Cada vez más periódicos tradicionales apuestan por que sus ediciones online sean de pago. Aunque por un lado estén creando élites informativas, por el otro dejan espacio a otros medios que distribuyen libremente la información.
David Simon, periodista y director de la exitosa serie The Wire, desató una gran polémica a mediados de 2009 con un artículo en el que mandaba un claro mensaje a los editores de los grandes periódicos: «Los contenidos cuentan. Tenéis que encontrar una manera, en el nuevo mundo digital, de hacer que la gente pague por ellos. Construid un muro». No fue la primera voz (ni la última) que defiende la prensa digital de pago, pero llegó antes de que el magnate británico de los medios, Rupert Murdoch, empezara a cobrar por la lectura de los contenidos de The Times y Sunday Times.
Dos años después, el 28 de marzo,The New York Times (NYT) alzó el muro blasonado por Simon. Este muro limita a 20 los contenidos (escritos o multimedia) que quien no pague la suscripción puede visualizar. Según los primeros análisis, el paywall(muro de pago) habría hecho bajar las visitas a la web del NYT entre el 5% y el 15%. Aunque sea pronto para juzgar la situación del periódico neoyorquino, las webs del imperio de Murdoch a finales de 2010 constatabanuna disminución de dos tercios en las visitas. Según James Breiner, analista de medios digitales en Latinoamérica, esto puede ser una oportunidad para una información que nazca «desde plataformas que ofrezcan mejor oportunidad de crear una comunidad de intereses y servirla bien».
Encontrar un foco y a la carga
Lo de cobrar por las noticias es algo en lo que, según destaca Breiner,»sólo los medios muy especializados, por ejemplo los económicos, tendrán éxito», como demuestran los casos de Financial Times o The Wall Street Journal. La razón por la que la gran mayoría de los medios no pueden cobrar «es porque la información está disponible en otros espacios», sigue Breiner. «Ya existe una élite de la información. En México por ejemplo, con 110 millones de personas, la circulación de los diarios es de sólo dos millones, es decir que llegan a menos del 2% de la población. Pero la cifra de mexicanos en Facebook, 16 millones, es 8 veces superior. Y se enlazan muchos artículos interesantes. De esta manera la gente tiene acceso a la información general».
En este panorama, hay pequeñas plataformas digitales especializadas que consiguen aprovecharse de la mala cobertura de los grandes medios sobre muchos asuntos (desde los derechos humanos, hasta la crónica hiperlocal por el medio ambiente). Webs como la mexicana bionero. org, espacio de comunicación colaborativo sobre temas sociales y medioambientales, u oloramitierra-.com.mx, medio alternativo onlineque informa sobre la situación en Oaxaca, son ejemplos de cómo un pequeño medio de información puede llegar a llenar el espacio dejado vacío por los medios institucionales. Y vivir de ello, con la publicidad temática que hospedan en su páginas.
Gracias a esto, según Breiner, una vez buscado el foco de su atención,»un medio puede evitar ser esclavo de sus patrocinadores por obtener decenas de ellos y no depender de uno sólo».
Publicidad, ¿única vía?
Mientras la publicidad online aumenta, más que los medios quien se beneficia de ello son los agregadores como Google o AOL. Los medios locales españoles no alcanzan más del 5% o 6% de sus ingresos de la publicidad online, cifra que llega al 15% y 16% cuando se habla de los grandes grupos mediáticos, según el análisis de Juan Varela en su blog Periodistas21. Según este experto en periodismo y medios de comunicación,»mientras se mantiene el negocio tradicional, hay que desarrollar con decisión las nuevas oportunidades».
Frente a esta situación, el Free Culture Forum presentó en 2010 unproyecto de modelos sostenibles para la creatividad en la era digital. Según esta plataforma internacional,existen «opciones intermedias y éticas, como anuncios selectivos conectados con proyectos afines»que permiten no ahogar de publicidad al consumidor digital. El proyecto destaca que el público está dispuesto a pagar por los productos o bienes culturales siempre y cuando considere que el precio es razonable y el pago no restringe su libertad. Prueba de ello son las experiencias de las plataformas decrowdfunding.
