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Reporteros Sin Fronteras defiende su decision de no reconocer a los golpistas hondureños como «depredadores de la libertad de prensa»

Fuentes: Rebelión

Después de comprobar con pena y rabia que Reporteros Sin Fronteras no incluye al mortal golpismo hondureño de su lista de «depredadores de la libertad de prensa» quise dar una segunda oportunidad (pues considero que todo el mundo, incluyendo RSF, puede merecer una segunda oportunidad) a la organización a la cual, ya en pasado, estaba […]

Después de comprobar con pena y rabia que Reporteros Sin Fronteras no incluye al mortal golpismo hondureño de su lista de «depredadores de la libertad de prensa» quise dar una segunda oportunidad (pues considero que todo el mundo, incluyendo RSF, puede merecer una segunda oportunidad) a la organización a la cual, ya en pasado, estaba asociado.

El mismo lunes 3 de mayo, día internacional de la libertad de prensa, decidí escribir una carta a compañeros responsables de RSF preguntando amistosamente sobre los motivos por los cuales se ha valorado que el golpismo hondureño no es un depredador de la libertad de prensa.

Mas allá de lo que me sugerían «tirios y troyanos» en diferentes foros y medios de comunicación, quería valorar personalmente aquellas informaciones (hoy hechos) que me venían extrañando año tras año y especialmente en estos últimos días, hora tras hora.

Tal era mi ingenuidad (como de alguna manera se apuntaba en algunas notas escritas por compañeros) que había comenzado a escribir -iluso de mí- un artículo titulado «Por qué sigo siendo socio de RSF» (utilizando como ejemplo relevante el merecido apoyo de RSF al compañero Hollman Morris en Colombia).

Pues bien, una vez recibida la respuesta oficial de RSF por parte de Benoit Hervieu les comunico: Reporteros Sin Fronteras, hasta aquí hemos llegado. ¿Por qué? Paso a explicarlo en la siguiente carta abierta:

Señor Hervieu, en primer lugar debo aclararle que soy un socio de RSF y no un «lector» como usted apunta, aunque dado el carácter radicalmente vertical y no participativo de su organización es normal que usted me trate así. Tal es el carácter sectario y hermético de su organización, que un amigo de la sección española de RSF me dijo textualmente que «las decisiones vienen tomadas de París».

A continuación, y para facilitar la comprensión de mi respuesta, paso a responder punto por punto, aquello que considero mas significativo de su carta:

1. ¿Como puede tener usted el coraje de decir qué «lo que es falso y escandaloso» es que yo titule un correo electrónico personal de «silencio de RSF sobre Honduras»  y no el hecho de que ustedes hayan dejado en la estacada a los periodistas y ciudadanos hondureños cuando llegaba la hora de la verdad, es decir, en su informe mundial? Qué bárbaro. Tanto «escándalo» por el titular de un correo amistoso dirigido a compañeros de RSF y cuánta tinta de calamar esparcida sobre el tema de fondo: no incluir a los asesinos golpistas de Honduras en su lista, esa que tiene un poder e influencia enormes a nivel mundial.

2. Usted dice: «Seguimos y denunciamos la situación en Honduras desde el golpe de Estado y sus efectos».  Lo seguirían desde su distante sede de París, pues tengo filmados a los directores y periodistas de los principales medios de comunicación de Honduras a tres semanas del golpe de Estado, posterior agresión y cierre de sus medios y según me dijeron en las entrevistas (que en la vulnerabilidad de sus redacciones les realicé) nadie de RSF se preocupó ni tan siquiera de telefonearles para preguntarles ¿como están compañeros?

3. Aquí llega un párrafo en la cual ustedes demuestran un compromiso realmente heroico… Primero presumen: «Hicimos una misión allá también» , todo un esfuerzo titánico que usted convierte en sinónimo de autentica solidaridad. Y continúa, «condenamos también la participación y apoyo de grandes medios de comunicación a esta tragedia». Eso sí que es novedoso para RSF, criticar a los grandes medios de comunicación como los que les financian. Por eso sí que les felicito.

