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Periodismo de insinuación

Libération se inmiscuye en la campaña electoral de Perú

Fuentes: Acrimed

Traducido del francés por los autores, revisado por Manuel Talens

En un artículo de Libération [1] publicado el 22 de febrero, Jean Hébert Armengaud, experto en citas amañadas [2], «informa» sobre la campaña electoral peruana varias semanas antes del escrutinio presidencial del 9 de abril.

Jean-Hébert Armengaud no había escrito gran cosa hasta la fecha sobre la campaña electoral de ese país lejano. Sin embargo, con excepción de la referencia inscrita en el título del artículo («un presidenciable«) y una breve información sobre el escrutinio, no añade ningún otro tipo de información. No se aprende nada del debate en perspectiva de las elecciones: no hace ninguna mención de los programas políticos, y tampoco de los «otros» (esos que Libération no utiliza como blanco de su ataque). No, Armengaud va a lo suyo: elige transmitir una acusación formulada en el transcurso de enero 2006 y, desde entonces, muy debatida en los medios peruanos.

A un candidato -Ollanta Humala- que llegó a encabezar los sondeos entre diciembre 2005 y enero 2006, «varios testigos lo designan como el ex «capitán Carlos», responsable de violencias a dicho título, en 1992 y 1993, durante operaciones ciegas confiadas al ejército en la época de Sendero Luminoso, grupo terrorista que sembró de sangre y fuego el país durante los ochenta y principios de los noventa«. […]

«Entre otras denuncias presentadas hace una semana por «torturas» y «desapariciones forzadas»: […] Teresa Ávila acusa ahora al «capitán Carlos» […] de haber sido el responsable del secuestro de su hermana y de su cuñado el 17 de Junio 1992, desaparecidos desde entonces«.

Entonces, ¿es él? ¿No lo es? En el estado actual de las informaciones reales, es imposible pronunciarse sobre una eventual culpabilidad, que si fuera comprobada sería especialmente grave. «La cuestión podría hacer oscilar el resultado de la [elección] presidencial peruana, el 9 de abril», precisa Armengaud… quien se apura en participar, desde París, en la campaña, pronunciando insidiosamente el veredicto. Incluso si la justicia peruana terminase por darle la razón, desde el estricto punto de vista periodístico el periodista-justiciero tendría habría cometido una falta.

Mientras que Le Monde del 26 febrero de 2006, bajo el título Le candidat nationaliste péruvien, Ollanta Humala, accusé de «tortures»» [3] propone un artículo relativamente equilibrado, una omisión y dos insinuaciones permiten a Armengaud mezclarlo todo y comportarse como un abogado de la acusación, si no incluso como juez supremo.

La omisión (voluntaria) de pruebas en el caso

«Ollanta Humala estaba justamente en funciones en 1992 en Madre Mía, al mando de una sección antiterrorista especial. Pero afirma no haber tenido relación alguna con un supuesto «Capitán Carlos» «. [4] Falso: en una entrevista concedida a Univisión a principios de mes, Humala declaró [5]: «He sido un capitán Carlos, no lo estoy negando. […]». Lo que niega es haber sido el autor de las violencias y torturas que se le atribuyen. Pero, sobre todo, apeló al «Ministerio de Defensa, que es el que tiene la autorización para aclarar todas estas cosas» . Por el momento, este último todavía no se ha pronunciado. Pero este «especialista de América Latina» no juzga oportuno precisarlo. Prefiere, por otra parte, titular su artículo: «Perú: un presidenciable alcanzado por su pasado», sin signo de interrogación ni en tiempo verbal condicional…

Del episodio biográfico a las insinuaciones

Dos de las primeras frases del último párrafo mencionan episodios de la biografía de Ollanta Humala. Sacándolas de contexto, Armengaud las transforma en pruebas.

(1) «En octubre de 2000, Ollanta Humala encabezó una rebelión militar en contra del Presidente de la época, Alberto Fujimori. Fue amnistiado después de la destitución de este último, acusado de corrupción.» [6] El contexto y las circunstancias de la rebelión merecerían ser explicadas al lector. Por desgracia, el hacerlo debilitaría la observación de Armengaud: prefiere dar de Humala la imagen de un militar poco respetuoso de la democracia [7].

