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Paranoia y medios de comunicación

Fuentes: Rebelión

Durante los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia los griegos descubrieron con horror cómo los informativos de toda Europa ocultaban y manipulaban la realidad ofreciendo una versión de la misma totalmente distinta de la de los medios griegos. Por primera vez la sociedad griega fue consciente de cómo la información, también en los países democráticos […]

Durante los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia los griegos descubrieron con horror cómo los informativos de toda Europa ocultaban y manipulaban la realidad ofreciendo una versión de la misma totalmente distinta de la de los medios griegos. Por primera vez la sociedad griega fue consciente de cómo la información, también en los países democráticos es, esencialmente, propaganda.

En la España democrática todavía no hemos vivido una experiencia similar. Es decir, que nuestro país esté «del lado de los malos» durante un conflicto internacional y tengamos la ocasión de contrastar la realidad ofrecida por nuestros propios medios con la del resto de medios internacionales (BBC, CNN, Euronews, RAI, France Television). Sólo de esta manera los pueblos de los países democráticos llegan a comprender hasta qué punto en las guerras la información está al servicio de la propaganda militar y política.

Lo que hoy está sucediendo en Grecia es un nuevo ejemplo de todo esto. Cualquiera que tenga contacto directo con la realidad griega, sea cual sea su ideología (salvo los neonazis de Χρυσή Αυγή) ve inmediatamente que lo que ha sucedido con el cierre de la ERT es un atentado contra la libertad y la cultura de dimensiones gigantescas.

Los trabajadores de la TV pública, que han logrado recuperar la señal de forma casi clandestina, están demostrado como todas las acusaciones del gobierno sobre despilfarro y gasto excesivo de la ERT son absolutamente falsas: desde hace años ERT es el canal de televisión más barato de Grecia (30€ anuales por cada griego a través de impuestos directos, mientras que el mantenimiento de los canales privados cuesta al estado más de 300€ per cápita, sin que estos aporte ni un duro de impuestos!). Todo esto es ignorado por el resto de medios europeos, que lo único que señalan son los falsos argumentos del gobiernos, ofreciéndolos como «informaciones» irrefutables.

Desde que se anunció el cierre de la ERT miles de ciudadanos han salido a las calles para expresar su indignación y frustración. Los medios europeos apenas han informado de ello, minimizando en todo momento la protesta (ayer leía en ABC seguimiento desigual de la huelga, cuando lo cierto es que ha sido la mayor movilización en Grecia de los últimos meses y está por ver si no supondrá la caída del gobierno.) Indigna pensar en el tratamiento que se da a protestas de muchísima menos relevancia, por ejemplo las del grupo femen, cuyos intereses coinciden sospechosamente con los planes del Pentágono (fomentar la islamofobia, atacar a Putín… no me extrañaría que en cualquier momento se despelotasen ante la primera dama China). Por no hablar de las campañas contra los gobiernos progresistas de Ecuador o Venezuela por los supuestos ataques contra la libertad de prensa, ninguno de los cuales se puede comparar con la barbaridad que ha cometido el gobierno griego. Lo mismo se puede decir de la ONG «Reporteros sin fronteras», cuyas campañas son ampliamente difundidas por toda la prensa cuando se trata de atacar a países antimperialistas y que en esta ocasión apenas se ha dejado oír.

Tengo la sensación de estar volviendome paranoico.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.