El pasado 15 de junio 34 personas fueron asesinadas en Colombia en la localidad de la Gabarra, en el departamento del norte de Santander. Dos días después, todos los medios de comunicación señalaban a las FARC como los autores de la masacre. Comienzo a buscar información y detalles sobre el tratamiento informativo. Observo que la […]
El pasado 15 de junio 34 personas fueron asesinadas en Colombia en la localidad de la Gabarra, en el departamento del norte de Santander. Dos días después, todos los medios de comunicación señalaban a las FARC como los autores de la masacre.
Comienzo a buscar información y detalles sobre el tratamiento informativo. Observo que la mayoría de los medios fundamenta su información en comunicados de dos agencias solventes, Efe y BBC.
Efectivamente encuentro esos dos teletipos en los que se afirma que «la guerrilla de las FARC reconoció su responsabilidad en el asesinato de 34 campesinos recolectores de coca» (Efe) o «Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, reconocieron haber llevado a cabo la masacre de 34 campesinos recolectores de coca en el norte del país, la semana pasada» (BBC).
Sin embargo, tras consultar en varios lugares, listas de correo y la página web de las FARC http://www.farcep.org/ incluso la que está en inglés http://www.farcep.org/pagina_ingles/ , no aparece ningún comunicado de la organización.
Observo, que Efe precisa mejor la fuente «En un comunicado difundido por la página de Internet «Anncol», en la que suele emitir sus pronunciamientos, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) calificó la reacción del Gobierno al crimen como «lágrimas de cocodrilo».
Aquí llega la sorpresa. ANNCOL es una agencia de noticias (Agencia de Noticias Nueva Colombia) que publica información de este país y que suele emitir los comunidados de la guerrilla, al igual que informaciones de la prensa colombiana y textos de otros sitios. Pero en ANNCOL no hay ningún comunidado de las FARC. Lo que aparece al día siguiente de la masacre un artículo de opinión firmado por un tal Domínico Vidal, titulado «Lagrimas de cocodrilo». http://www.anncol.org/side/647
Y es esto el que sirve de justificación para que todos los medios del mundo, incluidas las más acreditadas agencias internacionales, afirmen que las FARC emitieron un comunicado reivindicando la masacre.
El texto de ANNCOL dice lo siguiente»
Igual alteración psiquiátrica es la que demuestra cuando «llora lágrimas de cocodrilo» por la muerte de 34 narco-paramilitares, precisamente en un sembrado de coca, según los medios en una incursión armada de las FARC en La Gabarra, en desarrollo del combate sin cuartel que la organización guerrillera adelanta contra las fuerzas militares-paramilitares del régimen fascista colombiano; lucha armada que es entre otras cosas, la única forma de hacer oposición en Colombia».
Eso es lo que utilizan todos los medios para, a continuación, responsabilizar a las FARC de la masacre.
Al día siguiente, la agencia Efe publica:
Según la declaración, la matanza ocurrió «en una incursión armada de las FARC en La Gabarra, en desarrollo del combate sin cuartel que la organización guerrillera adelanta contra las fuerzas militares-paramilitares del régimen fascista colombiano».
Agregó que la lucha armada es «la única forma de hacer oposición en Colombia» y criticó las negociaciones de paz entabladas entre el Gobierno del presidente Álvaro Uribe y las AUC.
Obsérvese que Efe señala como fuente según la declaración, la mtanza ocurrió en una incursión armada de las FARC… cuando declaración no hay ninguna, es una artículo firmado el cual lo que señala es que según los medios en una incursión armada de las FARC…
Pocos días después, el 18 de junio, la británica BBC publicaba en su teletipo: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_3818000/3818037.stm
«Un comunicado emitido por el principal grupo guerrillero del país afirmó que los campesinos apoyaban a los paramilitares de derecha y acusó al gobierno de «llorar lágrimas de cocodrilo por los muertos»».
