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Entrevista a Aram Aharonian, director de Telesur:

«Por primera vez podemos vernos con nuestros propios ojos»

Fuentes: LAccent/LAvanç

El pasado 24 de julio Telesur, una nueva televisora para todo Latinoamérica, empezó sus emisiones. Los gobiernos de Venezuela, Cuba, Uruguay y Argentina son los principales accionistas de este proyecto audiovisual. El uruguayo Aram Aharonian está a la cabeza de esta iniciativa, que assegura que tiene el compromiso de devolver la voz a los latinoamericanos […]

El pasado 24 de julio Telesur, una nueva televisora para todo Latinoamérica, empezó sus emisiones. Los gobiernos de Venezuela, Cuba, Uruguay y Argentina son los principales accionistas de este proyecto audiovisual. El uruguayo Aram Aharonian está a la cabeza de esta iniciativa, que assegura que tiene el compromiso de devolver la voz a los latinoamericanos y latinoamericanas, quienes hace 513 años que «estan afónicos».

¿A qué responde la creación de Telesur?

Es un proyecto estratégico porque es la única alternativa al mensaje monocorde, hegemónico, de pensamiento único. Es una vieja reivindicación, no sólo por la integración, sinó por la posibilidad que por primera vez en 513 años podamos vernos con nuestros propios ojos. Durante todo este lapso hemos estado entrenados para vernos con ojos ajenos, y no podemos hechar solo la culpa a los otros si no a nosotros, que nos hemos entrenado también para vernos con ojos ajenos. Nosotros en América Latina no podemos pensar en otro destino si no empezamos a pensar con nuestros propios ojos, si no podemos saber quiénes somos realmente, si no nos asumimos como somos; porque si no el futuro va a ser el que nos impongan ellos. Es un intento para conocernos. Los paises latinoamericanos no nos conocemos: conocemos hoy mas de Chechenia que lo que pasa en América Latina. Es, pues, un esfuerzo por reconocernos, es un esfuerzo por terminar con todas aquellas cosas que durante 513 años han sembrado ante nosotros para separarnos, dividirnos, dominarnos. Eso es lo que yo llamo proyecto político y estratégico, esto es Telesur. Telesur es una señal de televisión hemisférica de alcance mundial que tiene que tener una altísima calidad, tanto de forma como de contenido para poder ser una alternativa a los otros mensajes. El que piense que CNN o Televisión Española estan mal hechos, estan equivocados, porque estan excelentemente realizados, con un mensaje que no nos gusta, pero estan excelentemente realizados. Ellos saben a dónde van, qué es lo que quieren y cómo lo quieren, nosotros somos los que todavía no sabemos lo que queremos, y estamos intentando buscar la forma nuestra vernos, igual que los catalanes quieren su propia forma y no la forma madrileña de pensar.

¿Y qué modelo de televisión se quiere construir en Telesur?

Un modelo de televisión pública, participativa; que no quiere decir: «llame que se va ganar un carro», sinó que tenga un rescate de memoria, un rescate de tradiciones, un rescate de cultura desde el punto de vista histórico y no antropológico; no es que fuimos tal cosa, sino que esto es lo que somos, nos asumimos como somos para poder saber a dónde vamos. Es un tipo de televisión donde haya información contextualizada sobre nuestra agenda informativa, no la agenda informativa que nos impongan desde fuera donde ellos nos dicen quiénes somos, cómo somo y qué tenemos que ser. Por ejemplo, CNN hace una cobertura extraordinaria en imágenes de la rebelión de Quito y después pone cuatro analistas estadounidenses que dicen qué tienen que hacer, quiénes son y qué es lo que pasó. Una historia no nace como un hongo después de la lluvia sinó que tiene un antecedente.

También hablais de pluralismo. ¿Qué significa para vosotros?

