahora se suma el tema de la reforma previsional.

Se ha firmado incluso a fines de la semana pasada un convenio nuevo para los trabajadores rurales que son de los colectivos de trabajadores que trabajan en peores condiciones, con los salarios más bajos, con el 80 % de trabajo en negro. Se les ha incluido cláusulas de productividad. Ya está llegando al agro también la reforma laboral.

Esta reforma molecular va a continuar y a lo que se va a apuntar es a llevar esta reforma rama por rama. Es lo que se viene viendo hasta ahora: primero petroleros, luego automotrices, estatales, rurales, que son colectivos de trabajo importantes por el peso que tienen en la economía y por la masa de trabajadores que abarcan.

La reforma laboral, si la pensamos en términos de degradación de las condiciones de trabajo, no es algo que sea propio de un gobierno. Los convenios, las cláusulas propias de la flexibilidad, el presentismo, la productividad y la polivalencia ya están presentes desde los primeros gobiernos peronistas, estamos hablando de la década del ’50. Y lo que se ve es un empeoramiento de las condiciones de trabajo. Es una tendencia histórica y la burguesía siempre está buscando la vía para reducir costos a partir del empeoramiento de las condiciones de trabajo.

Retomando el objetivo central de esta reforma que es la baja del costo laboral, la socióloga explicó que si bien a eso apunta en lo inmediato, la economía argentina en términos generales, incluyendo las condiciones de trabajo, va hacia una «orientalización»: «Es necesario aumentar, desde el lado del capital, la productividad y la competitividad y por lo tanto es necesario que el trabajo de los obreros sea más barato para poder ser más competitivos. Y en este sentido, esta disputa por la disminución de los costos laborales se está dando en términos internacionales. No es casualidad que Brasil y Argentina busquen la reforma laboral en el mismo momento, si bien Brasil la viene discutiendo desde hace años. También hubo reforma laboral en Francia; en la India – que es uno de los mercados laborales más grandes del mundo – se está discutiendo hace años. Entonces se enmarca en el plano internacional en una necesidad de procesar la crisis económica mundial. Es una competencia para ver quién tiene los obreros más baratos y así poder pararse mejor en la competencia internacional», dijo Egan.

Red Eco: La situación del mercado laboral que quedó al finalizar los 12 años de gestión kirchnerista, ¿facilitó de alguna manera el avance del macrismo en estas reformas? Podemos mencionar como ejemplos el porcentaje de trabajo en negro – algo ya permanente y estructural – y el trabajo que en realidad no es tal, como son los planes sociales que no contribuyeron a crear trabajos genuinos y estables.

Julia Egan: Sin lugar a dudas contribuyó. Por ejemplo, todo lo que es cooperativas y planes sociales, claramente es trabajo hiper precarizado. Macri, por ejemplo, ha avanzado sobre las cooperativas por ser trabajo precario. Es un trabajo que esconde una relación de dependencia y deja a los trabajadores despojados de sus derechos laborales, sin aportes jubilatorios, que deben registrarse como monotributistas y hacerse cargo de las cosas que debería hacerse cargo un patrón, cobrando además por debajo del Salario Mínimo.

Por otra parte, el trabajo en negro es estructural y es una bolsa donde los empresarios evaden una fortuna. Además constituye una base de trabajo super explotado del cual se nutren muchas ramas de la economía argentina, por ejemplo la industria de confección de ropa.

Algo que se vio muy patente durante el kirchnerismo fue que el crecimiento en el empleo, algo que siempre se mencionó, se dio en las peores ramas de la economía, fue en la construcción, el comercio, la gastronomía, que son las que peores salarios y condiciones de trabajo tienen, donde predomina justamente un muy alto porcentaje de trabajo en negro.

Justamente durante el kirchnerismo aumentó la proporción de convenios colectivos firmados por empresa, que es otra forma que se mira como propia de la flexibilidad laboral. Estos convenios colectivos por empresa se impusieron por sobre los convenios por rama, lo que empeora las condiciones de negociación, ya que no es lo mismo que vaya a negociar un sindicato salarios para la rama o condiciones de trabajo para toda una rama de la economía, que vaya a negociar la comisión interna de una empresa.

Red Eco: ¿Cuáles son las perspectivas de que esto pueda darse en nuestro país al corto plazo?

Julia Egan: Si los trabajadores se reflejan en la estrategia de Macri que apunta a la atomización – y es por eso que piensa ir rama por rama intentando poner en cada una todas estas condiciones- entonces con el divide y reinarás, es mucho más fácil poder enfrentar a un colectivo pequeño de trabajadores atomizados que al conjunto de la clase obrera. Por lo cual Macri va a poder imponer estos acuerdos rama por rama en la medida de que los trabajadores actúen de forma atomizada.

Está bueno poder discutir desde este ángulo la reforma laboral porque tiene que quedar en claro que la única forma de que esto no pase, y de ponerle un límite, es a partir de una oposición de conjunto de la clase trabajadora a esta reforma. Es una lucha para intentar retener los derechos ya conquistados a lo largo de la historia. Pero se hace necesario una lucha de conjunto, no sólo de la clase obrera ocupada, que es la inmediata afectada por una reforma laboral, sino de la clase trabajadora en su conjunto porque en un momento de crisis, donde el salario cada vez alcanza menos, donde hay cada vez más desocupación, la competencia entre trabajadores desocupados y ocupados en blanco y en negro, crece cada vez más y favorece a la burguesía para imponer condiciones de trabajo.

Debería crearse una instancia organizativa de ocupados y desocupados para debatir no sólo la reforma sino cuestiones que apunten a la solidaridad, para ponerle freno a la situación laboral y también a la económica.

Fuente: http://www.redeco.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=21927:la-reforma-laboral-ya-empezo&catid=23:gobierno&Itemid=508