La ONG francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF), subsidiada por agencias del Departamento de Estado norteamericano y cuya vinculación con la inteligencia norteamericana ha sido demostrada, acaba de ser excluida de la lista de Organizaciones No Gubernamentales asociada a la UNESCO. Es la segunda vez en exactamente cuatro años que RSF está sancionada por la UNESCO, […]
La ONG francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF), subsidiada por agencias del Departamento de Estado norteamericano y cuya vinculación con la inteligencia norteamericana ha sido demostrada, acaba de ser excluida de la lista de Organizaciones No Gubernamentales asociada a la UNESCO.
Es la segunda vez en exactamente cuatro años que RSF está sancionada por la UNESCO, por su falta de ética.
La prestigiosa institución de las Naciones Unidas le retiró el miércoles 12 de marzo de 2008 el coauspicio del Día por la libertad de Internet en virtud de sus «propósitos por descalificar a un número determinado de países».
El Consejo Ejecutivo del organismo internacional validó este 8 de marzo la decisión del Comité sobre los Asociados No Gubernamentales que retira a RSF su estatuto organización asociada.
El Comité sobre los Asociados No Gubernamentales, órgano subsidiario del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, se había reunido el pasado 28 de febrero, para estudias la reclasificación de las ONG que colaboraban con la UNESCO.
En el curso de los debates de la UNESCO, varios países denunciaron los controvertidos métodos de trabajo empleados por la ONG «que no son compatibles con los valores de la UNESCO en el campo del periodismo» por lo que decidió excluirla de la categoría de asociación.
La criatura de Robert Menard
En el 2008 el fundador de RSF, Robert Ménard, renunció unos meses después de tal decisión a su puesto de jefe de la ONG, aparentemente vitalicio, para aceptar un contrato millonario del Emirato de Qatar donde iba supuestamente establecer un organismo a favor de los derechos de la prensa.
Está hoy de regreso a Francia donde ha sido asociado al partido ultra derechista Frente Nacional de los LePen.
Cuando encabezaba RSF, Ménard tuvo que reconocer públicamente que su grupo recibía generosos subsidios de la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID), fachada de la inteligencia norteamericana, a través del Center for a Free Cuba, una criatura de Freedom House, manejada por el agente CIA Frank Calzón.
Ménard tenía acceso desde años a los fondos de la agencia norteamericana para la injerencia USAID que disponía el año de su «jubilación» precipitada unos 45 millones de dólares para realizar contra Cuba su trabajo de propaganda y de espionaje, a través de una red de supuestas ONG. El brazo derecho de Calzón, Felipe Sixto, confesó a finales del año pasado haber robado medio millón de dólares del presupuesto del «Center».
La afiliación con la USAID y otros apoyos ocultos de EEUU explica el ardor de RSF a atacar constantemente países progresistas de América Latina, entre los cuales los países del ALBA, contra quien desencadena con regularidad campañas de difamación al lado de otras organizaciones de prensa con fama de colaborar con el Departamento de Estado.
En febrero pasado, RSF intervino en el debata que se desarrolla en Ecuador sobre los derechos de la prensa al apoyar el diario El Universo, condenado por injuriar y mentir groseramente en contra del presidente Rafael Correa.
RSF calificó de «desastre» la decisión de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) del Ecuador que ratificó sentencia por «injuria calumniosa» contra el diario portavoz de la ultraderecha y de la oligarquía.
De igual forma, ataca a Bolivia y Venezuela, países cuya «gran prensa» fue tradicionalmente monopolizada por la oligarquía nacional.
A partir de este día, RSF no dispondrá de derecho de intervención y deberá limitarse a «consultas».
Más de 60 ONG colaboran legitimadamente con la UNESCO en la categoría de asociación.
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