Recomiendo:
0

Cronopiando

Los medios también pasan página

Fuentes: Rebelión

Hace unos días que un largo centenar de civiles afganos ha muerto bombardeados por la aviación estadounidense en esa infame guerra en la que, igualmente, participa España, como corresponde a un estado moderno y civilista al que le repugna la violencia, cuando los medios españoles, casi a la vez que se entierran los despojos que […]

Hace unos días que un largo centenar de civiles afganos ha muerto bombardeados por la aviación estadounidense en esa infame guerra en la que, igualmente, participa España, como corresponde a un estado moderno y civilista al que le repugna la violencia, cuando los medios españoles, casi a la vez que se entierran los despojos que dejaron las humanitarias bombas, también echa tierra a la noticia.

Ni siquiera ha habido tiempo para que publicaran ese habitual recuento de terrores cuando son otras las bombas y los muertos.

Ya Estados Unidos, como es costumbre, aclaró a la opinión pública que se ha tratado de otro error y que se van a ocupar de investigarlo, con lo que satisfecha cualquier duda o respingo que pudiera producirse entre los malpensados, todo vuelve a la normalidad: Obama a sus amables maneras, el cambio al Capitolio y la credulidad más absoluta a las redacciones de los medios.

Hay que pasar página y, al igual que en el caso de los centros de tortura de Guantánamo o Abu Ghraib, seguir mirando hacia el futuro con optimismo, con renovada fe en el cambio prometido.

Al periódico español El Mundo no hay que decírselo dos veces. Cuando todavía no se sabe el número exacto de civiles asesinados por las bombas de la aviación de Obama, ni sus identidades, ni si se guardarán minutos de silencio o habrá concentraciones de repulsa o manifestaciones de víctimas del terrorismo, cuando aún se ignora el color del lazo a diseñar como protesta, cuando todavía nadie se ha pintado las manos de blanco por el penúltimo «error» cometido en la llamada «reconstrucción» de ese país, ya engalana su portada con otra importante noticia en relación al caso: «La nueva estrategia de Estados Unidos en Afganistán se empieza a notar en la ampliación de bases y operaciones».

Obviamente, no en la ampliación de cementerios.

Y el periódico El País, que como el resto de los grandes medios de comunicación tampoco es partidario de abundar en detalles escabrosos al respecto de incidentes parecidos, deja en paz a los muertos, siempre que sean afganos o iraquíes o palestinos, y pasa a ocuparse del futuro, del nuevo presidente Obama, del enorme respaldo y confianza que acumula quien fuera comparado con Martin Luther King, con Ghandi, con la Madre Teresa de Calcuta, ya que no dedicado a entregar su vida a los indigentes, sí dispuesto a conceder otros 56 mil millones de dólares a los diez bancos más necesitados.

Todo sea por el cambio.