Cuando hablamos de pluralismo, hablamos de pluralismo en serio, y en este momento no tenemos palabra en ningún lado, no tenemos voz, hace 513 años que estamos afónicos. Ahora estamos recobrando la voz, la memoria, estamos recobrando la palabra, y recobrar la palabra quiere decir entre otras cosas llamar a las cosas por su nombre. Durante más de 30 años la palabra estuvo secuestrada por dictadores, por políticos genuflexos ante los centros de poder, por los expertos que te justifican el saqueo y la destrucción de nuestras naciones. Y es recobrar la palabra y decir las cosas por su nombre que cuando hablamos de Iraq hablamos de invasión y genocidio, y no hablamos de las fuerzas liberadoras sinó de la destrucción de una civilización. Cuando hablamos de democracia no hablamos de Pinochet, cuando hablamos de organizaciones sociales son ellos los que tiene que decir lo que hacen y no nosotros intermediar para ver qué hacen ellos; las organizaciones sociales tienen su espacio en Telesur. Claro, tienen su espacio en Telesur siempre y cuando podamos hacer una televisión con calidad broadcasting, con calidad profesional.

¿De dónde saca la producción Telesur?

Telesur no es una gran productora. Telesur saca la producción de cada una de sus corresponsalías, de televisiones nacionales, regionales, de universidades, de productoras independientes, de comunidades, de organizaciones sociales. Esta es la producción de Telesur, es totalmente horizontal, y aquí se visualiza, se hace la ficha de cada documental, de cada película, de cada tema y se arma la torta que va a transmitirse.

¿Y por qué Venezuela, Cuba, Argentina y Uruguay la impulsan y no otros países?

¿Y porqué no? Tampoco es imprescindible el hecho de que sea una multiestatal latinoamericana y no de que sea una guía de países. Lo interesante es que sean estados que la impulsen. Acá participan todos los países, ninguno de estos 4 países que forma parte del capital accionario tiene un porcentaje mayor o menor de producción ni de programación; la producción y la programación no tiene absolutamente nada que ver con el capital accionario. La dirección del canal está formada por 7 profesionales latinoamericanos, comunicadores o del mundo audiovisual, que estan puestos por su experiencia y por su adesión al proyecto, e incluso estamos tratando de tener un staf en Caracas formado por la diversidad de las regiones de América Latina para poder garantizar esta diversidad y pluralidad.

Decía que en este momento nosotros no tenemos voz, y que ir hacia algo plural significa poder tener voz. Es un rescate de viejos géneros periodísticos que estan en desuso con esta televisión instantánea, como la crónica, el análisi, el reportaje, la investigación, el debate de ideas. Nosotros no tenemos miedo al debate de las ideas, aquí en Telesur se va a debatir para qué sirven los militares, o para qué el norte quiere defender la Amazonia, o qué es el aqüífero guaraní, o si tenemos derecho a tener un modelo de desarrollo propio o tenemos que seguir las recetas del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial. Todos estos temas son para debatir y no para tirarse floreros por la cabeza, es para formar un ciudadano crítico. Nosotros no queremos formar consumidores ni borregos, nosotros queremos formar ciudadanos críticos, que son los que van a llevar adelante nuestros países. Apostamos por la formación ciudadana, apostamos porque el ciudadano es el que tiene que tener los elementos de información como para tomar sus propias decisiones y no tener un mensaje único que va a lo perceptivo y no va a la inteligencia o al razocinio del espectador.

En definitiva, estamos convencidos que hay una sola censura posible, que es la del telespectador, que cuando no le gusta algo hace «clik» y cambia de canal, que es la mas jodida, no? Pues yo debo tener una pantalla que sea atractiva, que sea de calidad, que sea competitiva. Es incluso un cambio paradigmático en lo que es los movimientos progresistas y demás. Nosotros no creemos que lo alternativo tiene que ser marginal; estamos dando un salto cualitativo, a nosotros nos habían convencido que lo alternativo era tener un pequeño periodiquito perdido allá, incluso nos pagaban para que estuviéramos allí. Pues lo alternativo puede ser masivo, tiene que ser masivo. Yo no puedo contentarme con llegar al 3% de la población si puedo llegar al 100% de la población, y así nos estamos peleando con la gente que cree que lo comunitario es lo máximo. Lo comunitario es excelente para la formación de la ciudadania, pero no para llevar los mensajes a todo el mundo. Acá se ha dejado lo masivo en manos de lo privado, hay una confusión de lo que es lo masivo con lo que es lo privado, entonces uno tenía que resignarse a tener una radiocita comunitaria y llegar a 100 personas, con el mismo esfuerzo puedes llegar a 100 millones.

