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Reporteros Sin Fronteras, financiado por Instituto Republicano Internacional

Fuentes: Rebelión

El magnate de la prensa británica, Lord Northcliff, dijo, «Sólo pueden llamarse noticias lo que alguien, de algún lugar, quisiera ocultar, todo lo demás es publicidad.» Si es así el caso, el financiamiento que recibe Reporteros Sin Fronteras del gobierno de Bush debe de ser noticioso, porque la organización y sus amigos en Washington han […]

El magnate de la prensa británica, Lord Northcliff, dijo, «Sólo pueden llamarse noticias lo que alguien, de algún lugar, quisiera ocultar, todo lo demás es publicidad.» Si es así el caso, el financiamiento que recibe Reporteros Sin Fronteras del gobierno de Bush debe de ser noticioso, porque la organización y sus amigos en Washington han recurrido a medidas extraordinarias para ocultarlo. Pero a pesar de 14 meses de obstruccionismo de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) sobre una petición formal para el entrego de documentos, y una negativa rotunda de la directora ejecutiva Lucie Morillon, la NED ha revelado que RSF recibió subvenciones durante por lo menos tres años de parte del Instituto Republicano Internacional.

La NED todavía se niega a entregar los documentos requeridos ni divulgar el total de las subvenciones, pero son identificados por estos números: IRI 2002-022/7270, IRI 2003-027/7470 and IRI 2004-035/7473. El investigador Jeremy Bigwood preguntó a la Sra. Morillon el 25 de abril si su grupo recibía dinero del I.R.I., y ella lo negó, pero la existencia de las subvenciones fue confirmada por Patrick Thomas, asistente al presidente de la NED.

El descubrimiento de estas subvenciones revela un engaño mayor del grupo, que por varios años negaba que recibiera dólares de Washington hasta que salieron a luz unas subvenciones relativamente pequeñas de la NED y el Centro en Pro de una Cuba Libre (vease Counterpunch: «Reporters Without Borders Unmasked»). Respondiendo a preguntas sobre su nutrido presupuesto RSF siempre ha mantenido que provenía de la venta de libros de fotos. Pero el investigador Salim Lamrani señala lo poco probable de esta historia. Incluso si se toma en cuenta el hecho que RSF no paga por la impresión, tendría que haber vendido 170 200 ejemplares en 2004 y 188 400 ejemplares en 2005 para ganar los más de $2 millones que la organización dice que percibe cada año – 516 ejemplares por día en 2005. Evidentemente el dinero tenía que venir de otro lado, y resulta que así fue.

El I.R.I., que es un brazo del Partido Republicano, se especializa en la ingerencia en elecciones de diferentes países, lo que se confirma con una repasada por los sitios del Internet de la NED y el I.R.I. Es una de las cuatro organizaciones que reciben la mayoría del dinero de la NED, un organismo creado por el Congreso bajo el gobierno de Reagan en 1983 para resucitar los programas de infiltración de la sociedad civil de la CIA que habían sido desbaratados por las investigaciones del senador Frank Church a mediados de los 1970. Los otros tres pilares de la NED son el Instituto Nacional Democrático (del Partido Demócrata), el Centro de Solidaridad (AFL-CIO) y el Centro para la Empresa Privada Internacional (de la Cámara de Comercio). Pero de todos los grupos el I.R.I. está más vinculado al gobierno de Bush, según un artículo en The New York Times que expone el papel que desempeñó en el golpe de estado contra el presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide:

«El presidente Bush nombró a su presidente, Lorne W. Craner, para dirigir sus esfuerzos de construcción de la democracia. El instituto, que trabaja en más de 60 países, ha visto triplicarse su financiamiento federal en tres años, de $26 millones en 2003 a $75 millones en 2005. En una recaudación de fondos para el I.R.I. en 2005 el Sr. Bush calificó de ‘una creciente industria’ la construcción de la democracia.» (Bogdanich and Nordberg, 2006)

El financiamiento del I.R.I. representa un problema grave para la credibilidad de RSF como organización «defensora de la libertad de la prensa» porque el grupo inventó propaganda contra los gobiernos populares de Venezuela y Haití al mismo tiempo que su patrón, el I.R.I., estaba bien metido en el negocio de derrocarlos. El I.R.I. financió a la oposición al presidente Hugo Chávez (Barry, 2005) y junto con la CIA organizó activamente a la oposición haitiana al presidente Aristide (Bogdanich and Nordberg, 2006).

