Con el inicio de las trasmisiones de Radio Puerto Suárez, en la frontera con Brasil, la red de radios comunitarias de Bolivia amplía desde hoy su señal como voz de los pueblos originarios, destacaron autoridades. Gastón Núñez, director nacional de comunicación social, dijo a Prensa Latina que esa emisora es la número 12 de unas 30 […]
Con el inicio de las trasmisiones de Radio Puerto Suárez, en la frontera con Brasil, la red de radios comunitarias de Bolivia amplía desde hoy su señal como voz de los pueblos originarios, destacaron autoridades.
Gastón Núñez, director nacional de comunicación social, dijo a Prensa Latina que esa emisora es la número 12 de unas 30 que serán instaladas en los puntos más apartados de la geografía de la nación andina.
Ese proyecto debe concluir antes que finalice el 2006, según indicaciones del presidente Evo Morales, precisó.
Núñez subrayó el apoyo de Venezuela, con la donación de un millón 500 mil dólares, para hacer realidad la red de radios comunitarias, uno de los reclamos de organizaciones campesinas y pueblos indígenas.
«Es la vía más expedita, el poderoso instrumento que tienen ahora las autoridades de esas localidades y su pueblo, para dar a conocer realidades, música tradicional y la historia», precisó Núñez.
Según el directivo, esas pequeñas emisoras recibirán informaciones diarias del acontecer nacional mediante programas especiales emitidios desde La Paz por la Red Patria Nueva.
Con esas plantas de radio se pretende dar voz propia a las organizaciones originarias y campesinas, un noble objetivo ajeno a la idea de imponer una línea de gobierno, dijo Núñez.
Asimismo fue enfático cuando aseveró que el servicio que deben ofrecer en su programación ese tipo de radioemisoras debe ser educativo por esencia, subordinado a los intereses de la comunidad.
Sobre el particular, Morales ha subrayado el importante papel movilizativo que tiene la radio, ahora en manos del Estado.
El mandatario explicó en el central departamento de Oruro que quedaron atrás los tiempos en que los bolivianos eran víctimas de campañas de difamación y mentiras en la gran prensa, siempre al servicio de las potencias extranjeras y de gobiernos entreguistas.
«Vamos a demostrar lo que es utilizar los medios de información, pero al servicio del pueblo y sin ofender a nadie», aclaró.