La capital egipcia, considerada la mayor ciudad del mundo árabe, con 18 millones de habitantes, se convirtió en la sede de la sexta Conferencia Internacional del Cairo y Foro de la Liberación, que promueve la solidaridad con los pueblos de Afganistán, Líbano, Palestina e Irak. La reunión se desarrolló en el marco de un escenario […]
La capital egipcia, considerada la mayor ciudad del mundo árabe, con 18 millones de habitantes, se convirtió en la sede de la sexta Conferencia Internacional del Cairo y Foro de la Liberación, que promueve la solidaridad con los pueblos de Afganistán, Líbano, Palestina e Irak. La reunión se desarrolló en el marco de un escenario de manifestaciones multitudinarias por Gaza.
Creada en 2003 en Euskal Herria, el objetivo de esta red es relacionar sus organizaciones sociales con Oriente Medio y coordinar las actividades contra las ocupaciones e intervenciones extranjeras en la región. «Egipto está dando pasos concretos en la coordinacción entre tendencias izquierdistas e islamistas y nos han invitado para ser parte del esfuerzo conjunto. Con nuestra presencia, los extranjeros dificultamos la represión por parte del Gobierno a estos movimientos», apunta.
Uno de los protagonistas de esta conferencia fue Javier Couso, hermano del cámara José Couso, muerto en el ataque al hotel Palestina durante la invasión de 2003, quien al cumplirse cinco años del trágico episodio, representó al Colectivo Hermanos, amigos y compañeros de José Couso.
«He venido a El Cairo para trasladar el caso de mi hermano, que no se reduce al asesinato de un periodista español, sino que es una víctima más dentro de la tremenda agresión que lleva más de un millón de muertos en Irak», subraya. «Pero lo que nos importaba manifestar aquí es que van más de trescientos periodistas muertos, la mayoría árabes en un intento por parte de Washington y de la Coalición que invade este país de impedir el periodismo independiente y con eso quitarnos a los pueblos la capacidad de saber lo que pasa allí», resalta.
Un quinquenio de dolor y de lucha permanente por lograr una justicia que no calmará la angustia de la ausencia. «Son casi dos mil días que nos han quitado a mi hermano y no lo veremos más. Pero son cinco años de lucha en los que hemos conseguido que tres militares estadounidenses, por primera vez en la historia, fueran buscados por Interpol».
Por su parte, David Karvala, de la Plataforma catalana Paremos la Guerra, destaca los avances logrados en este encuentro, que convocó a más de dos mil representantes de diversas organizaciones y en el que quedaron patentes los desastres de los conflictos. «El objetivo es tender puentes entre Occidente y Oriente Medio y contrarrestar el fomento del miedo contra los musulmanes. Conferencias así sirven para que gente del Estado español pueda ver que son personas iguales a nosotros y no terroristas», remarca el también integrante del Comité Internacional de la Conferencia.
«Un elemento impresionante ha sido la participación de trabajadores de algunas de las huelgas explosivas que ocurren en Egipto desde hace 18 meses», indica Karvala, en alusión a la disertación de un representante de los trabajadores de Al Mahalla, la fábrica textil de 24.000 trabajadores que mañana saldrá a la huelga por tercera vez.
«La combinación entre las luchas contra las guerras imperialistas y las luchas sociales de este tipo representan la promesa de cambiar las cosas y el grado de coincidencia existente en cuanto a nuestro deseo de lograr un mundo más justo», estima.
Haciendo un balance de la actividad, Nivin Samir, directora ejecutiva de la Conferencia, subraya a GARA que están «muy contentos con el éxito que hemos tenido» y destaca como avance importante, la creación de la red solidaria internacional de judíos, formada por activistas pro palestinos.
Ali Fayyed, director del Centro de Estudios de Hizbullah, incide en la importancia de la participación de los Hermanos Musulmanes, y el progreso que supone en la cooperación entre la izquierda y los islamistas.
«Sobre nuestra conciencia»
La conferencia también contó con la presencia de la destacada periodista y corresponsal en Medio Oriente Olga Rodríguez, herida durante la invasión en Irak y una de las tres testigos en el juicio contra los soldados estadounidenses juzgados, que reflexionó sobre las consecuencias del conflicto, considerado el primer genocidio del siglo XXI.
«Estamos frente a un desastre humanitario sin precedentes en Irak. Y también fuera, porque hubo y sigue habiendo un éxodo masivo, considerado el mayor de la historia de las últimas décadas. Al mismo tiempo, hay una falta de interés por parte de muchos gobernantes, de muchos periodistas, incluso de ciertos sectores de la ciudadanía a nivel mundial…», denuncia ante la crítica situación humanitaria en el país mesopotámico.
«Yo confío en que más pronto que tarde, comiencen a caer sobre nuestras conciencias y sobre las conciencias de tantos políticos y periodistas, los miles y miles de muertos, de heridos y torturados que forman parte de las páginas no escritas del periodismo y de la política», concluye.