La exposición al escarnio público del gobernador del estado de Nueva York Eliot Spitzer por un «rendez vous» con una prostituta de lujo del tipo «call-girl» tuvo poco que ver con los estándares morales de la administración Bush para los altos servidores públicos. El autor F. William Engdahl advierte que «en la evaluación de los […]
La exposición al escarnio público del gobernador del estado de Nueva York Eliot Spitzer por un «rendez vous» con una prostituta de lujo del tipo «call-girl» tuvo poco que ver con los estándares morales de la administración Bush para los altos servidores públicos.
El autor F. William Engdahl advierte que «en la evaluación de los escándalos espectaculares alrededor de figuras públicas prominentes, lo más importante consiste en preguntar quién y por qué pudo desear eliminar a esa persona». La sincronización sugiere que Spitzer fue el blanco probable de una operación de la Casa Blanca y de Wall Street para silenciar a uno de los críticos más peligrosos y locuaces de su conducción de la crisis actual del mercado financiero.
Spitzer había llegado a responsabilizar cada vez más públicamente a la administración Bush por la llamada «crisis sub-prime» del mercado financiero hipotecario. A mediados de febrero atestiguó ante el Subcomité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de EEUU y más tarde ese día, en una entrevista nacional por CNBC TV, culpó de frente a la administración Bush de crear un ambiente propicio para los prestamistas rapaces.
El 14 de febrero, The Washington Post publicó un editorial de Spitzer titulado: «El socio de los prestamistas rapaces en el crimen: Cómo la administración Bush bloqueó los caminos para que los estados concurrieran a auxiliar a los consumidores». En el editorial acusó: «La administración Bush no sólo no hace nada para proteger a los consumidores de viviendas, sino que además se embarcó en una agresiva campaña sin precedentes para impedir que los estados protejan a sus residentes contra los mismos problemas a los cuales el gobierno federal evade tapándose los ojos».
En ese editorial, Spitzer explicó:
«La administración Bush logró esta hazaña a través de una oscura agencia federal llamada Oficina del Contralor del Circulante (Office of the Comptroller of the Currency, OCC). La OCC, que viene existiendo desde los tiempos de la guerra civil, tiene por misión asegurar la validez fiscal de los bancos nacionales. Durante 140 años, la OCC examinó los libros de los bancos nacionales para cerciorarse de que eran equilibrados, una función importante pero no controversial. Pero hace algunos años, por primera vez en toda su historia, la OCC fue utilizada como herramienta contra los consumidores».
«En 2003, durante el clímax de la crisis de los préstamos depredadores, la OCC invocó una cláusula de la Ley del Banco Nacional de 1863 para disponer formalmente las compras legales con derecho preferente de todos los préstamos rapaces de los estados, de manera de hacerlos inoperantes. La OCC también promulgó nuevas reglas para evitar que los estados hicieran cumplir cualquiera de sus propias leyes de protección al consumidor contra los bancos nacionales. Las acciones del gobierno federal fueron tan notorias y tan sin precedentes que todos los abogados generales de los 50 estados y todos los superintendentes bancarios de esos 50 estados lucharon activamente contra las nuevas reglas».
«Pero la oposición unánime de los 50 estados no disuadió, ni aún retardó, a la administración Bush en su meta de proteger a los bancos. En efecto, cuando mi oficina abrió una investigación sobre la posible discriminación en los préstamos hipotecarios de una cantidad de bancos, la OCC activó un pleito federal para detener la investigación».
Aunque el editorial apareció al día siguiente de la «desventurada aventura» de Spitzer con la prostituta en el hotel Mayflower, algunos iniciados de Washington creen que con ese artículo, el político demócrata firmó su propio certificado de defunción política.
El 4 de marzo de 2008 Spitzer propuso, además, la legislación que habría impuesto penas al fraude hipotecario y a los préstamos depredadores. (1)
Curiosamente, Spitzer, que fue elegido gobernador en 2006 cuando derrotó a un republicano con casi el 70 por ciento de los votos, no ha sido acusado de ningún crimen. Su caso fue a parar a manos de Washington y no de las autoridades del estado de Nueva York, subrayando la clara naturaleza política de la «ofensa» de Spitzer.» La Asamblea de Republicanos de Nueva York anunció inmediatamente planes para acusar a Spitzer o para someterlo al escarnio público si llegaba a rechazar la dimisión. Aunque la prostitución es ilegal en la mayoría de los estados de EEUU, casi nunca acusan a los clientes de prostitutas, ni típicamente sus nombres son hechos públicos mientras exista un caso en proceso.
El editorial de Spitzer concluyó: «Cuando la historia cuenta el episodio de la crisis de los «préstamos sub-prime» y relate de nuevo sus efectos devastadores sobre las vidas de tantísimos inocentes dueños de una casa, la administración Bush no será favorablemente juzgada…, será juzgada como gustoso cómplice de los prestamistas, quienes llegaron demasiado lejos en su búsqueda de ganancias. La administración fue tan complaciente, en efecto, que utilizó el poder del gobierno federal en un asalto sin precedentes a las legislaturas de los estados, así como contra los abogados generales de los estados y quienquiera que estuviera en el lado de consumidores».
Cita:
1) «Governor Spitzer Proposes Legislation to Address Sub-prime Mortgage Crisis,» New York State Website, March 4, 2008
Foto: Eliot Spitzer
Fuentes:
Truthout, February 2008
Título: «Predatory Lenders’ Partner in Crime»
Global Research, March 17, 2008
Título: «Why the Bush Administration ‘Watergated’ Eliot Spitzer»
Autor: F. William Engdahl
Estudiantes investigadores: Rob Hunter, Elizabeth Rathbun y Rebecca Newsome
Evaluador académico: Mickey Huff, M.A.
Título original: Bush’s Real Problem with Eliot Spitzer
Traducción: Ernesto Carmona (especial para Argenpress.info)