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Medios públicos en América Latina

Fuentes: Barómetro Internacional

Los medios públicos de comunicación e información se revigorizan como referencias alternativas al oyente, lector o espectador, que reconocen la necesidad de contrapesar contenidos antes de formar su propia opinión. La multiplicidad de fuentes nos brinda la posibilidad de comparar «imparcialidades» y posturas a fin de entender un asunto. Estos medios, al tener financiamiento estatal […]

Los medios públicos de comunicación e información se revigorizan como referencias alternativas al oyente, lector o espectador, que reconocen la necesidad de contrapesar contenidos antes de formar su propia opinión. La multiplicidad de fuentes nos brinda la posibilidad de comparar «imparcialidades» y posturas a fin de entender un asunto.

Estos medios, al tener financiamiento estatal y operar como instituciones de interés público se perpetúan como portavoces de la sociedad en su ansia por informaciones que tengan por propósito la formación de conciencia cívica y quizás, crítica.

El sistema público de comunicación no es reciente, pues cambia de nombre y lugar, amplía su área de actuación y diversifica su cobertura. Tampoco es un desarrollo originalmente latinoamericano, o una propuesta que solo se ha dado aquí. Basta con ver el éxito de la inglesa BBC.

Primero es necesario tener en cuenta que los medios de comunicación e información con cualquier fuente de recursos (estatales, privados o comunitarios) obtienen autorización del Estado para manejar un espectro público de tráfico, ondas o señales. De aquí es que algunos procedimientos puedan ser confundidos con «censura» cuando no pasaron del cumplimiento de requisitos para la renovación de la concesión, como pasó con la venezolana RCTV (Radio Caracas Televisión).

Los medios públicos surgen menos como contraposición a los privados que como referencia alternativa y socialmente sustentable de oferta comunicacional e informativa. Mientras la publicidad y los valores empresariales sustentan un segmento, el financiamiento estatal atestigua la responsabilidad que los medios públicos poseen con el ciudadano.

Surgen entonces mecanismos que nos tornan menos pasivos frente al papel «público» de los medios en cuestión, tales como los consejos, las curadorías, los observatorios, los «ombudsmen» y los numerosos encuentros que se promueven para debatir el tema entre los profesionales de esta área social.

Con este ánimo, la «Secretaría de Información y Comunicación para el Desarrollo del Paraguay» (SICOM) organizó el Seminario Internacional sobre Medios Públicos y Sociedad, «La experiencia global y el camino latinoamericano» que tuvo lugar en Asunción, Paraguay el 26 de octubre de 2011.

Algunos de sus temas fueron: Contenidos y objetivos de las agencias de noticias, Medios públicos, privados y estatales, El desarrollo de medios públicos con independencia de gestión, Profesionalismo en la gestión de medios públicos, Iniciativas ciudadanas para la comunicación pública. La invitación se hizo extensiva también a gestores de medios privados para que pudieran compartir su experiencia y criticar a los medios públicos.

Una parte considerable de estos eventos tiende a recibir el patrocinio de la recién nacida Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias (ULAN). La organización reúne a nueve agencias estatales de noticias de América Latina y el Caribe y fue creada en junio de 2011 en Caracas, Venezuela. El gran objetivo de este organismo es elaborar estrategias de intercambio de contenidos y generar visiones más representativas de la realidad latinoamericana.

Un medio de comunicación en información que nace y crece con la denominación de «público» no debe prescindir del compromiso en atender la demanda de la sociedad por canales democráticos, eficientes y transparentes. Así funciona la «defensoría» de la Agencia Brasil en lo que se refiere a las dudas e inquietudes de los lectores. Estos encaminan sus quejas y sugerencias al «defensor» de la agencia de noticias, que las devuelve como respuestas constructivas en forma de artículos.

Mas que solamente atender las demandas, los medios «públicos» deben estimular a la ciudadanía a través del esclarecimiento de nuestros derechos y deberes y fomentar las transformaciones sociales para la consolidación de nuevas culturas políticas, que nos ubiquen menos conflictivamente en las diferencias.

La propuesta de sistemas públicos de comunicación e información es aparentemente difícil y larga de concretar, pero el trabajo de sus promotores se ha mostrado fértil y tangible porque la sociedad quiere alternativas a los medios comerciales y publicitarios.

Con esto no se desmerece el papel de los medios privados, más bien lo que se propone es multiplicar las ofertas comunicacionales e informativas, diversificar su abordaje, e incentivarnos a una participación más activa en la definición de contenidos.

Fuente original: www.barometro-internacional.org