El papel de medios internacionales de derecha acudiendo como siempre a la desinformación y la mentira, confirma que la unidad latinoamericana no debe ser únicamente económica, política y social, sino comunicacional y cultural. La vitrina de la infamia ubicada en Atlanta (CNN), apuesta por eufemismos aberrantes como «sucesión forzada» para catalogar, lo que en todo […]
El papel de medios internacionales de derecha acudiendo como siempre a la desinformación y la mentira, confirma que la unidad latinoamericana no debe ser únicamente económica, política y social, sino comunicacional y cultural. La vitrina de la infamia ubicada en Atlanta (CNN), apuesta por eufemismos aberrantes como «sucesión forzada» para catalogar, lo que en todo el mundo en sus distintos idiomas se conoce como «Golpe de Estado» y que se ha consumado en Honduras éste domingo 28 de junio de 2009 en la víspera del sondeo de opinión para saber si en noviembre próximo, en las elecciones presidenciales, legislativas y de alcaldes en la nación centroamericana, podría instalarse una cuarta urna, solicitando la realización de una constituyente.
Desde la madrugada de ese día, la desfachatez de medios televisivos, radiofónicos, impresos y digitales privados en Honduras, asumen el silencio cómplice como acción política que revela aún más su posición reaccionaria y retrógrada en sintonía con el recién declarado gobierno de facto de Roberto Micheletti, tristemente célebre personaje que emula al despreciable Pedro Carmona, otro presidente golpista que saltó a la palestra del ridículo mundial en abril de 2002 en Venezuela, cuando junto a militares apátridas emparentados con la oligarquía nacional, defenestraron del poder al presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Los dibujos animados, películas de familias hollywoodenses «perfectas», publicidad transnacional y nacional de los dueños capitalistas de Honduras, plenaron y plenan las pantallas de las televisoras y las ondas hertzianas de las radioemisoras privadas que siguen desinformando con la anuencia de la dictadura. Silenciar al Canal 8 del Estado, ha sido un elemento estratégico para la desinformación del pueblo. Los medios de comunicación deberían ser esencialmente, vínculos difusores de contenidos educativos, de noticias e información. Conocidos estos elementos como parte de sus posibilidades de alcance, persuasión y disuasión, son utilizados a la inversa para propósitos innobles y fundamentalmente inhumanos o contranaturales: desinformar, manipular, idiotizar y embrutecer.
El periódico de la oligarquía hondureña (El Heraldo) tal como «El Nacional» venezolano titulara el 11 de abril de 2002: «La Batalla final será en Miraflores», tituló este domingo 28 de junio de 2009: «Se acerca la jugada final». La incitación a una guerra civil o la confrontación entre facciones militares del ejército hondureño contra su propio pueblo, es un mensaje con intenciones fraticidas. El libreto de la International Telephone and Telegraph Corporation (ITT) perpetrado en Chile desde antes del 11 de septiembre de 1973 y el 11 de abril de 2002 en Venezuela está agotado y por demás, en etapas de superación por la nueva realidad geopolítica latinoamericana. Las recetas para los pueblos del Sur y Centroamérica, ya no se digieren. Los pueblos han despertado. Los pueblos saben que la mayoría de los medios mienten.
Tv Azteca, envió a un periodista genuflexo a entrevistar luego de su designación espúria a Roberto Micheletti. El incomunicador, llamó al jefe del Golpe de Estado: «Presidente» mas le pidió al «sucesor forzado», describir desde qué hora y hasta cuando durará el «toque de queda». ¿Por qué la mayoría de la clase media latinoamericana, asalariada, signada por la ignorancia y formación universitaria sesgada, sus frustradas pretensiones de riqueza material y la estupidez de creerse ricos, asume el discurso de la derecha como una «realidad»? Los medios de comunicación han mellado la capacidad de raciocinio de muchos seres humanos por este lado del continente. No subestimemos nunca el papel de los medios, su poder destructor en manos de «locos con cañones».
En España, el diario «El País», así como en Argentina «La Nación» y en Chile «El Mercurio» hacen juego desinformativo al flagrante golpe de Estado perpetrado en Honduras. Eso es de esperarse. El ocultamiento de información real, veraz y oportuna no es un asunto exclusivo de las denominadas despectivamente: «repúblicas bananeras». Es una cuestión universal, pero una práctica muy ejercitada en el continente americano. Honduras vive horas aciagas, la usurpación de la presidencia constitucional por un gobierno de facto, ayudado por la oligarquía militar que timonea o más bien, manipula a sus muy jóvenes soldados para disparar contra el pueblo. La derecha latinoamericana ha practicado eso desde principios del siglo XX, con todas sus dictaduras y democracias representativas y les han quedado los reflejos condicionados o el «gustico» por esa afición.
Cortar el suministro de energía eléctrica. Cerrar por la fuerza a Radio Globo de Honduras, destrozar sus equipos y golpear a sus trabajadores es para la derecha «un acto democrático». La democracia de la derecha funciona muy bien en sus retorcidas mentes y podridas almas, halos que adhieren a sus medios de comunicación privados: privados de dignidad, de moral, de ética, de racionalidad, de respeto a las leyes y de respeto al público. Sigan manipulando, mientras Latinoamérica seguirá despertando y avanzando, construyendo sus propios destinos, viendo el ALBA más clarita y en verdadera unidad continental.
Mientras tanto, veremos lo que se pueda en TELESUR, único canal internacional sin posición sesgada, del lado de la información, de la verdad y la conciencia libertaria de los pueblos; pincharemos información acerca de la situación de Honduras en sitios web de videos, de textos, blogs; entre otros. Las demás televisoras (Globovisión), radioemisoras, periódicos y portales electrónicos fascistas que en este texto no alcanzamos nombrar, no son más que lacras massmediáticas contra Honduras, el país centroamericano que se levantará para liberarse.