En la situación actual, el paso de una fase a otra del confinamiento funciona aparentemente con criterios científicos, pero en un contexto de guerra entre el negocio privado y la salud de todos. El gobierno dice apostar por la salud y los empresarios, la presidencia de la Comunidad de Madrid y muchos otros, por el negocio privado.
La lucha así, ya no se plantea entre el bicho y la salud de los españoles, sino, como siempre, entre los intereses particulares y los generales.
Las presiones de los intereses privados sobre el gobierno están siendo tremendas y, en ese contexto, los informativos de RNE de las 8 y de las 14 de hoy, han dedicado la mayor parte de su tiempo a recoger las quejas de los intereses privados y ni una palabra para la pobreza y el hambre que se dan en este país. Los bancos de alimentos parecen tabú, sabemos que existen, pero no se mencionan. Las líneas informativas de estos programas sólo se dedican a la defensa (dar voz a unos y no a otros, ya es una forma de defensa) del negocio, como haría cualquier emisora privada.
La mayoría de los españoles no somos empresarios y tenemos muchos problemas que se están ocultando para mostrar sólo los de algunos.
Si RNE la pagamos entre todos y más del 80% de la recaudación impositiva procede de las familias, ¿Por qué defiende los intereses de una minoría? El argumento de que defendiendo a la empresa se defiende a los trabajadores, se ha demostrado falso, sobre todo después de las últimas reformas laborales, porque trabajar ya no garantiza un salario capaz de solucionar las necesidades básicas.
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