El hombre que vincula a RSF con estas actividades es Otto Reich, quien trabajó para efectuar los golpes, primero como asistente al secretario de estado para asuntos latinoamericanos y, después de noviembre de 2002, como enviado especial a América Latina del Consejo de Seguridad Nacional. Aparte de ser fideicomisario del Centro en Pro de una Cuba Libre, que da $50 000 por año a RSF, Reich ha trabajado desde principios de los 1980 con el vicepresidente del I.R.I., Georges Fauriol, otro miembro del Centro en Pro de una Cuba Libre. Pero es la experiencia que tiene Reich en el trabajo propagandístico lo que llama la atención. En los ’80 fue objeto de investigaciones sobre la guerra ilegal del gobierno de Reagan contra los Sandinistas. El Contralor General determinó en 1987 que la Oficina de Diplomacia Pública de Reich había «llevado a cabo actividades encubiertas de propaganda ilícitas» (Bogdanich and Nordberg, 2006). En 2002, una vez que George Bush lo había nombrado al Departamento de Estado sin el consentimiento del Congreso, «Pronto se dio la tarea a Reich para que organizara una masiva campaña internacional contra Chávez que ha continuado hasta la fecha» (Conkling and Goble, 2004).

¿Acaso fue Reich quien facilitó las subvenciones del I.R.I. a RSF y ensayó al grupo en sus trabajos propagandísticos contra Aristide, Chávez y Cuba? Una revisión de los métodos del grupo indica que puede ser cierto; la propaganda contra Aristide, un sacerdote, fue tan ruda como cualquiera de las calumnias características que suele lanzar Reich contra líderes latinoamericanos. RSF calificó al presidente haitiano de «depredador de la libertad de la prensa» después de implicarlo, sin ninguna prueba en absoluto, en las muertes de los periodistas Jean Dominique y Brignol Lindor. Exhibió fotos llamativas de los ocasos en su sitio web, convirtiéndolos en «víctimas de cartel» de la supuesta represión de Aristide contra la prensa.

En 2002 RSF escribió, «Un periodista fue muerto a golpes en el pueblo de Petit-Goâve el 3 de diciembre de 2001 por una banda de asesinos con vínculos a las autoridades locales y al movimiento ‘Lavalás’ (‘Avalancha’) del presidente Jean-Bertrand Aristide. …La muerte se dio en un momento que la libertad de la prensa en Haití no paraba de deteriorarse después del asesinato de Jean Dominique, director de Radio Haití Inter, el 3 de abril 2000» (Lionet and Avila, 2002). Hay que notar la mala traducción de Lavalás (que significa «inundación,» no «avalancha»), y la manera que RSF vincula a la banda de asesinos al «movimiento Lavalás de Aristide,» dando la impresión que el presidente mismo mandara a la banda.

El artículo está carcomido de este tipo de insinuaciones y mentiras: «En este ambiente, la muerte de Lindor se interpreta como una nueva advertencia por todos los medios.» Aquí RSF ya ha enjuiciado y sentenciado a Aristide al insinuar que él mandó asesinar a los periodistas para que sirviera como advertencia a los medios golpistas para que lo dejaran de criticar. Pero Jean Dominique fue asesinado en Abril de 2000, muchos meses antes de que Aristide fuera elegido, y tampoco existen pruebas de que el presidente tuviera conocimiento del asesinato de Lindor.

En el mismo informe RSF llamó al gobierno de Aristide un «régimen autoritario,» lo acusó de llamar a que se hicieran linchamientos y que aplicaran «el collar» (vease el origen de esta calumnia abajo), describió a los partidarios de Aristide como «matones callejeros» y concluyó que todas estas supuestas acciones que el grupo imputaba al gobierno eran «parte de una estrategia más amplia de las autoridades para hacer uso de milicias paramilitares para intimidar a los medios.»

