Los desastres naturales, encabezados por el huracán Katrina, y la ocupación de Iraq dominaron los informativos televisivos en Estados Unidos en 2005, ocupando casi la mitad de los minutos de noticias de las tres principales cadenas nacionales. Las noticias vinculadas con Iraq ocuparon 15 por ciento de los casi 14.000 minutos de noticias en las […]
Los desastres naturales, encabezados por el huracán Katrina, y la ocupación de Iraq dominaron los informativos televisivos en Estados Unidos en 2005, ocupando casi la mitad de los minutos de noticias de las tres principales cadenas nacionales.
Las noticias vinculadas con Iraq ocuparon 15 por ciento de los casi 14.000 minutos de noticias en las cadenas ABC, CBS y NBC el año pasado, pero el porcentaje es casi un tercio inferior al de 2004 y menos de la mitad del de 2003.
«Es irónico y perturbador el hecho de que la cobertura de la guerra por parte de las cadenas esté disminuyendo justo cuando está más acalorado el debate sobre qué hacer en Iraq», dijo a IPS el analista Dan Hallin, de la Universidad de California, en la sudoccidental ciudad de San Diego.
«Esto claramente refleja el interés en la cobertura de desastres naturales, pero probablemente también el hecho de que la guerra es menos interesante como noticia en la televisión cuando se transforma en noticia política y asunto divisivo», añadió.
De hecho, la caída en la cobertura de Iraq se debió en especial a la mayor atención prestada a los huracanes Katrina, Rita y Wilma, que azotaron la zona del golfo de México, así como al devastador terremoto en Cachemira, el 8 de octubre, y los acontecimientos que siguieron al maremoto en el océano Índico el 26 de diciembre de 2004.
Los datos fueron divulgados el lunes por ADT Investigaciones, con sede en Nueva York, que realiza desde 1987 estudios y seguimientos como los llamados informes Tyndall, del presidente de la institución, Andrew Tyndall, sobre la programación de las cadenas noticiosas estadounidenses.
Liderados por Katrina, los desastres naturales recibieron una cobertura de más de 2.200 minutos en 2005, o 20 por ciento del total, más de tres veces del promedio anual en los últimos 16 años, según el informe.
Katrina, que devastó la sudoriental ciudad de Nueva Orleans y causó varios dolores de cabeza al presidente George W. Bush, recibió 1.153 minutos de tiempo al aire en las tres cadenas. Las secuelas del maremoto en Asia, que mató a más de 250.000 personas, recibieron una cobertura de 250 minutos.
Algunos consideran que el aumento en la cobertura de los desastres naturales en 2005, a expensas de importantes asuntos de política exterior, es un «regreso a la normalidad» después de la invasión a Iraq.
«Los noticieros reproducían a todo dar los combates directos que involucraban a las fuerzas de Estados Unidos, pero una vez que los principales combates terminaron y se prolongó la lucha contra la insurgencia, las cadenas comenzaron a enfocar su atención en asuntos más fáciles de contar», afirmó William Dorman, profesor de comunicaciones en la Universidad del Estado de California, en la occidental ciudad de Sacramento.
«A pesar de todo lo que se habla sobre cómo ha cambiado el mundo y el periodismo después (de los atentados terroristas) del 11 de septiembre (de 2001 en Nueva York y Washington), a los medios no le tomó mucho tiempo volver a sus patrones de cobertura periodística habituales», agregó.
Después de Iraq, Katrina y el maremoto, las noticias que más acapararon tiempo en el aire fueron la muerte del papa Juan Pablo II, a quien las cadenas le dedicaron 246 minutos, y los atentados en Londres, con 221 minutos.
A pesar del crecimiento de la televisión por cable e Internet como vías de información, los noticieros de la noche de las principales cadenas televisivas siguen siendo por lejos la más importante para el público estadounidense.
En una noche promedio, entre 25 millones y 30 millones de personas, 10 por ciento de la población del país, sintonizan al menos uno de los tres noticieros de 30 minutos.
Otro asunto que se metió entre la lista de 20 noticias con mayor cobertura en las tres cadenas fue la polémica por el «derecho a morir» de Terri Schiavo, una mujer que permanecía en estado vegetativo desde 1990, hasta que su esposo fue autorizado por la justicia a retirarle los tubos que la mantenían viva, a pesar de la resistencia de sus padres.
Schiavo fue considerada por el Informe Tyndall «la mujer que más cobertura mereció en el año».
La propagación de la gripe del pollo, que mató a una docena de personas en Asia, también ingresó en la lista de las 20 noticias de mayor cobertura.
Pero el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que acabó con la vida de más de tres millones de personas el año pasado, casi no recibió atención de las cadenas. Menos de 15 minutos fueron dedicados a la pandemia en África, donde murieron dos millones de enfermos, subrayó Andrew Tyndall.
De hecho, África casi no existió para las cadenas de noticias de Estados Unidos el año pasado. La mayor parte de la cobertura del sida se cifró en las deliberaciones del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos para ayudar al continente africano.
Tyndall señaló que las cadenas habían previsto originalmente dedicarle más atención a los problemas de África durante la reunión en julio de los jefes de Estado y de gobierno del G-8 en la localidad escocesa de Gleneagles, pero los atentados en Londres acapararon la atención.
Mientras, la continua violencia en la occidental zona sudanesa de Darfur, que el propio Bush calificó de «genocidio» a fines de 2004, recibió sólo 20 minutos de cobertura, aunque le valió para convertirse en la principal noticia africana del año para las tres cadenas estadounidenses.
La sequía y el hambre en Níger, que se calcula mataron a decenas de miles de niños y niñas, ocupó apenas nueve minutos al aire.
América Latina fue también casi invisible. Aparte de los huracanes que impactaron en el Caribe y el golfo de México, entre las noticias más relevantes de la región para las tres cadenas se destacaron las actividades y los discursos del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que recibió 11 minutos de atención en todo el año.
La situación en la frontera con México acaparó 31 minutos de los noticieros en 2005, mientras que las medidas contra los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos ocuparon otros 22 minutos.
Por otra parte, pese a la alarmante nueva evidencia del cambio climático –como la drástica disminución del hielo ártico y el hecho de que 2005 fue el año más caliente registrado en el hemisferio norte–, las cadenas estadounidenses sólo le dedicaron espacio cuando lo vincularon con los huracanes.