El papel nefasto de la prensa queda una vez mas al descubierto. La mayoría de la prensa colombiana al servicio de intereses guerreristas y del narcotráfico, no repararon en atizar el conflicto con el Ecuador. Quieren justificar la compra de mas armamento para sus fuerzas militares, paramilitares y guerrilleras que es uno de los mayores […]
El papel nefasto de la prensa queda una vez mas al descubierto. La mayoría de la prensa colombiana al servicio de intereses guerreristas y del narcotráfico, no repararon en atizar el conflicto con el Ecuador. Quieren justificar la compra de mas armamento para sus fuerzas militares, paramilitares y guerrilleras que es uno de los mayores negocios de sus patrones.
La existencia de las FARC y el ELN no es el problema para las élites colombianas, es la mina de oro, para obtener suculentos ingresos por tráfico de armas, tráfico de drogas, cuantioso apoyo económico-militar de los yanquis. Cuando las FARC iniciaron el proceso de liberación unilateral, lo pararon a sangre y fuego, masacraron brutalmente, agredieron la soberanía del Ecuador, obtuvieron audazmente el «trofeo» de guerra, para demostrar a sus amos que están en la línea correcta: nada de paz, solo la guerra.
La prensa colombiana utilizó toda su artillería pesada de mentiras, ataques, forjamientos, para justificar lo injustificable. La infraestructura periodística para sostener la corrupción funcionó eficiente pero torpemente. Los narco dólares fluyeron a una satrapía de periodistas de agencias nacionales e internacionales. Los asesinos fueron convertidos en víctimas. El Ecuador en agresor.
Esa prensa corrupta actuó de manera semejante a la mayoría de la prensa ecuatoriana, cuando entre junio y julio de 2007 el Congreso Nacional debatía la «Ley de Regulación del Costo Efectivo del Dinero» para reducir las tasas de usura que cobra el sistema financiero formal e informal. La infraestructura periodística actuó desembozadamente para sostener las ganancias obscenas de sus patrones banqueros. A éstos los convirtieron en víctimas del Estado. La apología del delito saltó a flor de piel, cuando defendieron las tasas de usura. Aparecieron muchas denuncias contra el gobierno, en esa época, para crear una cortina de humo sobre la aprobación de esa ley mediante la compra de votos a muchos congresistas.
La prensa, «periodistas» y «analistas», luego de su «triunfo» intentaron ahogar la denuncia contenida en la publicación: «La Banca: de la usura al narco lavado» (Libertinaje de la banca), con excepción de dos medios alternativos. En la actualidad la publicación está en 10 portales de internet y Youtobe, de instituciones que luchan a nivel mundial contra la corrupción y no podrán ahogar la denuncia.
Los intereses que defiende la mayoría de la prensa en todo el mundo es por la guerra y no por la paz. Es por su salario y no por la verdad. Por la corrupción y no por la honestidad. Por el entreguismo y no por la dignidad.
La prensa ecuatoriana, luego de la agresión de los guerreristas colombianos, inicia una nueva jornada de mentiras y calumnias contra la propuesta de Constitución que está debatiendo la Asamblea Constituyente. La campaña por el NO ha iniciado.
Los ecuatorianos deberemos levantar jornadas de debate para analizar el papel de la prensa y derrotarlos nuevamente en las próximas elecciones a ellos y a sus patrones.
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Luis Torres Rodríguez es Presidente de la Fundación Avanzar y Autor del título: «La banca: de la usura al narcolavado»
Página web: www.fundacionavanzar.org