Son muchos cambios paradigmáticos que se estan dando, incluso la televisión nuestra aspira a tener una cantidad de cambios paradigmáticos en un medio donde la gente cree que está todo hecho y que hay cosas que son verdades absolutas. No, gracias a dios en los últimos cinco años en América Latina hemos tenido gobernantes que han empezado a pensar diferente. Entonces, cosas que nosotros creíamos que no se podían hacer como enfrentarse al imperio o no pagar la deuda externa, hoy son cosas normales en América Latina. Y son cosas normales en América Latina que Estados Unidos pierda cuatro votaciones seguidas en la OEA. Antes nadie se podía imaginar esto, era imposible esto. Telesur es una de estas cosas imposibles.

Nosotros no creemos que otro mundo sea posible, esto lo pueden creer los europeos; nosotros sabemos que otro mundo es imprescindible, necesario, urgente y que lo tenemos que construir todos los días, no podemos esperarnos a que otro mundo sea posible, lo tenemos que construir todos los días, y de acuerdo a nuestras experiencias, equivocándonos quizás, ahí nos va la vida, nos va el futuro. 30 años de neoliberalismo han dejado millones y millones de excluidos, de invisible. Una de las cosas más revolucionarias que ha sucedido en Venezuela es que ahora cuatro millones de invisibles son ciudadanos, y cuando digo invisibles me refiero a gente que no tiene acceso a la educación ni a la salud ni a la comida, y ahora son ciudadanos con posibilidades hasta de acceso a la universidad.

Pero este proyecto, aunque sea multiestatal tiene su sede en Venezuela. Esto no es casual.

Esto es posible porque por primera vez en 100 años Venezuela recupera el dominio de los recursos de su petróleo, y todos aquéllos recursos que antes quedaban diluidos en cuentas bancarias cifradas en el exterior, hoy permean en los sectores de menores ingresos, e incluso hay un excedente. No es casual, claro que no es casual, es reivindicar la soberanía de los recursos naturales. Y no es casual que tenga la sede en Venezuela, también porque el proyecto se desarrolla en Venezuela, pero un proyecto satelital puede salir de cualquier lado: bombardeen acá que nosotros salimos desde cualquier lado. Y cuando hablo de bombardeo hablo en serio, a nosotros nos bombardean todos los días con basura del norte, y en este momento estamos perdiendo por goleada la batalla de las ideas, en el terreno audiovisual por lo menos, vamos perdiendo 40 a cero y empezando en el segundo tiempo. Sabemos que estamos cuesta arriba, pero por primera vez estamos abriendo brecha, es posible tener un medio masivo alternativo, señores: adelante. Lo que nosotros queremos es democratizar el segmento de la televisión; que haya 10, 20, 30 televisoras latinoamericanas más. No nos interesa como proyecto único, nos interesa para abrir brecha para que haya una cantidad de televisoras: una que hable de deportes, otra de cultura, de lo que quieran. Es la forma de poder existir, y reivindicarnos como somos, sin vergüenzas, sin culpas, mirándonos a nosotros para poder ser.

Apostamos por la gente joven, la gente que no este moldeada, la gente que pueda entrar con una mística nueva a trabajar. Preferimos perder tiempo en la formación. Haber trabajado 40 años en una televisión no significa que seas bueno, significa que has cobrado 40 años de salario. Necesitamos gente que crea en este proyecto, de lo que todo esto significa desde el punto de vista conceptual, desde el punto de vista ideológico.

El surgimiento del proyecto no ha gustado para nada al gobierno de los Estados Unidos.

Yo creo que nunca en mi vida me habían dicho tantos piropos. Vamos por la senda buena entonces, y de esto se trata. Si les hubiera gustado estaríamos preocupados, muy preocupados. Tampoco entendemos como unos señores pueden tomar una medida antes de que salga la programación, pero estos son los excesos de ignorancia que tienen los representantes norteamericanos. No les ha gustado tampoco a las élites de muchos países, me refiero por ejemplo a la élite colombiana.

