En América latina han florecido desde hace más de 50 años numerosas experiencias de «comunicación alternativa», ligadas a las luchas populares. Desde las radios mineras de los 40 en la revolución nacionalista de Bolivia, hasta el papel central que ha cumplido el proyecto Indymedia (en Internet) como auténtico medio comunitario en el proceso argentino contemporáneo, […]
En América latina han florecido desde hace más de 50 años numerosas experiencias de «comunicación alternativa», ligadas a las luchas populares. Desde las radios mineras de los 40 en la revolución nacionalista de Bolivia, hasta el papel central que ha cumplido el proyecto Indymedia (en Internet) como auténtico medio comunitario en el proceso argentino contemporáneo, se cuentan por cientos las experiencias pequeñas y grandes de comunicación no comercial al servicio del pueblo.
Uno de los ejes de discusión propuestos por el primer Foro Social de las Américas en agosto fue el de «comunicación y cultura». En ese marco, hubo una multitud de eventos organizados por diferentes espacios de comunicación: exposiciones de videos, talleres, reuniones y coordinaciones para trabajar conjuntamente. Quizás el más importante fue el festival de cine documental «Memorias y rebeldías», organizado por el Centro Memorial Luther King, Indymedia Ecuador, la Fundación Solón y OCLAE. Durante los 5 días del Foro pudimos observar y discutir experiencias de lucha de toda América: el proceso bolivariano en Venezuela, la derrota de Sánchez de Lozada en Bolivia, la defensa de la tierra en México, la oposición a la guerra imperial en Estado Unidos… El evento culminó con una reunión que dio origen a una red de videastas que ha propuesto coordinar acciones y compartir materiales. Este 12 de octubre se realizó la primera acción coordinada: una exposición americana simultánea de videos que busca combatir el imperialismo de las imágenes de los medios corporativos. Cabe añadir que todos los participantes en la Asamblea de Movimientos Sociales acordaron diversas acciones convergentes en esa misma fecha, aniversario de la subyugación de nuestros pueblos.
El FSA fue también el espacio para la organización de la «Minga informativa de los movimientos sociales». La «minga», que toma el nombre del trabajo comunitario incaico, consistió en la articulación de decenas de periodistas y publicaciones independientes del continente a fin de lograr una amplia cobertura del evento. Una de las banderas más importantes de este espacio es el «copyleft», es decir, el derecho compartido de autoría intelectual. Con la convicción de que la información no es una mercancía sino un derecho, esta red de organizaciones brindó, a través de la web, amplio material sobre el FSA que puede ser libremente utilizado por cualquier publicación independiente del mundo.
Decenas de mesas de discusión y muestras de materiales tuvieron como tema la discusión sobre el sentido de la comunicación no comercial, al servicio de los pueblos, y sobre las experiencias y estrategias utilizadas por movimientos y comunicadores de todo el continente. Lamentablemente, la ausencia del Perú en estos espacios fue notoria, con algunas excepciones valiosas, como la de la red de «Radialistas apasionados», con sede en Lima, entre otras. La poca presencia de nuestro país no hace sino mostrar el retroceso que la comunicación alternativa ha tenido aquí, luego de años en los que fuimos pioneros en el tema con experiencias como el centro de comunicación popular de Villa El Salvador.