Recomiendo:
0

Opiniones que matan

Fuentes: Rebelión

La nota de Jorge Aldao acerca del conflicto entre la oligarquía agropecuaria argentina y el gobierno no tiene desperdicio. Puede agregarse completo, incluida la frase de Borges, a los residuos que hoy por la noche depositaremos en el recipiente de la basura. No hay una sola idea de lo que se está hablando. Un desconocimiento […]

La nota de Jorge Aldao acerca del conflicto entre la oligarquía agropecuaria argentina y el gobierno no tiene desperdicio. Puede agregarse completo, incluida la frase de Borges, a los residuos que hoy por la noche depositaremos en el recipiente de la basura.

No hay una sola idea de lo que se está hablando. Un desconocimiento (o encubrimiento) total de los males que se le impusieron a la Argentina y su pueblo, además de la realidad de los «movimientos de izquierda» a los que alude pretendiendo demostrar apoyo a la derecha de algunas fuerzas populares.

Es verdad que algunos sectores populares opinaron en contra del decreto de las retenciones (es evidente que Aldao no lo leyó). Si, además de escribir, hubiese leído en «Mentiras y Medios» conocería como actúa la internacional mediáticaEn la Argentina desde los negros años del Plan Cóndor, los medios se encuentran concentrados en manos de las mismos que Rebelión denuncia permanentemente como formadores de opinión antipopular.

Lo que no es verdad es que, por ejemplo, el movimiento que encabeza el señor Castells pertenezca a la izquierda progresista (porque, ultimamente, existe también la «Izquierda reaccionaria», como la de Zapatero, o Binner en Rosario.

El gobierno de la presidenta Fernández tiene ahora el camino expedito para girar su derrotero y profundizar su alianza con los sectores populares…..o ceder a la derecha que tanto aplaude la nota de Aldao (a pesar de cierto tono pretendidamente ecologista que se le quiere imponer).

Es mentira que el gobierno actual, y el anterior, hayan impulsado la sojización de las tierras argentinas.

El Sr. Aldao dice, en su total lejanía de las cuestiones argentinas, y lo que es peor, de clase, que la «peor oligarquía agroexportadora» se unió a una «clase media rigoreada y empobrecida por dictaduras militares y por gobiernos electos de claro corte neoliberal» y a «humildes obreros y empleados».

Bueno, para decir esto el escribiente tuvo que reconocer que hubo gobierno militar y neoliberal. Lo que no dice, vaya a saber si porque lo desconoce o por otras causas, es que lo que vinieron a hacer esos regímenes, aparte de eliminar a una oposición patriótica que intentó oponerse, fue conformar un país que encajara dentro del proyecto hegemónico del imperio, y que los acuerdos, leyes, decretos, reforma constitucional, etc., que se elaboraron en esa negra época, atan de pies y manos a cualquier gobierno que no sea revolucionario. Tanto Kirchner como Fernández, por ser componentes principales de un proyecto que no es revolucionario, no han llegado a deshacer el entramado de entrega, pero tampoco adscriben al ALCA (recordar que la defunción de este engendro se firmó en Mar del Plata), ni a la impunidad (nadie como las Madres para certificar que algo se está haciendo al respecto. Insuficiente, pero mucho más de lo que se esperaba de un gobierno mediatizado), ni a las «relaciones carnales» tan caras a los que impusieron el crecimiento de la concentración de tierras, el monocultivo, el empobrecimiento de los campesinos y la entrega de las riquezas nacionales a las multinacionales yanquis y europeas.

El Sr. Aldao pretende hablar de la «historia» de los políticos argentinos. Repite acusaciones improbables sobre el matrimonio Fernández- Kirchner -y algunas, seguramente, más que probadas- con el afán de demostrar la incapacidad moral del gobierno para imponer impuestos a la oligarquía. Pues se equivoca. Es imprescindible que se acelere la imposición de esas y otras imposiciones a los usufructuarios de la especulación de la tierra. Un motivo del enojo de algunos productores es el hecho de haber firmado un pago por arrendamiento superior al que podrán afrontar si tienen que compartir las sobre-ganancias especulativas con el erario público. Vienen a descubrir ahora que el dueño de la tierra es el que tiene el sartén por el mango.

Pretende demostrar que la exacción a la oligarquía la beneficia ¿? apoyándose en una presentación del Sr. Mario Cafiero. Desconoce el Sr. Aldao que Don Cafiero también cuenta con un pasado. No le dice nada la «preocupación» por este tema de un colaborador en la formación de la patria sojera en sus tiempos de menemduhaldista.

En todo caso habrá de verse si, luego del golpe de Cobos (que sería muy absurdo atribuirle solamente a él), el gobierno puede reponerse, y hacia que lado lo hace. El esfuerzo de los sectores populares será arduo en este momento si quieren inclinar al gobierno hacia un mas justo reparto de la «torta». No más que esto se puede pedir mientras el Movimiento Popular no se reorganice y pueda presentar una mejor opción al FPV. Por ahora ni la oligarquía, ni sus admiradores de izquierda pueden mejorar el panorama.

Solamente empeorarlo, como lo han hecho ahora.