Otra noticia emitida por cadena Caracol conjuntamente con Efe sigue en la misma línea: http://www.caracolnoticias.com/html/formato_de_impresion.asp?idnoticia=48555
La guerrilla de las FARC publicó el jueves en su página web un comunicado en el que se pronunció sobre el asesinato de 34 campesinos recolectores de coca en la región del Catatumbo. El grupo rebelde acusó a las víctimas de ser «narco-paramilitares».
BOGOTÁ – En un comunicado difundido por la página de Internet ‘Anncol’, en la que suele emitir sus pronunciamientos, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) calificó la reacción del Gobierno al crimen de 34 campesinos en Norte de Santander, como «lágrimas de cocodrilo». La matanza se registró en la madrugada del martes pasado en una finca de la localidad de La Gabarra, 700 kilómetros al noreste de Bogotá, zona de cultivos ilegales que se disputan las FARC y paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En la declaración el grupo rebelde señala que la matanza ocurrió «según los medios en una incursión armada de las FARC en La Gabarra, en desarrollo del combate sin cuartel que la organización guerrillera adelanta contra las fuerzas militares-paramilitares del régimen fascista colombiano». Agregó que la lucha armada es «la única forma de hacer oposición en Colombia» y criticó las negociaciones de paz entabladas entre el gobierno del presidente Álvaro Uribe y las AUC.
La propia noticia de Caracol afirma posteriormente que «ONU condena matanza y pide a las FARC pronunciarse». Pero, ¿no titulaban con la existencia del pronunciamiento?
Otros medios, como RCN, omiten la referencia a ANNCOL por si alguno busca la fuente original y aifrma:
«En un comunicado difundido por el grupo rebelde en su página de Internet, en la que suele emitir sus pronunciamientos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) calificaron la reacción del Gobierno al crimen como «lágrimas de cocodrilo»!.
Mientras tanto, Amnistía Internacional sufrió duras críticas porque dijo públicamente: «No nos hemos pronunciado porque no tenemos los hechos; lo que hasta ahora se ha presentado en la prensa son algunos indicios»,
Lo que sí dice el texto de ANNCOL es lo siguiente:
Qué le importa a AUV que hayan muerto 34 «perros de la guerra» -como llamaba Frederick Forsyth a los mercenarios en sus obras- si lo que le es imprescindible en el momento es desembarazarse de unos aliados «incómodos», que ya jugaron su papel (asesinar la oposición desarmada en Colombia).
Con lo que da a entender que al presidente colombiano no le importan esas muertes porque ya jugaron su papel paramilitar de atentar contra la oposición. Y, a continuación, se señala como responsables a la oligarquía colombiana:
Ya la oligarquía colombiana ha demostrado que utiliza a gentes comunes y corrientes, a gentes del pueblo, para defender sus intereses y una vez logrados sus objetivos, los asesina. Ejemplo de ello fueron los «guerrilleros liberales», que una vez los sectores oligárquicos enfrentados por el poder en los años cincuenta se «arreglaron» en el Frente Nacional, los cuales fueron asesinados por el Estado una vez entregadas las armas, y cuya muestra más palpable fue el asesinato de Guadalupe Salcedo.
Ahora, son los paramilitares. Ya asesinaron en Santa Marta al comandante Doble Cero, fundador de los paramilitares junto a los Castaño, en donde se escondía por haber denunciado el dominio del sector «paraco» comprometido en el narcotráfico. Y así seguirán asesinando a los que ya no les sean útiles, ahora sí usando a las Fuerzas Militares Oficiales, para mostrar que ellos sí persiguen a «los grupos armados ilegales.»
Y por si no estuviese claro, lo siguiente también forma parte del artículo de opinión de ANNCOL, ese que todos los medios dicen que es un comunicado de las FARC reivindicando la muerte de 34 campesinos:
Los medios de comunicación burgueses, como siempre, magnifican la muerte de los 34 narco-paramilitares, y tratan de confundir a la opinión presentándolos como campesinos, «raspachines de coca», y como muestra de la brutalidad de la insurgencia armada. Nada más alejado de la realidad.
Ante todo ello, ANNCOL, varios días después, el 23 de junio, tiene que salir diciendo lo que era evidente, que una cosa es un grupo guerrillero y sus comunicados y otra, una agencia de prensa alternativa, bajo el titular «Coletilla. De tontos ni un pelo» http://www.anncol.org/side/663 afirman lo siguiente:
«La Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL) nunca ha publicado ningún comunicado de las FARC sobre el caso de la Gabarra. De manera que los columnistas que hacemos fila en espera que alguno de nuestros clandestinos artículos salgan a la luz pública en el medio informativo de ANNCOL- dadas las «condiciones de sano ejercicio democrático imperantes en Colombia»- para la inteligencia del ejército colombiano seríamos los voceros de los insurgentes armados, escribe Melquesidec Torremolinos.
23.06.2004 (Por Melquisedec Torremolinos, ANNCOL) No faltaba mas! Ahora resulta que las FARC, no lanzan los Comunicados Oficiales de su autoría en su página de Internet, sino que lo estarían haciendo por intermedio de Columnistas de ANNCOL.
Tal especie se desprende de las informaciones del diario EL TIEMPO, cuando sin sonrojo asumen como oficial la redacción y explicación dada por el columnista de ese medio de información vía Internet – Domínico Nadal – sobre el cruento desenlace de posible incursión armada de uno de los frentes de la organización insurgente, en el sector de LA GABARRA, complaciente núcleo de siembra, producción y extracción de coca; a ciencia y paciencia del ejército y sus paramilitares y las autoridades civiles»
La conclusión es evidente. A partir de un artículo de opinión en una página web que simpatiza con las FARC que afirma que la masacre la han cometido los paramilitares en connivencia con la oligarquía, se extraen unos párrafos, se descontextualizan y se crea toda una bola de nieve mediática y falsa. En ella se dice que existe un comunidao de las FARC (que es un artículo de opinión firmado) en la página web de la guerrilla (y es en ANNCOL) que reivindica la masacre (cuando acusan a los paramilitares).
Yo personalemente no sé si esas muertes son responsabilidad de las FARC. Quizás sí, quizás no. No sé si el autor del artículo de ANNCOL existe o es un pseudónimo. Tampoco sé si lo que dice es verdad. Lo que sí hemos podido observar es cómo todos la gran mayoría de medios de comunicación sí mentían.
www.pascualserrano.net
A continuación transcribimos los teletipos de Efe, BBC y el artículo de opinión de ANNCOL
TELETIPO DE EFE
Guerrilla FARC asesinó a campesinos
EFE
17 de Junio de 2004
BOGOTA, Colombia – La guerrilla de las FARC reconoció su responsabilidad en el asesinato de 34 campesinos recolectores de coca en la región colombiana del río Catatumbo, en el nordeste del país, y acusó a las víctimas de ser paramilitares de derecha.
Crimen y castigo
En un comunicado difundido por la página de Internet «Anncol», en la que suele emitir sus pronunciamientos, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) calificó la reacción del Gobierno al crimen como «lágrimas de cocodrilo».
La matanza se registró el 15 de junio en una finca de la localidad de La Gabarra, en el departamento de Norte de Santander (al nordeste de Bogotá), zona de cultivos ilegales que se disputan las FARC y paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Según la declaración, la matanza ocurrió «en una incursión armada de las FARC en La Gabarra, en desarrollo del combate sin cuartel que la organización guerrillera adelanta contra las fuerzas militares-paramilitares del régimen fascista colombiano».
Agregó que la lucha armada es «la única forma de hacer oposición en Colombia» y criticó las negociaciones de paz entabladas entre el Gobierno del presidente Álvaro Uribe y las AUC.
Según algunos supervivientes, los rebeldes amarraron a los campesinos y los obligaron a acostarse boca abajo antes de dispararles con armas automáticas.
TELETIPO BBC:
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_3818000/3818037.stm
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, reconocieron haber llevado a cabo la masacre de 34 campesinos recolectores de coca en el norte del país, la semana pasada.