(2) «Desde entonces, Ollanta se alejó, de su padre, Isaac Humala, fundador del movimiento «etnocacerista» que defiende la primacía de la «raza cobriza», la raza india«. El «periodista» se desentiende de explicar qué es el «etnocacerismo», las condiciones históricas y sociales de su aparición y su implantación en las clases populares. El lector sólo debe recordar el único carácter exclusivo y etnicista de un movimiento orientado hacia «la raza».

El motivo que subyace en el artículo

Corresponde a las autoridades y a la justicia peruana determinar la culpabilidad de Ollanta Humala, no a los periodistas. La acusación es tan grave que no debe tratarse a la ligera.

Numerosos son los «asuntos» que cuestionan la probidad de los demás candidatos: la responsabilidad de Alan García Pérez [8] durante el periodo de lucha antisubversiva, el fraude electoral imputado a uno de los integrantes de la lista de Lourdes Flores Nano [9], etc. Pero, que sepamos, no existe ni un sólo articulo de Armengaud que trate de esto. La forma en que Libération selecciona cuidadosamente las «noticias» que difunde sobre América Latina es rica de enseñanzas sobre su concepción del trabajo periodístico.

A manera de información complementaria, son otras las insinuaciones que puntúan la prosa del periodista. Así pues, a partir la tercera línea del artículo: «Al dirigente nacionalista y ex teniente coronel del ejército se lo califica a veces de «Hugo Chávez peruano» […]».

La alusión es transparente cuando uno recuerda que el «afecto» que Armengaud siente por Hugo Chávez lo llevó a acusarlo de antisemitismo [10]. Y para que el juicio de carambola sea completo, Armengaud alude a otro presidente (Evo Morales) y precisa que Ollanta Humala «es partidario […] de las ideas anti-imperialistas y antiglobalizadoras del venezolano Hugo Chávez y del boliviano Evo Morales». El crimen eventual del candidato peruano debe manchar todo lo que toca, de cerca o de lejos…

NOTAS

[1] Fundado por Jean-Paul Sartre en 1973, para «dar la palabra al pueblo», Libération pasó a manos del banquero de negocios Edouard de Rothschild en 2005. Libération fue también el laboratorio de una metamorfosis: la de una izquierda convertida al liberalismo en los años ochenta y que disimula su conformismo económico tras una cortina de «audacias» culturales. Véase: Pierre Rimbert. Libération, de Sartre à Rothschild. Liber-Raisons d’Agir, 2005.

[2] Véase: Le journalisme d’imputation : Chavez accusé d’antisémitisme, por Henri Maler y Renaud Lambert, Acrimed, 11/01/2006.

[3] Cuidado, este enlace es comercialmente biodegradable.

[4] La letra negrita es nuestra.

[5] Entrevista realizada el 8/2/2006, difundida por Canal N. Un extracto en video está disponible en la página de Perú 21, pero comercialmente biodegradable.

[6] La letra negrita es nuestra.

[7] Recordamos que en marzo de 2003 la Interpol emitió una orden de captura internacional contra Fujimori por asesinato, secuestro y crimen contra la humanidad (véase el sitio de Interpol). Elegido en 1990, el presidente Fujimori, en periodo de «lucha anti-subversiva», provoca un «autogolpe» de Estado en abril de 1992. Suspende la constitución y disuelve la legislatura. Sólo el gobierno de Gerorge Bush padre siguió reconociendo oficialmente a Fujimori como legítimo. En la actualidad se encuentra detenido en Chile y el Perú desea su extradición. La rebelión que fomentó Humala fue contra este «presidente»…

[8] Actualmente en tercera posición en los sondeos y ex presidente de Perú (1984 – 1990).

[9] Candidata del partido de la derecha conservadora Unidad Nacional, que encabeza ahora los sondeos.

[10] Antes de instruir este juicio (véase: Chavez, antisémite ?), Libération ya se había ilustrado por medio de varios artículos de desinformación: Venezuela : » Quand Libération suggère de destituer Chavez «, Henri Maler, 13 de agosto de 2004, Acrimed; Thierry Deronne & Frédéric Lévêque, » Quand Libération enquête au Venezuela «, Acrimed, 20 de octubre de 2002.

Artículo original: http://www.acrimed.org/article2295.html