A mediados de mayo de 2011 el país fue sacudido por la masacre de 27  jornaleros en la finca Los Cocos, la Libertad, Petén, asesinados  presuntamente por el grupo Z200, parte del cartel mexicano Los Zetas, un  hecho sin precedentes en su historia reciente; una semana después de  este macabro suceso mantas con advertencias a la prensa fueron colocadas  en cuatro departamentos del país, por integrantes de este grupo.
Esta  fue la primera vez que en el país grupos del crimen organizado  advirtieron de manera directa a los medios de comunicación para que  cesaran la publicación de notas sobre la narcoactividad según el informe  semestral del Estado de Situación de la Libertad de Expresión en  Guatemala, recién presentado por Cerigua en conjunto con la Procuraduría  de los Derechos Humanos (PDH). 
Según el  documento, el gobierno del presidente Álvaro Colom (2008-2012) podría  finalizar con 24.233 muertes violentas y sería la administración que  registra el número más elevados de delitos contra la vida luego de  finalizado el conflicto armado interno en 1996. 
La  PDH refiere en un reciente informe presentado al Congreso sobre la  situación de derechos humanos que «una de las más graves situaciones de  la seguridad ciudadana en Guatemala es la criminalidad que se relaciona  con el narcotráfico». 
Lo incautado al  narcotráfico de enero a junio 2011, más de 24.305 millones de  quetzales en concepto de drogas, bienes y dinero, supera lo que el  Estado guatemalteco requiere durante un año para cubrir los gastos de la  inversión de los ministerios del Organismo Ejecutivo. 
La  situación político-social del país, con 7.5 millones de personas  viviendo en situación de pobreza, de las cuales 2.2 millones están en  extrema pobreza, también provoca conflictividad social que en ocasiones  repercute en el trabajo periodístico. 
En el  primer semestre de 2011, el Observatorio de Periodistas recogió 15 casos  de agresiones contra periodistas en todo el país; la mayor parte de las  agresiones fueron amenazas, verbales, físicas y de muertes y  provinieron de funcionarios y políticos que buscaban un puesto en el  gobierno en las elecciones generales de 2011. 
Hasta  septiembre las agresiones se incrementaron a 20 y únicamente se reportó  una amenaza proveniente de grupos del crimen organizado pese a la gran  penetración que los grupos paralelos tienen en el país; en el 2010 se  registraron dos amenazas de estos grupos contra la prensa. 
El  Observatorio considera que esta situación se debe a que en los  departamentos con mayor presencia de estos grupos hay implantada una  autocensura como forma de preservar la vida y la seguridad de los y las  periodistas y una censura que deviene de actores, que en última  instancia son los censores de la libertad de expresión. 
De  acuerdo con un monitoreo de medios realizado por el Observatorio,  departamentos como Escuintla, en donde se sabe operan estos grupos,  apenas si publicaron 10 notas sobre hechos relacionados con la  narcoactividad; el departamento de Quiché, fronterizo con México, apenas  reporta 3 notas de este fenómeno. 
Seis  departamentos, Petén, Alta Verapaz, Izabal, Huehuetenango, Zacapa y San  Marcos, se ubican entre los que más publican notas sobre la  narcoactividad por lo tanto se consideran de «alto riesgo» para la  prensa; Petén y Alta Verapaz estuvieron bajo Estado de Sitio por dos  meses debido a la presencia de estos grupos criminales. 
Según  el estudio, de parte del Estado existe incapacidad de impulsar una  política de seguridad democrática, lo que estimula la presencia  delincuencial sobre todo por la debilidad del sistema de justicia que ha  sido permanentemente señalado por la falta de aplicación de una  justicia pronta y cumplida. 
En respuesta a la  violencia que vive la región centroamericana, que tiene la mayor tasa de  homicidios en el mundo, según la ONU, con 29.3 homicidios por cada 100  mil habitantes, solo superada por la región sudafricana, los países que  conforman el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) realizaron el  22 y 23 de junio de 2011 la Conferencia Internacional de Apoyo a la  Estrategia de Seguridad de Centroamérica. 
El  objetivo de la conferencia era solicitar apoyo político, técnico y  financiero de la comunidad internacional para atender los problemas de  violencia, narcoactividad y crimen organizado que afecta a  Centroamérica. 
Ante este panorama el  Observatorio de los Periodistas de Cerigua recomienda al gremio la  adopción de protocolos y medidas de seguridad básicas, la denuncia de  las violaciones a la libertad de expresión ante las entidades de  derechos humanos, autoridades y organización de protección y la unidad  del gremio, así como la realización del trabajo periodístico con ética y  responsabilidad. 
El informe del Observatorio fue  recién presentado a la prensa por la directora de Cerigua, Ileana  Alamilla y el Procurador de los Derechos Humanos (PDH), Sergio Morales.
Fuente original: http://www.argenpress.info/2011/09/prensa-violencia-y-libertad-de.html