Un informe elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos revela que las distintas formas de comercialización y promoción del tabaco, así como los medios de comunicación, contribuyen a incrementar el consumo, especialmente en la niñez, la adolescencia y la juventud. Según una nota de la Campaña para Niños Libres de Tabaco, la […]
Un informe elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos revela que las distintas formas de comercialización y promoción del tabaco, así como los medios de comunicación, contribuyen a incrementar el consumo, especialmente en la niñez, la adolescencia y la juventud.
Según una nota de la Campaña para Niños Libres de Tabaco, la investigación, titulada «El Rol de los Medios respecto de la Promoción y Reducción del Consumo de Tabaco», resalta la importancia de la prensa en la educación y sensibilización sobre las consecuencias mortales de consumir dicho producto.
El estudio, elaborado con la revisión de aproximadamente mil documentos sobre comercialización, psicología, comunicaciones, estadísticas, epidemiología y salud pública a nivel mundial, enfatiza que las tabacaleras se valen de la manipulación para fomentar el consumo.
Las grandes compañías saben que los medios de comunicación constituyen importantes aliados en la lucha por controlar la adicción al tabaco, sin embargo, constantemente ejecutan campañas publicitarias dirigidas a la adolescencia y la juventud para aumentar sus ganancias, señala el informe.
Directivos del Instituto Nacional del Cáncer han llamado a los gobiernos para que adopten y ratifiquen el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El tratado compromete a los gobiernos a implementar medidas científicamente comprobadas para reducir el consumo del tabaco, incluidas las prohibiciones totales de la publicidad, promoción, patrocinio y campañas en los medios de comunicación para educar a la población sobre los peligros mortales de la adicción.
El consumo de tabaco mató a 100 millones de personas en el siglo XX y si la tendencia continúa, cobrará la vida de aproximadamente mil millones de niños, niñas, mujeres y hombres en la presente centuria, especialmente a los más pobres, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).