Un comunicado emitido por el principal grupo guerrillero del país afirmó que los campesinos apoyaban a los paramilitares de derecha y acusó al gobierno de «llorar lágrimas de cocodrilo por los muertos».
La matanza del martes, ocurrida en una finca de la localidad de La Gabarra, en el norte del departamento de Santander, es la peor desde que el presidente Álvaro Uribe llegó al poder dos años atrás.
La Organización de las Naciones Unidas condenó la masacre considerándola como un «crimen de guerra».
El representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia describió el ataque como un «asesinato premeditado de civiles totalmente desarmados e indefensos».
Ataque al amanecer
La matanza se registró en la madrugada del martes pasado, cuando, de acuerdo con testigos y sobrevivientes, un grupo armado con brazaletes de las FARC llegó a la hacienda y asesinó a 34 «raspachines» -personas que raspan la hoja de coca para producir la base de la cocaína-, dejando heridos a siete más.
«Nos salvamos porque salimos corriendo hacia la montaña», dijo Jesús Bayona, un sobreviviente que recibió un balazo en el pie.
Un comandante de la policía regional, el Coronel William Montezuma, dijo más tarde a la BBC que 50 hombres armados participaron en el ataque.
Según fuentes del gobierno, la hacienda supuestamente pertenecía a los paramilitares.
ARTICULO DE OPINION DE ANNCOL
http://www.anncol.org/side/647
Lágrimas de Cocodrilo
La perversidad de Álvaro Uribe Vélez al mostrar los muertos de uno y otro lado para justificar el fascismo en Colombia. La oligarquía colombiana ha demostrado que utiliza a gentes comunes y corrientes, a gentes del pueblo, para defender sus intereses y una vez logrados sus objetivos, los asesina. El alcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo en la foto con Uribe, es acusado de tener (o de haber tenido) estrechas relaciones con el «Gato» …el felino aparecio muerto, escribe Domínico Nadal.
17.06.2004 (Domínico Nadal, ANNCOL) Si algo muestra la perversidad del presidente narco-paramilitar, Álvaro Uribe Vélez, es la posición que adopta frente a la muerte de los colombianos.
La categorización de perverso está sustentada en la ausencia de culpa que manifiesta cuando va a Bruselas a «presentar un informe ante la OIT» y en desarrollo de tal informe se ufana de que su respeto a los derechos humanos se manifiesta en que los asesinatos de sindicalistas durante su gobierno ha bajado hasta «90 en el 2.003, menor que la del 2.002 cuando se contabilizaron 184» y trata de sacar pecho de semejante situación al decir que «durante los primeros cuatro meses de 2.004 los asesinatos de sindicalistas en el país se redujeron en un 25%. Mientras a mayo primero de 2004 se habían denunciado 17 homicidios de sindicalistas en Colombia, en el mismo período de 2003 se registraron 22.»
Perversidad manifiesta al «no sentir ninguna culpa» por la muerte de 129 sindicalistas reportados por él, y por el contrario cree que «está produciendo bien» al «salvarle» la vida a 25 sindicalistas comparando las cifras con el 2.002. Pero lo que calla son las cifras que su «Seguridad Democrática» ha producido a todo lo ancho y largo del país, con detenciones masivas, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, desplazamiento forzado, etc.
Su perversidad también está manifiesta en el profundo desprecio por la vida humana de sus compatriotas al engendrar y desarrollar las fuerzas militares-paramilitares desde su posición de gobernador de Antioquia, y más ahora, como presidente de Colombia.
Los muertos de la Gabarra
Igual alteración psiquiátrica es la que demuestra cuando «llora lágrimas de cocodrilo» por la muerte de 34 narco-paramilitares, precisamente en un sembrado de coca, según los medios en una incursión armada de las FARC en La Gabarra, en desarrollo del combate sin cuartel que la organización guerrillera adelanta contra las fuerzas militares-paramilitares del régimen fascista colombiano; lucha armada que es entre otras cosas, la única forma de hacer oposición en Colombia.
