¿La bolsa de valores puede alentar la libertad de prensa? ¿Cómo? El Fondo de Préstamos para el Desarrollo de Medios (MDLF), una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York, tiene una respuesta posible a estas preguntas. El uso del mercado de capitales para defender el derecho a la libre expresión y la […]
¿La bolsa de valores puede alentar la libertad de prensa? ¿Cómo? El Fondo de Préstamos para el Desarrollo de Medios (MDLF), una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York, tiene una respuesta posible a estas preguntas.
El uso del mercado de capitales para defender el derecho a la libre expresión y la divulgación de información a través de la prensa es una experiencia que podría servir de modelo para otras causas sociales cuyos defensores tienen dificultades para acceder a fuentes de financiamiento.
El nuevo instrumento financiero, llamado «Voncert responsAbility Media Development» (Voncert), es una acción que comenzó a cotizar en la Bolsa de Valores de Zurich el día 18, tras ser emitido en ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo.
Voncert abre caminos de inversión para la creación de organizaciones de medios independientes en países en desarrollo y en transición, así como para la promoción de la libertad de prensa.
«La creación de un producto financiero que moviliza inversión privada hacia el apoyo de la prensa libre es un paso verdaderamente revolucionario, no solamente para el desarrollo de los medios de comunicación sino para todas las causas sociales», dijo el director del MDLF, Sasa Vucinic.
MDLF brinda financiamiento de bajo costo a medios informativos independientes en democracias emergentes.
El producto Voncert combina intereses, que dan a los inversores un retorno monetario fijo, y una inversión de 20 por ciento en MDLF, que proporciona el retorno social.
Voncert «podría brindar un proyecto para comprometer finanzas privadas en proyectos sociales alrededor del mundo», dijo Vucinic.
«Este es un gran producto para inversores con conciencia social», dijo a IPS Rajiv Bahla, quien trabaja en el Fondo del Milenio, con sede en Nueva York. «Siempre se nos pide hallar modos de equilibrar la filantropía de un cliente con sus ganancias por concepto de inversión. Y este producto aborda ambos aspectos del problema».
«Los inversores generalmente buscan bonos para los que ven un futuro, que son sostenibles», explicó Bahla. «Ser capaz de colocar una inversión en una organización benéfica sustentable es como tener la torta y comérsela también».
Otros inversores tienen un punto de vista algo diferente, aunque sacan la misma conclusión.
«Yo debo ayudar a construir instituciones democráticas para proteger mis inversiones», dijo a IPS un importante inversor en la Bolsa de Valores de Sri Lanka que pidió no revelar su identidad. Si en Sri Lanka hubiera disponibles productos como Voncert, que beneficiaran al país, «yo los compraría inmediatamente», aseguró.
«Para los inversores, la relación entre crecimiento económico e información es de una importancia clave», según Vontobel, el banco suizo que ayudó a organizar la emisión de Voncert junto con responsAbility, compañía con sede en Zurich dedicada a inversiones sociales en países en desarrollo.
El Banco Mundial reafirmó en un reciente estudio que para tomar buenas decisiones económicas es vital contar con información confiable, actual e independiente. La investigación estableció una correlación positiva significativa entre la alta transparencia de los medios de comunicación y la gobernanza.
«Las necesidades son inmensas», dijo Vucinic. «Más de 80 por ciento de las población mundial vive en países donde no hay libertad de prensa. En otras palabras, más de 5.000 millones de personas no pueden confiar en lo que leen en el periódico, oyen en la radio o ven en la televisión, y no saben realmente lo que ocurre en su propio país».
«El acceso a información objetiva y actual es esencial si los habitantes de un país tienen la posibilidad de tomar sus propias decisiones en asuntos políticos, económicos y sociales, y de dar forma al futuro de su país», según Vontobel.
Amartya Sen, quien recibió el premio Nobel de Economía en 1998 por su trabajo sobre desarrollo económico, resumió todo esto diciendo que «nunca hubo hambruna en un país democráticamente gobernado con una prensa relativamente libre. No puedo pensar en una sola excepción».
