Allí se puso de manifiesto el gran abismo que existe en nuestra región entre lo que realmente sucede y cómo se cuenta en los periódicos, la televisión o la radio. Se habló largo y tendido, en tres apretadas sesiones, de las complejas relaciones entre política, ciudadanía y medios de comunicación, así como de la sensación […]
Allí se puso de manifiesto el gran abismo que existe en nuestra región entre lo que realmente sucede y cómo se cuenta en los periódicos, la televisión o la radio.
Se habló largo y tendido, en tres apretadas sesiones, de las complejas relaciones entre política, ciudadanía y medios de comunicación, así como de la sensación creciente que tiene la sociedad extremeña de que la prensa «oficial» no les cuentan la verdad de lo que está sucediendo, de ahí la importancia creciente de los medios alternativos, como éste periódico, por ejemplo, desde el que ahora estoy escribiendo para vosotros esta columna.
Cómo os decía, las Jornadas, que tuvieron lugar en la Casa de la cultura de Moctezuma de la capital cacereña, se estructuraron en tres partes: La primera fue una reflexión teórica acerca del papel que juega la prensa, la televisión o la radio en la sociedad española en general, y en la extremeña, en particular. La segunda consistió en un debate, o mesa redonda, sobre la realidad de los medios de comunicación en la Extremadura actual, y la tercera, ya por la tarde, sirvió para presentar algunas propuestas de medios de comunicación alternativos.
Desde las 11 de la mañana hasta las 21 horas, con una pausa para comer, el encuentro fue maratoniano y muy participativo, ya que contó con la presencia de numerosas personas y colectivos, que, sin ser de IU, se mueven en el ámbito de la izquierda en nuestra región, lo que enriqueció el debate y dilató, en cada uno de los casos, el tuno de preguntas abierto al público. Allí estuvieron representantes de la CGT, de la Plataforma Ciudadana Cerrar Almaraz, del Colectivo por la Libertad de Expresión de Cáceres, una amplia representación de profesores de la UEX en la capital cacereña, así como del colectivo de periodistas de la ciudad. Así como el director de teatro extremeño José Manuel Villafaina o la diputada regional de IU Teresa Rejas.
En el primer apartado, el teórico, conocimos las opiniones del profesor de la UNED, Manuel López Calvo, y del también profesor emérito y escritor, Vicente Romano, quienes fueron presentados por el Coordinador General de IU Extremadura, Víctor Casco. Se trataba de hacer una reflexión inicial sobre el papel que juegan (y el que deberían jugar) los medios de comunicación en nuestra sociedad, tanto en el ámbito nacional como regional.
El primero en intervenir fue Manuel López Calvo, profesor de la UNED y autor de libro «América Latina a través del espejo mediático español: el caso de Venezuela». López Calvo explicó que en los últimos años en España se está dando un cambio en el papel que venían desempeñando los medios como espacio comunitario de reflexión social y vertebradores del debate público. Hay un trasvase, comentó, de lo público a lo privado. El discurso político se ha transformado en un discurso más estético que ético. Ha quedado reducido a un ejercicio publicitario y persuasivo, simplificado y basado en gestos. Esto nos está llevando, decía el profesor cordobés, a una personalización de la política que se focaliza en los caudillos. Además, hay una tecnificación, una burocratización y una profesionalización de la política. Se crea la necesidad del marqueting y aquí el tener dinero para financiar una campaña empieza a adquirir mayor importancia que antes. A todo esto se añade el desprestigio de lo público y la machacona insistencia en el mensaje de que todo funciona mejor en manos privadas. En todo este entramado, concluía el profesor, los medios han dejado de ser controlados por la sociedad o por los políticos y han pasado a estarlo directamente por los agentes económicos.
Por su parte, Vicente Romano, profesor jubilado y escritor, estructuró su charla en tres partes: poder, medios y el papel que juega la televisión. Para romano, el poder siempre se ha caracterizado por disponer del tiempo de los otros: el rico que compra a las personas con su dinero. En la antigua Roma eran los esclavos, después, en la Edad Media, fueron los campesinos los campesinos o los soldados que trabajaban para un señor feudal, hoy en día son las grandes cadenas y las estrellas mediáticas de la TV quienes compran nuestro ocio y adormecen nuestras conciencias, nos hacen malgastar nuestro tiempo que podría ser empleado en algo mucho más valioso. Vicente Romano añadía que, sin embargo, el capitalismo no ha podido cubrir las necesidades reales de comunicación y relación con el resto de sus semejantes que tenemos los seres humanos. Y afirmó «todo lo que tiene que ver con la comunicación es una forma de poder». Los medios, en general, han dejado de lado la rentabilidad social para buscar, casi exclusivamente, una rentabilidad económica. El uso y abuso de los círculos económicos y de poder sobre los mismos plantea hasta qué punto pueden ser democráticos. Por último, el profesor se refirió al efecto ritualizador de la televisión que se transmite en la pose de los líderes políticos que hablan siempre desde lo alto de una escalinata o en un atril, una imagen estudiada y nada real, que impide que se expresen los seres humanos con naturalidad, lo que debería ser la verdadera función de este medio audiovisual tan influyente.
