Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto, Yemen y el gobierno del este de Libia han decidido romper relaciones con Qatar. La medida impone la ruptura diplomática pero también la ruptura total de comunicaciones aéreas, terrestres y marítimas. Los países que han tomado esta decisión, a los que podrían sumarse más Estados, alegan que ya […]
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto, Yemen y el gobierno del este de Libia han decidido romper relaciones con Qatar. La medida impone la ruptura diplomática pero también la ruptura total de comunicaciones aéreas, terrestres y marítimas. Los países que han tomado esta decisión, a los que podrían sumarse más Estados, alegan que ya no pueden seguir aguantando las provocativas políticas de Doha amén de emplear el argumento del terrorismo y de la apertura a Irán.
Les ofrecemos extractos de dos artículos de opinión de dos diarios de muy diferente ideología. En primer lugar les ofrecemos una traducción parcial del artículo de opinión del ex redactor jefe de Al Sharq al Awsat, un diario internacional con sede en Londres de capital saudí. Y a continuación les ofrecemos el editorial de hoy de un diario también internacional y publicado en Londres, Al Quds al Arabi, que desde una ideología panarabista ha ido virando desde el 2011 hacia una tendencia pro-qatarí muy afín al islam político.
OPINIÓN. Qatar, el que se ha aislado solo
Salmán al Dosari (ex redactor jefe de Al Sharq al Awsat)
No hay en el mundo países que hayan tenido la paciencia y el aguante con un Estado vecino y hermano, como la paciencia y el aguante que han demostrado Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes con la política qatarí. Veintiún años de una política que ha tirado contra la pared todos los entendimientos de la familia del Golfo y los principios de vecindad. Veintiún años en los que los resultados de las políticas de Qatar han empeorado año tras año. Veintiún años durante los que la paciencia de los países del Golfo ha sido entendida por la cúpula qatarí como una señal de debilidad y no como una muestra de sabiduría, de deseo de no perder a un hermano. Esos tres Estados han hecho muchos esfuerzos políticos y diplomáticos sin una respuesta verdadera de la otra parte; el último de ellos fue en 2014, cuando intentaron retirar a sus embajadores después de que Qatar hubiese firmado el Acuerdo de Riad, en presencia de su príncipe, y se comprometiera a poner freno a sus políticas perjudiciales para sus hermanos; como de costumbre, Doha no cumplió su compromiso ni un día y volvió a intervenir en los asuntos internos de otros países, a exportar el espíritu del caos y a sacudir la estabilidad de la zona más de lo soportable. La tormenta de la ruptura de relaciones con Doha de seis países, hasta el momento, pretende que Qatar revise sus políticas catastróficas e impone a la península qatarí un aislamiento sin precedentes.
EDITORIAL. La ruptura de relaciones con Qatar y el daño global
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, a quienes luego se han unido Egipto, Yemen y el gobierno del este de Libia, han recurrido a la decisión más extrema para solucionar las desavenencias entre países, a saber, la ruptura de relaciones y el cierre de todas las vías de comunicación aéreas, terrestres y marítimas. Estas medidas son la guinda a una semana de escalada contra Qatar bajo diferentes pretextos que se contradicen con las más simples verdades y con los hechos más obvios.
Resulta curioso que el pretexto principal de Arabia Saudí, que capitanea esta campaña de escalada y de boicot, sea proteger la seguridad nacional del reino «del terrorismo y el extremismo», como si Qatar fuera refugio de Al Qaeda y allí se hubieran licenciado los yihadistas, los «árabes afganos» que luego salieron a sembrar el terror por todo el mundo. Y esto sucede justo cuando frentes europeos y estadounidenses están pidiendo que se investigue el apoyo de Arabia Saudí a organizaciones salafistas y fundamentalistas, cuna de organizaciones terroristas a las que financian y alimentan.
También desaprobamos que esta decisión coincida con el quincuagésimo aniversario de la derrota del 5 de junio, cuando los gobiernos árabes deberían estar estudiando las razones de aquel revés y uniendo filas para fortalecer el bando árabe en lugar de debilitarlo y desarticularlo.
(…) También es extraño que la apertura de Qatar a Irán sea uno de los principales argumentos para esta escalada, como si los países que han roto relaciones con Doha estuvieran en guerra directa con Teherán. La medida de Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Bahréin se entendería, aunque fuera un poco, su esos países hubiera decidido romper primeramente relaciones con Irán (…)
Fuente original: http://www.fundacionalfanar.org/la-ruptura-de-relaciones-con-qatar-en-la-prensa-arabe/