Ecuador, 04 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
María Fernanda Restrepo A

Locas

08 de marzo de 2018 - 00:00

“Loca”. Así tildaron a mi madre Luz Elena Arismendy más de una vez entre oscuros políticos, generales y agentes de baja monta, mientras reclamaba por la tortura, muerte y desaparición de mis hermanos Santiago y Andrés, frente a la Plaza Grande, juzgados y estaciones policiales. Nadie fue más lúcida que ella y con una memoria más clara al momento de exigir justicia y sobrellevar el insoportable dolor que sentía cada minuto de su existencia por saber la verdad, ante la indiferencia del poder.

Locas, dementes, insanas de dolor. Así continúan llamando a cientos de madres en el país, quienes reclaman actualmente a cerca de cuatro mil desaparecidos (según la Asfadec), muchos registrados en las bases de datos de una Fiscalía lenta, impávida, sin recursos y sin suficiente y capacitado personal para tratar debidamente cada caso.

Son las mujeres en Latinoamérica las que han liderado históricamente la lucha por los desaparecidos. Las madres de la Plaza de Mayo en Argentina, las mujeres en Chile, y aquí, en Ecuador, las mujeres siguen en espera eterna sosteniendo un cartel con un nombre y una foto. Estas luchas quedarían desiertas, silenciadas y en el olvido de no ser por la fuerza infinita de esas locas mujeres.

Tildar a una mujer de loca siempre ha sido la alternativa de un poder misógino para intentar anular su voz y sus exigencias. “¡Sí, estoy loca!”, les respondía una y otra vez mi madre a todos aquellos que entre risas de hiena seguían su camino, sin enfrentarla. Los gobiernos siguen temblando ante la aparición de más locas indignadas por no saber el paradero de sus hijos. La loca Alexandra Córdoba, madre de David Romo, la loca Pamela Mendieta, tía que exige justicia por el asesinato impune de su sobrino Samuel Chambers. Así se siguen sumando estas locas y sus familias, quienes incluso siendo víctimas, llegan a ser culpados por los hechos. “No cuidó a su hijo lo suficiente”, “no lo educó como debía”. Miles son las excusas del poder para no reconocer los crímenes y para deslindarse de las responsabilidades que como personal del Estado tienen para garantizar la vida de los ciudadanos.

De las escalofriantes cifras que arrojó la Fiscalía en el 2016, se desprende que de todas las denuncias receptadas, el 64% de los desaparecidos son mujeres, de entre 12 y 80 años de edad. 48% de estas son niñas de entre 12 y 17 años. Congela la sangre saber que la mayoría de desaparecidos en Ecuador son mujeres ¿Qué nos están haciendo? ¿Por qué nos están desapareciendo?, ¿Qué nos está pasando cómo país? Esto merece un detallado análisis y políticas estatales que impidan que nos sigan desapareciendo infamemente. Mientras tanto, las locas, las madres, las mujeres seguirán cada día de sus vidas clamando por justicia. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media