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Objetivo: desconocer legalidad socialista

Premios ideológicos

Fuentes: Argenpress

La entidad estadounidense Comité de Protección a los Periodistas (CPJ) entregara este 22 de noviembre sus premios a «defensores de la libertad de prensa», otorgados entre otros al chino Shi Tao condenado en su país a diez años de prisión por haber divulgado secretos de Estado en el exterior. Otros de los laureados son el […]

La entidad estadounidense Comité de Protección a los Periodistas (CPJ) entregara este 22 de noviembre sus premios a «defensores de la libertad de prensa», otorgados entre otros al chino Shi Tao condenado en su país a diez años de prisión por haber divulgado secretos de Estado en el exterior. Otros de los laureados son el uzbeco Bujarbaeba, también enjuiciado en su país y, por supuesto, Reporteros Sin Frontera (RSF).

Las dos organizaciones mencionadas (CPJ y RSF) se ostentan como defensores de la libertad de expresión, mas en los hechos lo que hacen es una enconada publicidad al sistema neoliberal, al mismo tiempo que propician desconocer y desacatar la legalidad de los países socialistas.

En el caso de Shi Tao, por ejemplo, montaron y mantienen una campaña en la que prácticamente no mencionan el delito cometido y ello a pesar de que el protagonista reconoció su violación de las normas legales. La filosofía de estos espurios adalides de la libertad es la de que si el sistema es socialista cualquiera tendría el derecho de burlar la institucionalidad.

A propósito de Tao, enjuiciado en abril pasado, RSF emitió duros juicios en contra de la empresa Yahoo acusándola de «soplón de la policía china» pues supuestamente ella informó de la dirección electrónica de Tao.

La postura a que aludimos y que se sintetiza en el aforismo de que sólo el capitalismo es válido como legalidad, se contradice brutalmente con los principios básicos de la convivencia internacional consagrada en los estatutos de Naciones Unidas que reconoce el derecho a la autodeterminación de los pueblos.

Robert Menard, secretario general de RSF no sólo ignora aquello sino también carece de principios éticos relativos al periodismo. Lo ha confesado él en estas declaraciones: «Estoy completamente seguro que un periodista no puede censurarse por defender a la patria a cualquier precio. Yo creo que los periodistas tienen un rol aunque sea contra su propio país». (1)

Por las aguas turbias de estos inverecundos publicistas neoliberales, navegan asimismo instituciones estatales como el Parlamento Europeo. En octubre pasado y haciendo gala de rémoras de la guerra fría ha concedido el «Premio Sajarov» de derechos humanos a un pequeño grupo de mujeres cubanas que se autodenominan las «Damas de Blanco» y dicen practicar la disidencia.

Las tales señoras son esposas o parientes de los actores de otra invención propagandística «made in USA»: los pseudos periodistas independientes de Cuba…Todos ellos-son una veintena- han sido juzgados y encarcelados luego de comprobarse documentalmente su connivencia con los aparatos de espionaje norteamericanos. (2)

CPJ y RSF fueron otra vez los preparadores del lauro que desprestigio ahora al Parlamento Europeo. Desde marzo pasado venían emitiendo fantasiosos comunicados en los que utilizando el mismo lenguaje agresivo motejan a Cuba como «Cárcel de periodistas». Tubal Páez, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) sentenció en su oportunidad: «La gran mayoría de estos colaboracionistas que el enemigo incluye su lista de pagos como los «periodistas independientes» nunca lo han sido. Tampoco son independientes pues militan en el partido contrario».

Agreguemos, al margen de los premios inmerecidos, que la ilógica tesis enfilada a desacatar la legalidad en algunas naciones se ha extendido a Venezuela a despecho de que allí impera el modelo de libre empresa y se ha planteado un socialismo propio y a futuro.

Esa realidad no parece interesarle a don Rosalío Castillo Lara, único cardenal venezolano quien en octubre pasado ha llamado públicamente a «desconocer al gobierno de Hugo Chávez». Para ello, Castillo inventó un país donde, dice no hay democracia y la propiedad privada está en peligro. ¡Ah y los valores (sic) humanos han sido conculcados.

Aunque aclaró que habla a título personal, algunos han calificado sus palabras de una evidente provocación, pero otros opinan que el hombre está un tanto majareta.