Las imágenes de Manuel Marulanda en concreto han sido criticadas.

Una imagen de menos de segundo… además que es una imagen que sale todos los días en la televisión colombiana. Es una forma de censura y descalificación. Cuidado: esta forma de descalificación quizás sea una forma de calificación para muchos. Ustedes quieren suprimir esto: por algo será.

Hay una campaña de los latinos de Estados Unidos que dice: yo quiero Telesur en mi servicio de cable. No estamos siendo nosotros. Bueno, son cosas que suceden. Si las medidas estas son para amedrentarnos, que sigan sin conocernos. Nosotros no queremos ser una televisión norteamericana, queremos ser una televisión latinoamericana nomás. Obviamente que hay muchas cosas del gobierno de los Estados Unidos que no nos gustan, y las vamos a decir, pero las va a decir la gente, los gobernantes, las organizaciones sociales o las víctimas, no nosotros. Y al señor Connie Mack, que presentó una enmienda contra Telesur en la Camara de Representantes de Estados Unidos, ya ha hablado dos veces en Telesur. Eso es libertad de expresión, eso es libertad de prensa, eso es democracia, por lo menos como la entendemos nosotros, eso es pluralismo, eso es diversidad, eso es lo que queremos, que también el señor Connie Mack esté con nosotros. Y él estaba muy preocupado porque no entendía porqué le llamábamos, como también habló José Serrano, que es un portoriqueño del Bronx, como también habló otra cantidad de representantes.

Usted decía que es el único ejemplo mundial, pero también existe Al-Jazeera.

Al-Jazeera es una empresa privada, y el proyecto de Telesur es de los estados nacionales, hay una diferencia básica. Al-Jazeera es una alternativa al mensaje único que se mandaba desde Washington y Londres, sin lugar a dudas, en esto nos podemos parecer a Al-Jazeera, tiene una visión alternativa, y también nos podemos parecer a la televisión índia, a la iraní, a la china, a la rusa… sí, hay una cantidad de cosas que todavía desconocemos y queremos conocer, incluso las televisiones autonómicas de España son muy diferentes de la televisión oficial, la catalana, la basca, la galega, son diferentes… bueno, esta es la diversidad que nosotros queremos conocer.

Teniendo en cuenta que Telesur surge desde Venezuela, y toda la campaña mediática que ha habido contra Chávez, ¿no surge un poco tarde?

Estamos totalmente de acuerdo, estamos muy tarde en muchas cosas. Estamos tratando de empezar a vernos como somos, a asumirnos como somos y a sentirnos orgullosos de nosotros. Hay también en este gobierno muchas confusiones sobre qué es la comunicación y para qué sirve la comunicación, hasta hoy siguen habiendo confusiones.

La ley Resorte que hace unos meses aprobó el Parlamento venezolano, ¿qué le parece?

Todo marco de regulación es imprescindible. En muchas cosas no estoy de acuerdo con la ley Resorte porque creo que puede ser mucho mejor, y además a los medios de comunicación privados les ha servido para recuperar su programación y para recuperar a sus avisadores, porque durante un año y medio o dos años se dedicaron a hacer solamente propaganda y agitación, y ahora estan obligados a retomar su programación, y con su programación volvieron los avisadores y estan todos felices. Pregunta a alguien si estan perdiendo plata con la ley Resorte, estan llenos de avisos, han vuelto a tener programación. Durante la crisis perdieron avisadores y estaban quebrados, y la ley Resorte les ha salvado, aunque esto no lo quieran reconocer. No significa absolutamente ninguna restricción a las libertades ni a las posibilidades de dar información. No hay ni un periodista preso, ni un medio cerrado, hay un libertinaje asqueroso todavía en los medios de comunicación, y esto también es culpa del estado. Todo esto desde mi punto de vista; yo no soy venezolano, y tampoco puedo inmiscuirme en los problemas internos.