Por su parte, los grandes medios españoles no parecen ir en esta dirección.El País, a finales de 2002, decidió ofrecer sus contenidos digitales de pago, con el resultado de dejar en bandeja de plata a Elmundo.es el liderazgo de la prensa digital en castellano. Hoy en día ambos se encuentran disponibles gratis online, al igual que el diario ABC, aunque reservan secciones exclusivas para sus abonados (desde la descarga de la edición en PDF hasta contenidos extra o la hemeroteca).
El Mundo ha dado un paso más, ha integrado su participación en Veo7 (TDT) y ha creado un híbrido entre papel y digital (Orbyt), que obliga a sus periodistas a»multimedializarse» y hacerse reciclables en cualquier forma, de la prensa escrita a la televisada. Sin que esto suponga ninguna mejora de de sus contratos, como denunció la redacción de este periódico a finales de 2010.
Pero los resultados no dejan otra opción, de momento a los grandes medios, que mantener la publicidad como la mejor opción para recaudar fondos, con el hándicap de la presión del anunciante sobre la línea editorial. Por ello, dos periodistas del mexicano El Portal fueron despedidos a finales de marzo. En este caso, el anunciante era el Gobierno estatal, que puso como condición para mantener la publicidad en el medio que estos dos trabajadores abandonaran la redacción. Y no debemos olvidar que las instituciones públicas son uno de los mejores clientes publicitarios.
OTRAS VÍAS PARA EL PERIODISMO
MEDIAPART.FR
Este medio digital francés se apoya en una redacción de poco más de 30 personas, declara contar ya con 40.000 suscriptores. Creado en marzo de 2008 entre otros por Edwy Plenel, ex director de Le Monde, logró la fama con un scoop (caso Bettencourt) sobre la presunta financiación ilegal del partido de Sarkozy. El precio de la suscripción es muy bajo: 9 euros al mes. Los editores cuentan con llegar a 55.000 suscriptores en el 2012, con los que lograrían el equilibrio financiero.
‘CROWDFUNDING’
La página spot.us es un proyecto open source pionero en los reportajes impulsados por la comunidad de internautas. Los periodistas autónomos proponen en la página sus reportajes y cada internauta da su aportación económica hasta lograr lo necesario para realizar el reportaje. Proyectos parecidos, siempre basados en el crowdfunding son el francés J’aime l’info, que acaba de arrancar, o -aunque traten proyectos de todo tipo- los españoles Lanzanos. es y Verkami.com.
DIFERENTES MODELOS DE MEDIOS DIGITALES DE PAGO
LE MONDE
Este periódico francés permite el libre acceso a las noticias de última hora y las coberturas en directo, así como las noticias del día a partir del mediodía. Donde su muro es mucho más férreo es en el acceso a la hemeroteca, a todos los contenidos infográficos y a la posibilidad de crear un blog en el directorio del periódico, que está únicamente reservada para las personas que estén suscritas.
THE NEW YORK TIMES
Desde el 28 de marzo, el periódico estadounidense ha creado su paywall. Quien no sea suscriptor puede ver un máximo de 20 contenidos al mes. Esta cifra se eleva a 25 si se accede a ellos a través de una búsqueda en Google. Pero su gran apuesta está en el veto al acceso a cualquier artículo desde las redes sociales. Según algunos analistas, este intento representa «la última posibilidad para los periódicos digitales de pago».
FINANCIAL TIMES
Este ‘salmón’ dio una esperanza a quienes creían en los medios de pago, cuando en 2003 se convertía en el primer digital por número de abonados. En 2010, gracias a su versión para tabletas declara haber ganado 200.000 suscriptores más. Su mayor éxito, especializarse en Wall Street y sus brokers, dando herramientas de seguimiento en tiempo real de las transacciones financieras.
Fuente original: http://www.diagonalperiodico.net/Los-muros-de-los-grandes-medios.html