La segunda actividad fue un debate sobre los medios de comunicación en Extremadura en la que intervinieron: Antonio Tinoco, director del Periódico Extremadura, José Enrique Pardo, Jefe de informativos de la Cadena COPE en Extremadura, Antonio Hidalgo, periodista de RTVE en el Centro Territorial de Extremadura, José Carlos Manzano, de Libre Producciones, Claudio Manzano, periodista del Diario Hoy en Cáceres y Juan Sánchez, profesor de la UNEX y miembro de IU en el consejo de Administración de Canal Extremadura. La mesa redonda fue moderada por esta columnista de Extremadura al Día.
El director del Periódico Extremadura, Antonio Tinoco, comenzó formulando una pregunta a los presentes: ¿Creéis que la prensa que tenemos en Extremadura responde a vuestras expectativas y necesidades de información? Ante un auditorio que dijo mayoritariamente ¡No!, Tinoco concluyó «la prensa que tenemos no se corresponde con la prensa que queremos: hay una gran distancia entre la realidad y el deseo». Pero, también el receptor tiene su parte de culpa, añadió. El número de lectores de prensa en Extremadura es la mitad de la media nacional y, sin embargo, se da la paradoja de que los extremeños somos los españoles que más televisión consumimos. Se dice que los periódicos han dejado de ser instituciones sociales, explicó el director del Extremadura, han hecho dejación de su tarea de instrumentos de expresión social. ¿Es toda la culpa de los periodistas o también de los propios ciudadanos?
Por su parte, José Enrique Pardo, jefe de informativos de la cadena COPE en Extremadura, habló de que a los periodistas en nuestra región les falta valentía, algo tan necesario en ésta como en otras profesiones. Y puso como ejemplo el tema de las manifestaciones que ha convocado la Plataforma Ciudadana Refinería No. Este tema, argumentó, se ha silenciado mucho. Aquí ha habido una consigna de silencio absoluto. Han pasado cosas muy graves, atentados a la libertad de expresión y la democracia, por los que tenían que haberse producido dimisiones, y no las ha habido. Nosotros, en la cadena COPE, explicó, perdimos la publicidad de los informativos por darle voz a los miembros de la Plataforma refinería NO. «Yo, personalmente», dijo Pardo, «estoy a favor de la refinería, pero si veo que salen tres mil o cinco mil personas a la calle no puedo decir que hay doscientas o trescientas. Es una cuestión de ética periodística.»
Claudio Mateos, del Diario Hoy en Cáceres, habló del día a día del trabajo de los informadores y afirmó que los medios ya sabemos que no son objetivos e independientes, porque no pueden serlo. «Lo único que se le debe pedir a un periodista es que sea honrado y veraz». Y dijo no estar de acuerdo, personalmente, con el modo en que su periódico ha tratado hasta ahora el tema de la refinería, aunque recordó, en la tribuna de opinión se han recogida bastantes colaboraciones de personas relevantes en nuestra región que han expuesto su postura en contra el proyecto de Alfonso Gallardo.
Capítulo aparte mereció el tema de la televisión y la radio pública, tanto la situación actual del Centro Territorial de Televisión Española y RNE en nuestra región, como el modo en que se ha creado el nuevo Canal Extremadura.
Antonio Hidalgo, periodista de RTVE, fue muy crítico con el Plan de la SEPI y del gobierno central para la reducción drástica de la plantilla y de los centros territoriales tanto de TVE como de RNE. «Es una decisión», dijo, «que se ha adoptado teniendo en cuenta sólo criterios economicistas. Los elementos se han invertido: primero la economía y luego los servicios públicos. El Plan de viabilidad son unas tijeras: sólo se pueden pagar 5. 160 nóminas, y nada más».
Juan Sánchez, representante de IU en el Consejo de Administración de Canal Extremadura, explicó como se ha ido llevando a cabo todo el proceso hasta la puesta en marcha, tanto de la radio, como de la TV autonómicas. Aclaró que IU no apoya el convenio por el cual se puede llevar a cabo la surrogación de los actualmente trabajadores de RTVE al nuevo ente. Sánchez comentó que, en la actualidad, tanto la radio como la TV regionales están en período de pruebas y en fase de consolidación. En cuanto a los contenidos de su programación, donde le interesa especialmente incidir a IU, ya se sabe que la cadena de TV va a producir sólo los informativos y que, para el resto de los espacios se contratarán con productoras, como ha sido el caso reciente de la del periodista Agustín Bravo y su programa magazine de las tardes: «Bravo por Extremadura».