Pasados estos apuntes, aquí llega el momento definitivo e inolvidable  en el que usted por boca de RSF dice textualmente: «Es verdad que se podía incluir a los golpistas dentro de los depredadores, pero tuvimos dos problemas…».

Los dos problemas de RSF

4. Uno. RSF dice que la relación de los asesinatos de periodistas «no está establecida en todos los casos con el contexto político. Hay uno (un periodista) que figura en nuestro barómetro, en unos casos la pista del narcotráfico parece privilegiada y en otros no hay elementos».

O sea, que un solo periodista asesinado no es suficiente. A otro, directamente, sin juicio previo, lo presenta como narco y los demás, como son impunes, pues el Estado los hace impunes, ustedes no los consideran víctimas de la situación generada. Tampoco tienen en cuenta que por primera vez en la historia del país se dan asesinatos masivos y en serie de periodistas. Vamos, quien no quiera ver, no verá, y RSF clara e intencionadamente no quiere ver.

5. Dos, el quid de la cuestión o la coincidencia de RSF con la estrategia a dos tiempos diseñada por los golpistas (y alguna potencia extranjera más). Aquí usted habla de «la figura del golpe»  como segundo elemento de juicio que confirma la no inclusión de los golpistas en su famosa e impactante lista de depredadores de la libertad de prensa. Y dice así:

«Publicamos nuestra lista el 3 de mayo. Ahora Micheletti no está en el poder y el general Vásquez goza de una jubilación tranquila en Hondutel (con su nominación por Pepe Lobo). Ellos podían ser los depredadores durante el tiempo anterior a la investidura de Lobo. Lobo sería el depredador desde la fecha del 27 de enero, pero a él no se le tomaría en cuenta el periodo anterior, es decir, de junio hasta diciembre de 2009».

Es decir, que ustedes valoran como un obstáculo insalvable el hecho de que los golpistas sean dos. Que fácil. Además, ¿choca un poco con otros Estados y organizaciones que ustedes condenan reiteradamente en su lista dando igual quien esté al mando, no? Por otro lado -dato tremendo- parece que ustedes reconocen las elecciones irregulares, ilegales e ilegítimas lanzadas por los golpistas el pasado mes de noviembre, en las que «ganó» Porfirio Lobo. Ustedes RSF, cuanto menos de forma implícita, dan por legal y legítimo un Gobierno (continuidad y proyección del anterior igualmente golpista) cuando ni la ONU, ni la UE, ni la práctica totalidad de los países latinoamericanos reconoce al Gobierno «pro golpe» de Porfirio Lobo. Además, aún en el caso de que se pudiese validar ese cambio de fachada realizado en noviembre pasado, tendrían que condenar igualmente a Lobo por amnistiar a todos los responsables de las agresiones cometidas y tantos otros elementos deleznables que no quieren ver y se siguen dando hoy. En definitiva, en Honduras nadie es responsable de nada, ni el ejército, ni la policía, ni los políticos, nadie; mas sin embargo, la gente muere.

En mi opinión, este golpe de Estado es una operación realizada a dos tiempos, que será estudiada el día de mañana no sólo en las facultades de ciencia política e historia, sino también en las de ciencias de la información. Tal y como atestiguamos varios periodistas críticos que cubrimos el golpe, se trata de un auténtico laboratorio en el que la mano negra que siempre ha hecho la vida imposible a los pueblos de América Latina está a punto de concluir lo que muchos ya llaman el golpe perfecto. Quizás les ayudó la experiencia de Caracas en 2002; puede ser. En cualquier caso esperemos que no se repita, aunque con la condescendencia de ciertos «defensores de los derechos humanos» como RSF poco bueno cabe esperar.

Finalizando su carta usted insiste en que desde RSF tildaron de golpistas en varios comunicados a los golpistas, y me parece muy bien, es verdad, lo hicieron; pero también usted sabe perfectamente que lo que cala, lo que sobresale, lo que destaca enormemente y es portada de todas las poderosas corporaciones mediáticas del globo que tanto influyen en la llamada opinión publica, es su lista de depredadores y no los pequeños comunicados que se diluyen en la rutina informativa del día a día. La lista es su plato fuerte, es su acusación mundial y explícita de quien hace «mal» contra la libertad de empresa y a veces de prensa. Sin embargo ustedes, RSF, decidieron no incluir a los golpistas cuando los reporteros hondureños lo necesitan a vida o muerte. Todo este silencio viniendo de quien asume la comunicación, el periodismo y la denuncia como leitmotiv, es injustificable.

