En los próximos días, simplemente apague los canales televisivos como CNN, , BBC, New York Times, Guardian, Times, etc.
Los medios occidentales están preparando al público para un ataque de falsa bandera en la planta de energía nuclear de Zaporozhye (ZNPP) [en Ucrania] para culpar a Rusia del mismo. Este ataque seria el pretexto perfecto para que Estados Unidos y la OTAN pudieran intervenir directamente en su guerra de poder [proxy war]para apoyar al régimen de Kiev.
Desde hace más de un mes, el régimen de Kiev lanzó su contraofensiva fallando completamente en sus objetivo de hacer retroceder las líneas de defensa rusas. De hecho, parece que las fuerzas rusas están ganando más territorio en el este de Ucrania. La situación militar se está convirtiendo en un fiasco para el régimen respaldado por la OTAN en Kiev.
Meses de una contraofensiva altamente publicitada en los medios, ha resultado en una derrota de las fuerzas ucranianas a pesar de los suministros masivos de armas de EE. UU. y sus aliados de la OTAN. Los gobiernos y los medios occidentales apenas pueden ocultar la realidad de que la guerra por encargo de la OTAN en Ucrania contra Rusia se está convirtiendo en una debacle histórica. ¿Cuánto tiempo puede continuar la farsa antes de que el público estadounidense y europeo exija respuestas?
Los días 11 y 12 de julio tendrá lugar una importante cumbre de la OTAN en Vilnius, Lituania; el representante de la alianza en Kiev presentará la vergüenza del desastre del campo de batalla. Esto tendrá graves repercusiones políticas para Washington y para la Unión Europea, que ha canalizado cerca de 200.000 millones de dólares en apoyo militar al régimen de Kiev desde que estalló el conflicto en febrero del año pasado.
Volar la planta de energía nuclear de Zaporozhye es una forma de cambiar drásticamente la narrativa, aunque sea un acto de desesperación criminal. La central eléctrica es la instalación nuclear civil más grande de Europa. Un ataque fatal con misiles en la ZNPP provocaría una lluvia radiactiva que engulliría grandes extensiones de Europa, incluida Rusia, con una contaminación potencialmente mortal.
Las fuerzas rusas se hicieron cargo de la ZNPP en marzo pasado, días después de lanzar su operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero. Desde entonces, el régimen de Kiev ha disparado rutinariamente contra la central eléctrica utilizando cohetes suministrados por Estados Unidos y la OTAN.
Moscú ha presentado evidencia empírica de fragmentos de misiles de la OTAN -procedentes de ataques aéreos- en los tanques de enfriamiento de la planta. El organismo de control nuclear de la ONU, la Agencia Internacional de Energía Atómica, ha visitado la ZNPP varias veces y sabe desde dónde se disparan los misiles, pero la Agencia es notoriamente reacia a identificar públicamente a los perpetradores. Se limita a hacer vagas declaraciones expresando preocupación por la seguridad y la seguridad pública.
Los medios occidentales han tergiversado la narrativa del régimen de Kiev afirmando que el ZNPP está siendo bombardeada por las fuerzas rusas a pesar de lo absurdo de tales afirmaciones dado que el ejército ruso controla la planta nuclear.
La situación es una repetición del sabotaje a la central hidroeléctrica de Kakhovka. La represa fue volada el mes pasado por el régimen de Kiev utilizando cohetes HIMARS suministrados por Estados Unidos. Sin embargo, los medios occidentales inmediatamente culparon y continúan culpando a Rusia por ese sabotaje a pesar de que Moscú había estado advirtiendo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas durante meses que el régimen de Kiev planeaba atacar la represa. Y a pesar de que las fuerzas rusas tenían el control de la presa.
Increíblemente, dado ese precedente obvio, ahora se está preparando intensamente un ataque de falsa bandera contra la planta nuclear de Zaporozhye. El régimen de Kiev ha intensificado las advertencias públicas de que las fuerzas rusas han minado la ZNPP y la van a volar por los aires. Es preocupante que los medios occidentales estén amplificando estas afirmaciones a pesar de que los inspectores de la Agencia han dicho que no ven evidencia de que Rusia haya minado la estación nuclear.
