Desde APM exigimos que se esclarezca el caso del corresponsal de Telesur arrestado en Colombia, involucrado en un poco claro proceso y acusado de terrorismo. Una amenaza a la libertad de prensa.El martes se cumplió un mes de la detención de Fredy Muñoz, corresponsal de la cadena Telesur en Colombia. El periodista se encuentra en […]
Desde APM exigimos que se esclarezca el caso del corresponsal de Telesur arrestado en Colombia, involucrado en un poco claro proceso y acusado de terrorismo. Una amenaza a la libertad de prensa.
El martes se cumplió un mes de la detención de Fredy Muñoz, corresponsal de la cadena Telesur en Colombia. El periodista se encuentra en cautiverio desde el 19 de noviembre, acusado de estar presuntamente vinculado a los delitos de rebelión y terrorismo.
En el marco de un proceso marcado por las irregularidades, Fredy fue arrestado por autoridades del Departamento Administrativo de Seguridad colombiano (DAS), y trasladado a la ciudad de Barranquilla, donde el expediente del caso desfiló por varias fiscalías.
Más concretamente, el DAS acusa al corresponsal de Telesur de formar parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), bajo el seudónimo de Jorge Eliécer. Las autoridades de seguridad colombiana creen que Fredy fue explosivista y lo vinculan con los atentados con bombas y petardos cometidos en las ciudades de Barranquilla y Cartagena.
La acusación está avalada por la confusa declaración de tres presuntos desmovilizados de las FARC, devenidos en informantes de la DAS. Sin embargo, los dichos de los tres arrepentidos, son muy contradictorios y pocos esclarecedores en varios puntos.
Por ejemplo, uno de los testigos señala que alias Jorge Eliécer (supuesto alias de Fredy Muñoz) resultó quemado de sus extremidades superiores, cuello, oído y cabeza luego de que en un fallido atentado contra instalaciones eléctricas, estallara el artefacto. En ese hecho habría muerto un tal «Moisés», su cómplice en el hecho. La experticia legal deja en claro que Fredy Muñoz, posee 16 cicatrices, pero no presenta signos de quemadura en ninguna parte de su cuerpo.
Este tipo de contradicciones y hechos poco claros se dieron desde el día mismo de la detención del corresponsal de Telesur. Por citar otro ejemplo, resulta extraño que Fredy haya sido arrestado al arribar a Colombia luego de concurrir a un curso en Venezuela, y no cuando abandonaba aquel país. Sobre todo si se considera que la orden de arresto fue emitida el 10 de noviembre, días antes de que viajara a Caracas.
Las contradicciones y las zonas oscuras en el proceso no hacen más que evidenciar el intento por parte del gobierno colombiano de cercenar la libertad de prensa y amedrentar al canal multiestatal Telesur. Esto se debe al estoico intento de Fredy Muñoz de desenmascarar las políticas militaristas del presidente Alvaro Uribe, y dar protagonismo a los movimientos sociales de ese país.
En este sentido, durante el primer gobierno de Uribe fueron asesinados 18 periodistas, y varios de ellos optaron por el exilio debido a las numerosas e insostenibles amenazas. Asimismo, casi una treintena de periodistas está bajo la protección del DAS para cumplir sus labores. Esto demuestra que en Colombia la libertad de prensa es muy endeble, y que el gobierno mantiene bajo presión a los medios de comunicación que son opositores.
En el caso de Fredy, varias voces del mundo se han sumado al pedido de una pronta y justa solución a la situación del corresponsal de Telesur. Entre otros, se sumaron al reclamo la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Federación Latinoamericana de Periodistas y la Federación Internacional de Periodistas (FELAP).
A un mes de la poco clara detención de nuestro compañero Fredy Muñoz, desde la Agencia Periodística del Mercosur exigimos la pronta liberación del corresponsal de Telesur, así como el cese inmediato de las maniobras intimidatorias para con el canal latinoamericano Telesur.