Esta propaganda habría sido suficientemente mala si RSF no hubiera tomado medidas adicionales para ayudar a estrangular al país desesperadamente pobre y dependiente de la ayuda internacional – una táctica que también ha tratado de emplear contra Cuba (Barahona, 2005). La Associated Press cita al secretario general, Robert Menard, al referirse a la supuesta falta del gobierno de enjuiciar al asesino de Dominique, «El Presidente Jean-Bertrand Aristide es el responsable de esta obstrucción, y vamos a ponerlo en la lista de Depredadores de la Libertad de la Prensa, si no hay progreso en los próximos meses» (Norton, 2001). Sigue el artículo, «Menard dijo que esperaba que la lista, que se mandará a los gobiernos e instituciones financieras del mundo, ayudara a influenciar a la Unión Europea para que prolongue la suspensión de alrededor de $100 millón de ayuda internacional.» Las sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos provocaron una hiperinflación y privaron al gobierno del dinero que necesitaba para funcionar o defenderse. Para ilustrar la doble moral de RSF, Colombia tiene un historial pésimo en cuanto al enjuiciamiento delos que asesinan a los periodistas, pero Menard nunca hizo ningún cabildeo para que los Estados Unidos suspendiera su ayuda al gobierno de Uribe.

Pero Reporteros Sin Fronteras no se conformó con una mera suspensión de la ayuda internacional; para enero de 2002 Menard estaba haciendo llamados al Congreso estadounidense y a la UE para que tomaran «sanciones individuales» contra Aristide y el Primer Ministro Yvon Neptune, incluyendo «la negación de visas de entrada y de tránsito» y «la congelación de cualquier cuenta bancaria que tengan en el exterior» (Norton, 2002).

Después del derrocamiento de Aristide el 29 de febrero de 2004, RSF hizo caso omiso de casi toda la violencia y persecución contra los periodistas que criticaban al gobierno golpista de Latortue, sosteniendo que la libertad de prensa se había aumentado. Los informes de RSF para 2005 y 2006 omitieron denunciar la ejecución extrajudicial del periodista comunitario Abdias Jean, matado por policías después de que había tomado fotos de tres jóvenes matados por la policía. También hizo caso omiso de las detenciones de los periodistas Kevin Pina y Jean Ristil, y dejó de hacer una investigación adecuada de varios ataques contra radioemisoras que apoyaban a Lavalás.

Cuando se le preguntó a Pina sobre la noticia de las subvenciones, él dijo lo siguiente:

Estaba claro desde temprano que RSF y Robert Menard no fungían como guardianes imparciales de la libertad de la prensa en Haití sino como actores centrales en lo que sólo puede describirse como una campaña de desinformación contra el gobierno de Aristide. Sus intentos por vincular a Aristide al asesinato de Jean Dominique y su subsiguiente silencio cuando el supuesto sicario, el senador de Lavalás, Dany Toussaint, se incorporó al campo anti-Aristide y fue candidato para la presidencia en 2006 son algunos de muchos ejemplos que ponen al descubierto la verdadera naturaleza y el papel de organizaciones como RSF. Dan información falsa e informes tergiversados para construir una oposición interna a los gobiernos vistos por Washington como incontrolables y inapetecibles, mientras abren el camino para su derrocamiento final al proveer la justificación bajo el pretexto de agresiones contra la libertad de la prensa.

Preguntamos al experto sobre Haití del grupo basado en París por qué RSF había ignorado el asesinato de Abdias Jean, y él dijo, «Preguntamos a la policía sobre la muerte de Abdias Jean y la policía nos dijo que era un ataque hecho por la policía pero que ellos no sabían que era un periodista. Estaba tomando fotografías.» Él reconoció que no habían interrogado a ningún testigo del asesinato, mientras toda la información inédita que él tenía sobre el caso se basaba en el testimonio de la policía, conocidos por sus muchos masacres y abusos. Acerca de las detenciones de Pina y Ristil dijo, «Generalmente cuando se encarcela a alguien, esperamos para ver por cuánto tiempo se quedarán. …Fueron liberados, así que no tomamos ese caso.» Considerando que RSF nunca tomó el caso de Abdias Jean, la probabilidad que se dignara a abogar por Pina, un crítico del gobierno interino tanto como de RSF, es insignificante.