El periódico The British Times afirmó esta semana que el presidente ruso Vladimir Putin se enfrenta a un “momento peligroso” de disidencia interna dentro de Rusia debido a las supuestas pérdidas de guerra en Ucrania y al motín frustrado por el jefe militar privado Yevgeny Prigozhin. The Times está sembrando la idea de que “Putin podría hacer estallar el ZNPP para reforzar su autoridad desgastada”.
En ese caso, insta The Times, la OTAN debería intervenir directamente con tropas sobre el terreno en Ucrania. “Esa sería la forma más rápida de poner fin a la guerra cruel y neutralizar el régimen corrupto de Putin”, argumentó el periódico con un razonamiento hipócrita.
La máquina de propaganda de los medios occidentales está -una vez más- dando la vuelta a la realidad. El motín de Prigozhin el 24 de junio fue un fracaso abyecto porque las fuerzas armadas rusas y el público ruso rechazaron resueltamente el complot a medias, permaneciendo leales al liderazgo del presidente Putin. Existe una fuerte evidencia de que el complot fue un intento de golpe respaldado por la inteligencia occidental orquestado por el MI6 de Gran Bretaña, como Scott Ritter ha analizado exhaustivamente.
Habiendo fracasado en desestabilizar a Rusia y derrocar al gobierno de Putin, la CIA y el MI6 de Gran Bretaña a través de sus confiables medios de comunicación occidentales están recurriendo a una narrativa de consuelo de que la autoridad de Putin ahora enfrenta un “momento peligroso”. Esto está fabricando un preludio para volar la ZNPP.
Pero no será Rusia quien bombardee una planta nuclear donde están estacionadas sus fuerzas. Será el régimen de Kiev el que utilice municiones de la OTAN y la inteligencia de objetivos de EE. UU. y Gran Bretaña, como fue el caso en el sabotaje de la represa de Kakhovka el 6 de junio.
El régimen de Kiev está ordenando a los civiles que evacuen las áreas cercanas a la ZNPP, mientras que sus jefes militares y de inteligencia están delineando «planes de contingencia» sobre cómo lidiar con las consecuencias de un supuesto ataque ruso. Todo esto es un poco demasiado teatral, lo que indica que hay una planificación orquestada.
Los medios occidentales han encubierto o no informado continuamente sobre los ataques aéreos habituales del régimen de Kiev contra el ZNPP durante el último año. En cambio, los medios han tergiversado audazmente la narrativa para implicar a Rusia. Ahora, los medios occidentales están preparando la falsa bandera que se avecina al tratar de convencer al público de que Rusia está perdiendo la guerra en Ucrania y que Putin está perdiendo autoridad entre los rusos comunes.
Hacer luz de gas al público es lo que mejor hacen los medios occidentales, no “informar”. Así ha sido durante décadas, pero nunca la función de los medios ha sido tan evidente como durante la guerra de poder liderada por Estados Unidos en Ucrania contra Rusia.
El régimen neonazi de Kiev, sorprendentemente corrupto, está desesperado por mantener el escándalo de la guerra a toda costa, al igual que la industria armamentística occidental y sus políticos comprados y pagados (ya sean demócratas o republicanos, liberales o conservadores, todos son del Partido de la Guerra).
Los ideólogos de la OTAN están desesperados por ocultar su debacle, que en realidad está financiada por el empobrecimiento del público occidental. Putin no es el que está desesperado. Son los Estados Unidos y sus sátrapas europeos quienes son como las ratas en un rincón.
Si estos forajidos hacen estallar la planta nuclear de Zaporozhye, eso equivale a que la OTAN arroje una bomba sucia sobre Rusia.
Y todo el Luz de gas “gaslighting” de los medios occidentales está desencadenando una catástrofe termonuclear.
Aquí hay una propuesta, solo una entre otras posibilidades: una campaña contra la guerra podría considerar al público occidental abiertamente y en masa apagando sus televisores y canales de medios tóxicos.
Para los próximo dias simplemente apague CNN, Fox, BBC, New York Times, Guardian, Times, etc. En una protesta concertada y sincronizada. ¡Apágalo! Antes de que estos locos apaguen todo el planeta.