El pescador Wanka Masani, de 25 años, se volvió inseparable de su aparato de radio de dos dólares, desde que comenzó a funcionar una emisora comunitaria en esta pequeña oriental ciudad de India. Así, escucha canciones populares, mientras espera que sus hermanos regresen con la pesca del día. Radio Namaskar (el tradicional salud indio) 90.4 […]
El pescador Wanka Masani, de 25 años, se volvió inseparable de su aparato de radio de dos dólares, desde que comenzó a funcionar una emisora comunitaria en esta pequeña oriental ciudad de India.
Así, escucha canciones populares, mientras espera que sus hermanos regresen con la pesca del día.
Radio Namaskar (el tradicional salud indio) 90.4 FM comenzó a emitir en febrero de 2010. Ofrece mucho más que entretenimiento para los 2.000 pescadores de un asentamiento de 10.000 habitantes, que viven en chozas de barro a lo largo de la costa de Chandrabhaga, en el oriental estado de Odisha, en la bahía de Bengala.
Las tormentas ciclónicas suelen amenazar a los frágiles barcos de los pescadores y poner en peligro sus vidas. No pueden depender de los pronósticos del tiempo porque el suministro eléctrico es irregular.
«Radio Namaskar transmite alertas sobre fuertes vientos y ciclones a breves intervalos de tiempo y tiene un alcance de 35 kilómetros mar adentro», indicó Gengri Mania, de 40 años, quien lleva su aparato cada vez que acompaña a su cuñado a pescar.
Las fuertes lluvias y las inundaciones suelen dejar a familias enteras aisladas y apiñadas en los techos de las casas, a veces durante días, como ocurrió en el bloque (unidad administrativa) de Gop, en septiembre de 2011.
«La línea dedicada de teléfono móvil de Radio Namaskar fue un salvavidas», señaló Ali Akbar Shah, de 37 años, cuya vivienda fue una de las primeras en quedar sumergida bajo el agua cuando se rompió el dique del río Kushabhadra.
Esa línea dedicada mantiene una conexión permanente entre dos o más puntos.
Shah logró hacerse con unos siete teléfonos celulares de su comercio de reparación, con los cuales mantuvo una comunicación permanente con la radio comunitaria durante los tres días que él y sus vecinos quedaron varados en los techos de sus viviendas.
«La mezquita local anunció la rotura del dique a las 21:30 de la noche. Apenas tuvimos tiempo de subir a los niños que estaban durmiendo y algunas cosas básicas al techo de amianto, cuando las paredes comenzaron a filtrar el agua», recordó.
Artarana Behera, propietario de un local de reparación de bicicletas en la aldea vecina de Helari, también afectada por la inundación, contó que los 13 integrantes de su familia, incluidos sus ancianos padres y sus hijos pequeños, tuvieron que refugiarse en el techo.
«Nos mantuvimos con dos kilos de arroz cocido, que nos terminamos el primer día, y estuvimos comunicados a través del número especial dispuesto por la radio comunitaria para que las víctimas enviaran mensajes de ayuda», relató.
Más de 1.000 llamadas fueron registradas por la línea telefónica dedicada esa semana.
Las llamadas permitieron identificar adónde era prioritario mandar suministros, y las autoridades despacharon raciones de alimentos, velas y lonas para protegerse de la lluvia.
«Radio Namaskar transmitía información sobre las inundaciones cada 10 minutos, las 24 horas, durante los tres días que el nivel del agua permaneció alto. Las autoridades también se sirvieron de la emisora para realizar anuncios. Estoy feliz de poder ayudar», indicó Shah.
A raíz del papel crucial de Radio Namaskar como intermediaria entre los damnificados aislados y las operaciones de rescate, la población local pasó a considerar a la emisora como salvadora y compró los pequeños aparatos de dos dólares a una empresa de Kolkata.
Subas Nayak, consejero de la municipalidad de Konark, de 34 años, que representa a la comunidad de pescadores, dijo que la radio comunitaria transformó la vida de la población costera, pues también sirvió para que estos dejaran de ser engañados por los intermediarios.
«Los propietarios de las cinco cámaras frigoríficas, que también son grandes compradores de pescado, fijaban a diario el precio de las variedades comerciales antes de que los pescadores llegaran», indicó Nayak.
Los pescadores tenían las manos atadas por la falta de infraestructura. Pero Radio Namaskar comenzó a informar todos los días el precio de las variedades de pescado en los mercados de Kolkata, donde se vende la pesca de Konark, y el abuso se terminó. Ahora los pescadores pueden decidir un precio justo.
El impacto de la radio comunitaria también puede calcularse por la popularidad de su programa «Janata darbar» (tribunal del pueblo) y «Sir, Tike Sunibe?» (Señor, ¿tendría la gentileza de prestar su oído?), en los cuales la comunidad plantea sus problemas y dificultades en un espacio de discusión de 30 minutos que apunta a que las autoridades corrijan la situación.
«Noventa por ciento de nuestros logros fueron protagonizados por mujeres», indicó Naseem Ahmed Shah Ansari, de 36 años, fundador y presidente de Radio Namaskar.
Las 72 organizaciones de oyentes están encabezadas por mujeres, apuntó. «Queremos que promuevan el cambio en nuestro ambiente, predominantemente rural», añadió.
Las organizaciones de mujeres se encargan de que «Anganwadis» -un programa estatal para alimentar a niños y niñas, mujeres embarazadas y que están amamantando- ofrezca comida de calidad. También interceden para que niñas dalit (la más baja del sistema de castas de India) sean admitidas en la escuela y para que las viudas reciban su pensión.
Los programas radiales se emiten en horarios convenientes para la audiencia, ocho horas al día, y cubren temas sobre jóvenes, autogestión, agricultura y derechos civiles, y los gravan en CD que entregan a las autoridades para que estas tomen medidas.
La falta de fondos obliga a la emisora a depender por completo de 25 voluntarios de diversas edades, desde Narayan Das, maestro jubilado de 62 años, hasta Sharup Saha, estudiante de 18.
«Ni el gobierno federal ni las organizaciones contribuyentes tienen una política específica para financiar radios comunitarias en India», se lamentó Ansari.
También fue difícil conseguir el capital inicial de 22.000 dólares. La mitad procedió de la organización madre, Young India (Joven India), y el resto de préstamos sin interés aportados por otras entidades no gubernamentales.
«Los ingresos de la publicidad estatal son puro cuento. Recibimos una miseria y los pagos invariablemente desaparecen», indicó Ansari, quién busca mejorar la situación mediante avisos privados, a la que se darán cinco minutos por hora de transmisión.
Por ahora, el principal objetivo de Radio Namaskar es sumar oyentes gracias a los servicios a la comunidad.