El 3 de mayo por la mañana no pocos periodistas hondureños celebraron en Tegucigalpa el día de la libertad de prensa. Fue un acto de enorme riesgo, gran valentía y humanidad al que yo no pienso dar la espalda como lo hicieron todos esos poderosos medios, auténticos especialistas en «desapariciones forzadas» de realidades tan sangrantes como -gracias a ellos- invisibles. Mientras, ese mismo día, gozando de toda la atención corporativa y mediática imaginable, se daban en todo el mundo las archiconocidas ruedas de prensa de RSF «denunciando» quiénes son los «depredadores de la libertad de prensa». En la sección española de RSF a la que yo pertenecía, no se dijo nada de Honduras e incluso en la página de Internet tenían «alarmas» sobre todo tipo de países en portada, menos Honduras (también lo tengo registrado). Ni una mención, ni una miserable mención. ¿Sería casualidad  que otros grandes medios de comunicación enemistados con los procesos democráticos de Latinoamérica tuviesen el valor de publicar reportajes con miles de palabras sobre la seguridad de los reporteros en el mundo y tampoco incluyesen absolutamente nada sobre los asesinatos en serie que se dan hoy en Honduras?

Y por último volviendo a su carta, no, usted no debería designarse (como firma la misiva) responsable de la oficina de LAS AMÉRICAS, pues señor Hervieu, América solo hay una, Abya Yala.

Señor Hervieu, América es un continente y sus periodistas serán lo que ellas y ellos quieran ser, no lo que los financiadores de RSF en Washington, París y Florida dicten utilizando la fachada de la libertad de expresión.

Atentamente,

Unai Aranzadi

——

RESPUESTA DE REPORTEROS SIN FRONTERAS A LAS PREGUNTAS DEL SOCIO UNAI ARANZADI:

Estimado señor,

Lo que es falso y escandaloso es hablar de «silencio de RSF» sobre Honduras como lo escribió en el titulo de su email a nuestra sección española. No entiendo cómo usted puede concluir eso, si se da la pena de leer todo lo que publicamos y difundimos sobre este tema desde el principio. Seguimos y denunciamos la situación en Honduras desde el golpe de Estado y sus efectos – horribles como dice – sobre la libertad de prensa y los derechos humanos e hicimos una misión allá también. Denunciando el golpe, condenamos también la participación y apoyo de «grandes» de la comunicación a esta tragedia. 

Ahora, es verdad que se podia incluir los golpistas dentro de los depredadores. Pero tuvimos dos problemas:

1 – En cuanto a los recientes crimenes de periodistas (siete en poco mas de un mes), la relación no esta establecida en todos casos con el contexto politico. Hay uno que figura en nuestro barómetro. En otros casos, la pista del narcotrafico parece privilegiada, y en otros no hay elementos. Pero todos quedan impunes y las autoridades excluyen toda pista profesional y politica, lo sabemos.

2 – El otro era la «figura del golpe». Publicamos nuestra lista para el 3 de mayo. Ahora Micheletti no esta en el poder y el general Vásquez goza de una jubilación tranquila en Hondutel (con su nominación por Pepe Lobo). Ellos dos podian ser los depredadores durante el periodo anterior a la investidura de Lobo. Lobo seria el depredador desde la fecha del 27 de enero pero con él no se tomaria en cuenta el periodo anterior, es decir junio hasta diciembre de 2009.

Eso no nos impidió calificar varias veces los golpistas de «depredadores» en nuestros comunicados. Otros lectores nuestros me preguntaron cómo usted lo hace. Pero sin hablar de «silencio de RSF».

Cordialmente

Benoit Hervieu
Despacho Américas / Americas Desk
Reporters sans frontières
47 rue Vivienne
75002 Paris – France

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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