Desde hace tiempo vengo observando las distintas técnicas que utilizan quienes controlan los medios de comunicación para dirigirse a su público, y una de las que me resultan más llamativas es el inequívoco proceso de infantilización de la población que abordan por todos los medios (de comunicación) a su alcance. Dejando de un lado aquellos […]
Desde hace tiempo vengo observando las distintas técnicas que utilizan quienes controlan los medios de comunicación para dirigirse a su público, y una de las que me resultan más llamativas es el inequívoco proceso de infantilización de la población que abordan por todos los medios (de comunicación) a su alcance.
Dejando de un lado aquellos espacios televisivos, en los que resulta de todo punto obvia la banalización del mundo y la ocultación de una realidad amarga (pero real), las técnicas de infantilización se han hecho habituales, y cada vez menos sutiles, en los espacios informativos. No son únicamente los contenidos que nos quieren hacer pasar por noticias, y que se repiten de una a otra cadena de televisión y casi en programación simultánea (hagan la prueba si no me creen), llegando a emitir las principales cadenas, por ejemplo, la supuesta noticia de que existe un pueblo donde la mayoría de los nacimientos son múltiples. Es una curiosidad, no cabe duda, pero lo que no es, es una noticia. Como decía, no solo son los contenidos, también son los textos de redacción, y hasta las voces que nos los transmiten que devienen en herramientas y cómplices necesarios del delito.
Una presunta noticia es comentada por un presunto reportero que interpreta el texto de un presunto redactor. El texto intenta hacer un juego de palabras que supuestamente debería generar cierta alarma, para que luego pueda ser convenientemente cortada de raíz con la frase «pero no se asusten». Será mejor ilustrar con un ejemplo:
-La presunta noticia: la primera nevada de la temporada.
-El presunto titular: «un frío de muerte»
-El presunto enviado especial nos habla como si fuéramos alumnos primerizos de primaria y dice: «hace un frío de muerte, pero no se asusten, nadie se va a morir de frío».
Si aún quedan dudas, ahí va otro ejemplo, hace unos días, en un espacio informativo de una cadena comercial de cobertura nacional se pudo ver lo siguiente:
-La presunta noticia: un nuevo tipo de bala que es capaz de penetrar más en el objetivo.
-El presunto titular: «en este laboratorio tiran con bala» (las imágenes mostraban a operarios del laboratorio disparando en una galería de tiro)
-El presunto enviado especial nos habla como si fuéramos retrasados y dice: «aquí se dispara con bala, pero no se asusten, no disparan contra personas, disparan contra bloques de plastilina» Según pude comprobar, y para fortuna de uno y desgracia de otros, tampoco se disparaba contra supuestos periodistas.
Me imagino que habrá quien sepa de qué hablo y ya no sea espectador de ningún noticiero, y si no sabe de qué hablo, preste atención en el próximo espacio informativo que consuma, no le faltarán ejemplos del proceso de regresión a que quieren someterle.
Puede que solo sean impresiones mías pero creo que, por alguna oscura razón, a los medios de comunicación o a quienes los controlan, les interesa una audiencia dócil y por encima de todo impresionable y manejable mediante el miedo, pero no se asusten, conozco el más eficaz de los remedios contra esta manipulación, pulsen el botón «off» de su televisor y sabrán a qué me refiero.
Blog del autor: http://impresionesmias.com/2011/02/10/pero-no-se-asusten/
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