El departamento de Norte de Santander, donde está ubicado el municipio de Tibú y al cual pertenece la Gabarra, es donde más escándalos por paramilitarismo se han presentado en los últimos meses. El alcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, es acusado de tener (o de haber tenido) estrechas relaciones con el «Gato» uno de los jefes de los paramilitares del Bloque Fronteras, y según el diario El Tiempo en su edición electrónica de ayer (uno de sus propietarios es el vicepresidente Francisco Santos), el felino apareció muerto.
Qué le importa a AUV que hayan muerto 34 «perros de la guerra» -como llamaba Frederick Forsyth a los mercenarios en sus obras- si lo que le es imprescindible en el momento es desembarazarse de unos aliados «incómodos», que ya jugaron su papel (asesinar la oposición desarmada en Colombia).
Ya la oligarquía colombiana ha demostrado que utiliza a gentes comunes y corrientes, a gentes del pueblo, para defender sus intereses y una vez logrados sus objetivos, los asesina. Ejemplo de ello fueron los «guerrilleros liberales», que una vez los sectores oligárquicos enfrentados por el poder en los años cincuenta se «arreglaron» en el Frente Nacional, los cuales fueron asesinados por el Estado una vez entregadas las armas, y cuya muestra más palpable fue el asesinato de Guadalupe Salcedo.
Ahora, son los paramilitares. Ya asesinaron en Santa Marta al comandante Doble Cero, fundador de los paramilitares junto a los Castaño, en donde se escondía por haber denunciado el dominio del sector «paraco» comprometido en el narcotráfico. Y así seguirán asesinando a los que ya no les sean útiles, ahora sí usando a las Fuerzas Militares Oficiales, para mostrar que ellos sí persiguen a «los grupos armados ilegales.»
Los perversos medios de comunicación burgueses
Los medios de comunicación burgueses, como siempre, magnifican la muerte de los 34 narco-paramilitares, y tratan de confundir a la opinión presentándolos como campesinos, «raspachines de coca», y como muestra de la brutalidad de la insurgencia armada.
Nada más alejado de la realidad. Los paramilitares han tratado de establecer su dominio en la zona del Catatumbo, con la planificación, orientación y apoyo logístico de las fuerzas militares estatales, a fin de dominar la región, la cual es rica en petróleo y, además, zona de cultivo de coca.
En razón de sus riquezas y por la presencia de las compañías multinacionales del petróleo, las Fuerzas Militares oficiales la convirtieron en «zona de guerra» y ya se les ha olvidado a los periodistas de esos medios que hace algunos años, los campesinos -esos sí de verdad campesinos- sufrieron desplazamiento forzado por las amenazas de los militares de «prepárense que atrás vienen los paramilitares», y muchos de ellos murieron a manos de los «paracos», siendo sus propiedades «coptadas» por los paramilitares.
Perversos son, tanto el presidente Álvaro Uribe, como los dueños de los medios de comunicación como El Tiempo, y perversos también son sus periodistas («los avestruces»), que creen hacerle un bien al país al no sentir un ápice de dolor por la muerte de sus compatriotas y, por el contrario, esas muertes se convierten en elemento del «ajedrez político» para tratar de ganarle la guerra a la insurgencia colombiana.
Que AUV lo haga está bien, se entiende (pero no se justifica); que «El Tiempo» y sus áulicos lo hagan también se entiende. Ya los colombianos estamos enterados que ese diario desde hace muchísimos años está comprometido con la política de guerra que el Pentágono y la oligarquía colombiana desarrollan contra el propio pueblo, y también que desde su largo historial siempre ha sido el vocero de la «Inteligencia Militar», la cual cree estar ganando la guerra, pero en los titulares de El Tiempo.
El Doctor Ternura tiene mucho por hacer y explicar a los colombianos sobre esta patología de la Perversidad, claro está que desde su posición de siquiatra y no como Comisionado de Paz. Esperamos que él no sea también un perverso…