Él que paga al músico nombra la canción. Siguiendo la corriente al Departamento de Estado, RSF ha sido responsable de vilipendiar a los gobiernos que Washington pretendía derrocar, como Cuba, Venezuela y Haití, mientras minimizaba los abusos de los derechos humanos de sus aliados estratégicos cómo México y Colombia. Porque pudo ocultar sus subvenciones del I.R.I. que hubieran alertado a la gente a sus verdaderos motivos, RSF ha sido un arma efectiva en los ataques encubiertos del gobierno de Bush contra líderes latinoamericanos recalcitrantes. La organización también ha logrado usar su imagen de organización independiente de los derechos humanos para hacer llegar su mensaje a los medios estadounidenses y textos universitarios. Esto sería una hazaña impresionante si no fuera por el hecho que tienen los patrocinadores más ricos y poderosos del mundo.

Diana Barahona en periodista independiente con un interés en la política latinoamericana. [email protected]

Jeb Sprague es estudiante de post graduado, periodista independiente, y corresponsal para Flashpoints de Radio Pacifica. Visite su blog a http://www.freehaiti.net

Agradecemos a Jeremy Bigwood y al abogado Michael D. Steger.

Notas:

Barahona, D. (2005, May 17). Reporters Without Borders Unmasked: It’s Secret Deal With Otto Reich to Wreak Cuba’s Economy. Counterpunch.org. http://www.counterpunch.org/barahona05172005.html

David Ignatius (Sept. 22, 1991). Innocence Abroad: The New World of Spyless Coups. The Washington Post. Retrieved from ProQuest database. «‘ A lot of what we do today was done covertly 25 years ago by the CIA,’ agrees [Allen] Weinstein.»

Bogdanich, Walt and Nordberg, Jenny (2006, Jan. 29). Mixed U.S. Signals Helped Tilt Haiti Towards Chaos. The New York Times. Retrieved from ProQuest database.

Barry, Tom (2005, Aug. 4). Profile: International Republican Institute. International Relations Center. Retrieved July 4, 2006, from http://rightweb.irc-online.org/profile/1481

Conkling, Will and Goble, Sam (2004, July 13). Otto Reich: A Career In Disservice. Council on Hemispheric Affairs.

Lionet, Christian and Avila, Calixto (2002, Sept. 10). Zero tolerance for the media : an enquiry into the murder of journalist Brignol Lindor. Reporters Without Borders. Retrieved on 7 July 2006 from www.rsf.org/article.php3?id_article=3755

Necklace slander: The «necklace» allegations, as explained by Erwin Stotzky in his book Silencing the guns of Haiti , refered to a 1991 speech given by Aristide at the UN in which he vowed to «turn the streets red» employing the well-known kreyol protest mechanism of burning tires, with no explicit reference to «necklacing» or any method of violence. Soon after the speech, the Haiti Observateur, a right-wing opposition paper, twisted the kreyol metaphor into the allegation of support for «necklacing,» which was recycled tenfold over the years by foreign media, CIA reports, and conservative think tanks such as the Heritage Foundation.

Norton, Michael (2001, Nov. 24). International press freedom group blasts Haitian government for stalling progress in Jean Dominique murder investigation. Associated Press. Retrieved 7 July 2006 from Lexis-Nexis database.

Obstruction slander: Three suspects (Ti Lou, Guimy and Markington) were arrested in connection with Dominique’s murder under the Aristide government but they mysteriously escaped in a «prison mutiny» under Latortue’s watch in February of 2005 and were never apprehended.

Norton, Michael (2002, Jan. 10). Journalists Group Urges Sanctions for Haiti’s President. Associated Press. Retrieved 7 July 2006 from Lexis-Nexis database.

«Aristide is personally responsible for the deterioration of press freedom in Haiti and sanctions should be taken against him personally,» Menard said.