Por su parte, José Carlos Manzano, de Libre Producciones, una de las productoras extremeñas que realiza espacios para Canal Extremadura, concretamente «El Lince con Botas», expresó su clara desconfianza hacia la calidad de los contenidos de la nueva TV regional. Manzano contradijo a Sánchez y afirmó que el canal Extremadura está «consolisadísimo» porque hay detrás de él una estrategia del gobierno de Rodríguez Ibarra para utilizarla como medio de propaganda. «Se dice, en la declaración de intenciones, que promoverá los contenidos educativos y la sociedad de la imaginación», comentaba, «pero, la realidad, es que se están comprando productos a Hollywood como las serie «El Profesor Chiflado» o el «Superagente 86». El representante de Libre Producciones se preguntaba ¿Qué control de calidad existe? ¿Porqué se ha desplazado del horario de mayor audiencia el programa «El Lince con Botas» que es una producción extremeña a favor de programas que vienen de fuera: teleseries o figuras mediáticas como Agustín Bravo?
La tercera y última mesa la dirigió mi compañero de IU Cáceres, Juan Andrade y estuvo dedicada a los medios de comunicación alternativos. Formaron parte de la misma Decio Machado, periodista de «Diagonal», un periódico de ámbito nacional que se edita quincenalmente y se define como «de actualidad crítica», Andrés Chacón, de «Nodo50», un servidor de contrainformación en Internet que recoge todas las informaciones de actualidad generadas por los colectivos, movimientos sociales y partidos políticos que se mueven en el ámbito de la izquierda, y Francisco Pérez, de «Tele K», una experiencia de televisión local alternativa que se puso en marcha en el barrio obrero madrileño de Vallecas.
Decio Machado denunció el poco espíritu crítico de la prensa en nuestro país y la creciente carencia de ética profesional por parte de los informadores. Respecto a la polémica sobre el tratamiento mediático que ha tenido en nuestra región el tema de la refinería, se sorprendió al conocer el apagón informativo del Diario Hoy a la Plataforma Refinería No. «En el último número de nuestro periódico, de tirada nacional, nos hacemos eco de la manifestación de Cáceres contra el proyecto de una refinería el Extremadura», explicó, viene en la contraportada y la ha redactado un periodista extremeño: Miguel Ángel Lucas». «Los medios somos el cuarto poder y un instrumento imprescindible para la democracia, comentaba Dacio, «no podemos limitarnos a escribir al dictado del poder, a la autocomplacencia, tenemos una responsabilidad ética con la sociedad. «Diagonal» trata de dar respuesta a toda esa masa crítica que no se conforma con versiones parciales, que quiere saber más, proponemos un periodismo alternativo, plural y de investigación que suple la falta de medios con militancia y compromiso por parte de los informadores.» Diagonal» lleva un año funcionando y sale a la calle cada 15 días. Tiene puntos de distribución por toda España. Ha realizado grandes reportajes de investigación, entre los más memorables, el que dedicó a La Fortuna del Rey o, en el último número, Los Negocios del Grupo Prisa en América Latina.
Andrés Chacón, de «Nodo50», habló de este servidor de contrainformación en Internet, que es algo así como una agencia de noticias (al estilo de lo que podría ser EFE) pero en plan alternativo, para entendernos. Produce noticias de los colectivos y los movimientos sociales, así como partidos políticos del ámbito de la izquierda, como IU, tanto de España como de América Latina. El nacimiento del Movimiento antiglobalización en 2001 lanzó definitivamente este portal que inicialmente estuvo vinculado a la onG «Sodepaz».
Por último pudimos conocer, por Francisco Pérez, nos contó la experiencia de la puesta en marcha de «Tele K», la televisión local de la barriada de Vallecas en Madrid. Recordó que fue en Vallecas donde nació la primera radio libre de España (en Mérida tuvimos una, «Radio Libélula» ¿Se acuerdan?) «Las han cerrado todas», explicó, «y ahora quieren hacer lo mismo con las televisiones locales». «Tele K» es una tele alternativa con una audiencia de 19 mil personas, que es también escuela de televisión para los jóvenes del barrio y cuenta para ellos con subvenciones del Fondo social Europeo. Realizan dos horas al día de producción propia con 10 trabajadores de plantilla y hasta 100 colaboradores. Sus protagonistas son los vecinos de Vallecas, los contenidos educativos y las diferentes culturas que allí conviven, incluidos los inmigrantes. La Comunidad de Madrid la quiere cerrar. Cinco mil personas se han manifestado para defenderla.