La UNESCO no patrocinó la campaña de Reporteros sin Fronteras (RSF) contra países como Cuba bajo la excusa de la defensa la libertad de expresión. Así lo hizo público en su web oficial mediante un «Comunicado de la UNESCO sobre la retirada del patrocinio al Día Internacional de la Libertad de Expresión en Internet, organizado […]
La UNESCO no patrocinó la campaña de Reporteros sin Fronteras (RSF) contra países como Cuba bajo la excusa de la defensa la libertad de expresión. Así lo hizo público en su web oficial mediante un «Comunicado de la UNESCO sobre la retirada del patrocinio al Día Internacional de la Libertad de Expresión en Internet, organizado por Reporteros sin Fronteras». En él «reitera su apoyo a la libertad de expresión en Internet, pero se ve obligada a retirar su patrocinio tras la publicación, por parte de RSF, de información que no cumple con el acuerdo convenido entre ambas organizaciones respecto a este evento».
La UNESCO ha aclarado que «tras un pedido de RSF, el Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, en una carta fechada el 22 de febrero de 2008, dio el patrocinio de la UNESCO para el día internacional. Sin embargo, esta carta indicaba claramente que la Organización no podría ‘asociarse a las actividades previstas para la ocasión’ por RSF».
La organización francesa ignoró esta condición y «publicó material relativo a una serie de Estados Miembros de la UNESCO, sobre el cual la UNESCO no recibió información alguna y, por lo tanto, no podía respaldar», según afirmó la organización integrante d ela ON». «Además -denuncia la UNESCO-, en esas comunicaciones figuraba el emblema de la UNESCO de tal modo que parecía indicar el apoyo de la UNESCO a la información presentada».
La UNESCO aclara que «tiene un mandato claro de defensa de la libre circulación de la información y de la libertad de expresión. Lo ejerce utilizando los canales y foros propios de una organización intergubernamental del sistema de Naciones Unidas, es decir, respetando la soberanía de sus 193 Estados Miembros. Por ejemplo, la UNESCO lideró el debate sobre la libertad de expresión en Internet a través de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, organizada por la ONU, y continúa haciéndolo en el Foro para la Gobernanza de Internet, una instancia de diálogo sobre el futuro de la Red en el seno de Naciones Unidas».
Por su parte, Reporteros sin Fronteras, tras incumplir el compromiso con la UNESCO de desmarcarse de las actividades de la ONG francesa y utilizar indebidamente su logotipo, afirma que la institución de la ONU «el 11 de marzo por la noche, Reporteros sin Fronteras supo que la UNESCO retiraba su patrocinio al Día por la Libertad en Internet, organizado este miércoles, 12 de marzo. La decisión fue notificada a Reporteros sin Fronteras por el Director de la Libertad de Expresión, la democracia y la paz de la organización de la ONU».
RSF, una vez más, ha querido utilizar en provecho propio el prestigio de la UNESCO y la defensa de Internet y de la libertad de expresión para combatir a gobiernos como el de Cuba o Venezuela.
El doble rasero de RSF ya se puso en evidencia al no incluir en esa campaña titulada «Enemigos de Internet» a Estados Unidos, quien, según denunció recientemente The New York Times, había bloqueado más de 80 páginas web sobre asuntos cubanos.
Además, tampoco funcionó a lo largo del día previsto el foro que anunció RSF en su web relativo a la libertad de expresión en Internet, lo que impidió la participación de los internautas. La página oficial de la organización francesa funcionó de forma irregular durante toda la jornada y en ningún momento se habilitó la invitación a los ciudadanos a dejar comentarios tal y como se había anunciado.
No es la primera vez que la ONU desautoriza a esta organización francesa. En mayo de 2003 el Comité de Naciones Unidas encargado de las Organizaciones No Gubernamentales suspendió por un año, del estatuto consultivo de la ONG. La decisión se tomó tras la participación de RSF en varias agresiones contra la Oficina de Turismo y la Embajada de Cuba en Francia.
Reporteros sin Fronteras también había perturbado la sesión de apertura de la 59 Comisión de Derechos Humanos, el 17 de marzo de 2003 en Ginebra. Ese día seis miembros de RSF lanzaron panfletos en la Sala de Conferencias mientras el nuevo presidente de la Comisión de Derechos Humanos, el libio Najat Al-Hajjaji pronunciaba el discurso inaugural. Anteriormente, en abril está asociación lideró las agresiones al personal diplomático y ciudadanos cubanos que realizaban gestiones en la embajada cubana en París.
Los directivos de RSF han reconocido en numerosas ocasiones recibir financiación del gobierno de Estados Unidos, lo que explica su obsesión por dirigir sus campañas hacia Cuba e ignorar cualquier agresión a la libertad de expresión en Estados Unidos. La campaña planificada para el pasado 12 de marzo fue «creada y realizada» por la agencia Saatchi & Saatchi de Nueva York, una filial de la multinacional Publicis, la cuarta empresa de publicidad y relaciones publicas más grande del mundo.
Saatchi & Saatchi tiene entre sus principales clientes al ejército estadounidenese, la US Armt y a firmas tales como Dupont, General Mills, Johnson & Johnson, Toyota, Visa, Coca-Cola, Heinz, Kellogg’s, Mc Donald’s, Philip Morris, General Motors, Citibank, United Airlines y Walt Disney. También dirige las operaciones publicitarias internacionales de la Bacardi, el gigante del ron, con sede en Bahamas, que ha liderado el apoyo y financiación de acciones terroristas contra Cuba durante casi cinco décadas.
Publicis disfruta de un cuasi monopolio del negocio de la publicidad en Francia, por lo cual, la propaganda de RSF tiene libre acceso al conjunto de la prensa ya propiedad, en su totalidad, de las llamadas grandes fortunas del país. Los franceses recuerdan cómo todos los cines del país se vieron obligados a incluir al inicio de sus proyecciones las campañas de RSF.
En un artículo publicado el pasado año en Le Monde Diplomatique, el escritor y periodista colombiano residente en París, Hernando Calvo Ospina, puso al descubierto los manejos de RSF con la CIA y otras instituciones norteamericanas.
Con el título de «Financiamiento sin fronteras», Calvo Ospina reveló el apoyo económico recibido sin rubor por RSF de parte de la National Endowment for Democracy (NED) de Estados Unidos.
Si, es cierto: nosotros recibimos dinero de la NED. Y eso no nos plantea ningún problema, refirió el articulista remitiéndose a declaraciones de Robert Menard, secretario general de RSF a la revista francesa Le Nouvel Observateur.
Calvo Ospina comentó que ese tipo de financiamiento sigue aumentando las dudas que existen sobre la «independencia» de esta organización como defensora de la libertad de expresión.
Porque además recibe importantes aportes del Estado francés -11 por ciento de su presupuesto anual-, de la Comisión Europea -15 por ciento – y una suma indefinida llegada desde grupos financieros propietarios de medios de comunicación y de fabricantes de armas.
Con su peculiar estilo agresivo, RSF ha reaccionado de forma virulenta a la decisión de la UNESCO de no apoyar a la organización y mantener su independencia hacia la política de RSF, quien ha acusado a la ONU de «gran cobardía» y de «bajada de pantalones».