La oferta de Voncert, relativamente pequeña para lo habitual en el mercado de capitales, sobreviene en momentos en que se emplea con más frecuencia técnicas innovadoras de financiación para el cumplimiento de objetivos sociales, humanitarias y políticas.
«Cada vez más inversores piden esos productos porque les dan otra opción, además de las donaciones regulares que pueden hacer a tales causas», dijo Roger Studer, director de Mercados Financieros en Vontobel.
«Los inversores terminan con un rendimiento levemente más bajo que con un bono normal, pero también hay retornos sociales», afirmó Studer.
La financiación del MDLF es a menudo el único mecanismo a través del cual una empresa independiente de medios de comunicación puede acceder al capital necesario para fortalecer, cultivar y aumentar su circulación, mientras permanece libre de control estatal o intereses creados.
«Queremos crear una nueva clase de empresarios de medios», señaló Vucinic, quien antes de fundar MDLF era la principal editora de la emisora radial de oposición B-92 en Serbia.
En Indonesia, tras la caída del gobierno de Suharto, en 1998, importantes periodistas de ese país fundaron la agencia de noticias radiales 68H, con financiamiento del MDLF. Se trata de la única agencia noticiosa independiente del país y conecta a más de 400 radios locales vía satélite, algo que nunca antes se había hecho.
Hoy, la agencia brinda 18 horas de programación producida localmente cada día para una audiencia de más de ocho millones de personas. Algunas de las islas de Indonesia reciben gracias a ella noticias independientes por primera vez en su historia.
Inmediatamente después del tsunami del 26 de diciembre de 2004, 68H estableció un fondo para las víctimas a través del que se canalizaron miles de donaciones. Además, la radio reclutó un equipo de cavadores de pozos de agua y lo envió a la occidental provincia indonesia de Aceh a comienzos de enero de 2005.
Ese mes, mientras el gobierno todavía no se recuperaba de la conmoción y parecía completamente paralizado, estos voluntarios cavaron varias decenas de pozos, para que miles de personas en estos lugares arrasados por el desastre tuvieran acceso al agua limpia, según MDLF.
En la mayoría de los países donde la fundación está activa, hay una dramática carencia de capacidad de administración, y los subsidios demasiado a menudo no dan resultado, al crear una situación de dependencia que no puede sostenerse a largo plazo, cuando los proyectos de los donantes terminan.
Todos los proyectos apoyados por el MDLF defienden la filosofía inversa. La fundación no concede subvenciones. En cambio, explica Vucinic, se esfuerza por «ayudar a los medios de comunicación independientes con el negocio de suministrar noticias».
«Sólo cuando una compañía periodística es capaz de sostener y desarrollar sus actividades con sus propias ganancias puede estar libre de influencias externas y ser verdaderamente independiente», enfatizó Vucinic.
Aunque la principal actividad de MDLF consiste en brindar préstamos con intereses bajos, funciona más como un fondo de capital de riesgo que ingresa en una relación cercana y a largo plazo con sus clientes.
El proceso de solicitud de préstamos, en sí mismo, obliga a los futuros clientes a presentarse con una evaluación de su situación comercial y un plan de negocios.
En sus 10 años de historia, el MDLF financió alrededor de 120 proyectos en 17 países, y 97 por ciento honraron sus compromisos financieros.
El MDLF está actualmente activo en países de la ex Yugoslavia y la ex Unión Soviética. En 2006 planea hacer nuevas inversiones, totalizando 10 millones de dólares, en Colombia, Bolivia, El Salvador, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Rusia, Ucrania, Senegal, Angola y Mozambique.
En el pasado, el trabajo del MDLF fue financiado por donaciones de organizaciones de desarrollo públicas y privadas, incluido el Open Society Institute, encabezado por el financista George Soros, y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.
Ahora, por primera vez, los inversores europeos tienen la oportunidad de cofinanciar este trabajo a través de su propia inversión. El producto no está disponible por ahora para inversores de Estados Unidos.