La información es imprescindible para la democracia. En este artículo hablamos con diferentes periodistas sobre los conflictos y las transformaciones que están sufriendo las redacciones. El periodismo es uno de los sectores que más está sufriendo el impacto de la crisis económica. En un reciente análisis del Instituto Nacional de Estadística, el periodismo es una […]
La información es imprescindible para la democracia. En este artículo hablamos con diferentes periodistas sobre los conflictos y las transformaciones que están sufriendo las redacciones.
El periodismo es uno de los sectores que más está sufriendo el impacto de la crisis económica. En un reciente análisis del Instituto Nacional de Estadística, el periodismo es una de las profesiones con menos futuro, junto con la arquitectura y la construcción. Al cierre de 2012, la Asociación de Prensa de Madrid (APM) contabilizaba más de 27.000 periodistas sin trabajo, lo que supone un 51% de tasa de paro. Según datos de la APM, 197 medios de comunicación han cerrado desde que comenzó la crisis en 2008.
A este panorama desolador hay que añadir que las condiciones de trabajo en las empresas de comunicación se están deteriorando continuamente. Cristina Mas, periodista del rotativo catalán Ara, explica que «además de los despidos, las condiciones de trabajo se están precarizando cada vez más: disponibilidad las 24 horas, falsos colaboradores, aumento de las jornadas laborales, rebajas de salarios, etc.».
Para hacer frente a esta situación, en Catalunya nació el pasado 27 de abril la Coordinadora de Mitjans en Lluita. En la primera asamblea asistieron más de un centenar de profesionales de 30 medios de comunicación diferentes para acordar una estrategia para hacer frente a los ataques que está sufriendo el sector.
Cristina Mas, que también milita en Lluita Internacionalista, dice que la Coordinadora nace para «romper con la desmovilización y el corporativismo, para construir una plataforma transversal que no excluya a los sindicatos, pero que quiere poner las decisiones en manos de los trabajadores».
Periodismo en lucha
La Coordinadora se propone organizar movilizaciones conjuntas de todo el sector de la comunicación y visibilizar las luchas que hay en las distintas empresas.
Una de estas luchas, que apenas tuvo impacto mediático a pesar de su singularidad, fue la de la plantilla de El Periódico. El Grupo Z, propietaria de la cabecera, anunció en marzo sus planes para cerrar la imprenta de El Periódico, en la que trabajan 102 personas. Una asamblea con toda la plantilla del Grupo Z, incluida la redacción de El Periódico y el Sport, tomó una decisión inusual, a la par que ejemplar: hacer huelgas generales de solidaridad con la rotativa. Finalmente se hicieron tres huelgas generales con un seguimiento de entre un 80 y un 90%.
El conflicto se cerró en abril, con la salida de 40 personas y una rebaja del 35% del sueldo de la plantilla de la imprenta. Se encajó un golpe durísimo para mantener en pie la rotativa.
Toni Fuentes, periodista y presidente del comité de empresa de El Periódico, relata que «se puso toda la carne en el asador, con más de 60 movilizaciones e interpelaciones a diferentes grupos parlamentarios, pero la empresa jugó con el chantaje de la crisis y las facilidades de la reforma laboral». «¿Dieron frutos la movilización de la plantilla?» -se pregunta Fuentes-. «Yo creo que si no hubiéramos seguido esta estrategia, ahora la rotativa estaría cerrada».
Para Toni Fuentes la Coordinadora de Mitjans en Lluita se ha creado para combatir los ataques de las empresas privadas. «Los ataques de la patronal están muy coordinados, cuando uno empieza, los otros van detrás, mientras que los trabajadores estamos muy divididos», analiza Fuentes.
Pero los medios de comunicación públicos también están sufriendo recortes. Las diferentes televisiones autonómicas son las caras más visibles de esta realidad. Canal 9 despidió a 843 personas, Telemadrid a 829, mientras que en Catalunya en marzo se conoció un anteproyecto de presupuesto que, de hacerse realidad, podría suponer recortes salariales de hasta un 30% o despidos de hasta 500 personas.
Jordi García, documentalista y miembro del comité de empresa de TV3, explica que «la dirección de la empresa ya ha comunicado que trabaja con estas previsiones». «En marzo, cuando nos enteramos del anteproyecto de presupuestos hicimos dos jornadas de huelga. Durante una de ellas, en una asamblea multitudinaria, se decidió hacer otras acciones, como una recogida masiva de firmas para defender el modelo de radio y televisión pública, una campaña de donación de sangre y una fiesta reivindicativa», relata García.
Esta fiesta, que tuvo lugar el 12 mayo, les sirvió para recibir el apoyo de miles de personas, entre ellas muchas caras y voces conocidas de los medios de comunicación catalanes, y también para mostrar un apoyo mutuo con otros sectores que están sufriendo recortes, como la sanidad o la educación.
El periodista Joan Roura, que también forma parte del comité de empresa de TV3, alerta de las consecuencias nefastas que los recortes pueden ocasionar en un medio público que es líder de audiencia: «La pérdida de dinero puede afectar a la programación y al liderazgo de TV3, y eso puede hacer que no se vea la televisión pública como algo importante». «Desde los presupuestos de la Generalitat se subvencionan grupos de comunicación privados a los que les interesa que TV3 pierda audiencia para así ellos ganar cuotas de mercado; eso pasa también en educación y sanidad», afirma Roura.
Periodismos críticos
La crisis y los recortes afectan también a la calidad de un periodismo que ya estaba siendo criticado desde hace tiempo. Anna Vallina, periodista leonesa que trabajó en el diario gratuito madrileño Gente, cuenta que «si antes ya se hacía en las redacciones el copia y pega, el seguir la agenda informativa de los grandes medios y agencias sin cuestionar nada, ahora ya es imposible ser crítico sencillamente por tiempo, porque lo que antes hacían tres personas, ahora lo hace una».
A medida que la crisis ha mermado las plantillas de los medios de comunicación convencionales, han ido surgiendo nuevos medios alternativos, como La Marea o El Diario.es, mientras que otras cabeceras más veteranas, como Diagonal a nivel estatal o La Directa a nivel de Països Catalans, se consolidan y crecen. Gemma García, periodista de La Directa, explica que «están surgiendo nuevos proyectos alternativos a los grandes medios. El reto es que se mantenga y puedan garantizar unas condiciones dignas a los periodistas, al mismo tiempo que hacen buen periodismo; el reto es que sean alternativos en la manera de hacer periodismo y en la forma de organizarse». Para García «el periodismo tiene que denunciar el fraude y los abusos de poder, pero también visibilizar propuestas, ideas, testimonios y experiencias para erradicar las injusticias».
Además de las publicaciones alternativas ahora hay que sumarles las posibilidades que han abierto las nuevas tecnologías y las redes sociales para la práctica de lo que algunas personas llaman ‘periodismo ciudadano’. Basado en la idea de que cualquiera puede ser un emisor, nació muy ligado a las necesidades informativas del 15M y se está extendiendo con las acciones contra los desahucios y los escraches de la PAH.
Luis Zhu es militante de En lluita / En lucha
Fuente original: http://www.enlucha.org/site/?