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Microsoft y la destrucción de empleo que-toca-fondo en la primera página del global-imperial.

Fuentes: Rebelión

«Los trabajadores retienen 12 horas a la dirección del canal (de TV3)» aparece como titular -excelente, magnífico- en un rincón de la primera página de El País del pasado 5 de febrero. Hay alguna cosa más que merece atención pero el grueso, como estamos acostumbrados, no es eso. Aparte de la quinta parte de página […]

«Los trabajadores retienen 12 horas a la dirección del canal (de TV3)» aparece como titular -excelente, magnífico- en un rincón de la primera página de El País del pasado 5 de febrero. Hay alguna cosa más que merece atención pero el grueso, como estamos acostumbrados, no es eso.

Aparte de la quinta parte de página dedicada a una noticia tan trascendental, interesante y global como que el PP andaluz frena el cambio de líder que propone doña Cospedal la católica, V de España y I de Castilla-La Mancha, dos noticias merecen nuestra atención.

La primera es la fotografía, diseñada, pensada, estudiada, repetida una y mil veces para que parezca improvisada, de Satya Nadella, alguien con el que, tal como aparece fotografiado (estilo joven, amable, algo descuidado, nada de corbata ni traje), uno se tomaría un café, un agua sin gas o iría al cine a ver la última de Lars von Trier o un clásico de Ford o Visconti. Es el nuevo consejero delegado de Microsoft, su anterior vicepresidente. No sé si la compañía que ha tenido durante décadas relaciones ocultas con la NSA (¿qué papel jugó en el bombardeo y destrucción de la ex Yugoslavia?) ha pagado por el anuncio-información pero el pie de foto no tiene desperdicio. Es este: «Nadella marca el fin de la era Gates en Microsoft. La retirada de Bill Gates al frente de Microsoft, la compañía que fundó hace 40 años, ha hecho correr el escalafón. Satya Nadella, hasta ahora vicepresidente, es el nuevo consejero delgado. Gates pasa a ser «asesor» y se dedicará a la fundación». Ignoro si ese retiro del que se habla ya se había efectuado parcialmente. Desconozco el motivo de las comillas en el término «asesor». Mejor que estemos preparados para lo peor si mister Gates pasa a dedicarse en exclusiva a la fundación que lleva su nombre. Pero, más allá o más acá de todo ello, ¿se puede hablar propiamente de retirada, del fin de la era Gates, cuando éste sigue como asesor? ¿Fin de la era Gates cuando ese posee un capitalazo (y el mando en plaza que ello otorga) en la compañía de software privativo, patrimonio que le permite, junto a otras inversiones por supuesto, ubicarse en el puesto número 1 de los vomitivos super-ricachones del mundo?

Hay más en el global. El número de cotizantes a la seguridad social, se señala, desciende 184 mil personas en enero (de hecho, han sido 184.031). En un mes, se matiza, «laboralmente malo». Inferencia extraída: el descenso anual -2013- de solo (¿sólo?) 5.828 personas «apunta a que la destrucción de empleo toca fondo.» Veremos, cuando sea el momento, en qué situación dejan la destrucción de empleo en España de 2013 las informaciones de la EPA y Eurostat. Más allá de eso: ¿los datos apuntan a que la situación toca fondo? Si así fuera, si la situación se situara en los 5-6 millones de desempleados, según cómputo, ¿no darían, no dan, esos datos (más allá de los trabajos a tiempo parcial, los trabajadores en precario, la disminución permanente de los salarios: Coca cola, TV3, Panrico,…) para encender todas las alarmas y tomar consciencia de las dimensiones abismales de la situación para, como mínimo, 12 ó 13 millones de personas en nuestro país de países, especialmente nuestra infancia y la generación de nuestros jóvenes sin futuro? ¿»La destrucción de empleo toca fondo en el inicio de 2014″ expresa esa situación? ¿Y alegres, confiados y felices a partir de este fondo de destrucción tocado y hundido?

En el fondo, mirado globalmente, las dos noticias reflejan lo mismo: la apuesta de El País, cada vez menos ocultada, como si fuera un destino inexorable o la ley newtoniana de la gravitación universal, por un capitalismo antihumanista, sin entrañas, antiobrero, generador de desigualdades desconocidas, todo él, eso sí, con toques de distinción posmodernos. Muy elegante, muy Armani-Lacoste.

 

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes