El domingo han recordado a Pablo González en el Zinemaldi Alternativo de Donostia, el periodista que lleva casi siete meses preso en Polonia. Primero han proyectado el documental Vivir la guerra y después ha tenido lugar la charla con Oihana Goiriena. El centro social Txantxarreka se ha llenado y los asistentes que han acudido al centro social Txantxarreka han ovacionado a Goiriena por su lucha.
Free Pablo González. Ese era el título del día que había organizado el Zinemaldi Alternativo de Donostia y la jornada lo anunciaban los carteles con la cara del periodista prisionero en Polonia. Tras el visionado del citado documental, donde Gonzalez explicó unos meses antes de su detención cómo era su trabajo y cómo entendía el periodismo, Goiriena ha desglosado el caso de su marido y, entre otras cosas, ha manifestado públicamente que se siente indefenso por parte del Gobierno español. Ha subrayado que la Secretaría de Acción Exterior del Gobierno Vasco tiene una posición diferente y que siguen en contacto con ella, animándola y siguiendo el caso, y que agradecería una relación de este tipo por parte del Gobierno español.
“[Desde el Gobierno español] dicen que están en ello, pero no veo ningún resultado. Y lo que veo es que están apoyando a Polonia. Pedro Sánchez y el ministro Álvarez viajaron a Polonia y, tras reunirse con el ministro de exteriores y el presidente, han dicho que Pavel tiene apoyo consular y que con eso es suficiente. Dijeron que apoyarán la legalidad polaca por encima de todo”.
Eso es algo que le duele especialmente a Goiriena, ya que Polonia está vulnerando los derechos fundamentales del periodista vasco. La última noticia es que González ha denunciado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que Polonia está violando sus derechos humanos y que no tiene “la mínima garantía de justicia”.
El abogado de González ha recordado que el Tribunal de Estrasburgo ha dictado más de una sentencia diciendo que “la gravedad del delito, la posibilidad de fuga o la posibilidad de obstaculizar el proceso legal no son suficientes para mantener la detención durante tanto tiempo”. Por ahora han prorrogado la prisión provisional dos veces: cuando fue detenido se le decretó tres meses de prisión preventiva, en junio se le prorrogó otra vez, y en agosto se aprobó la prórroga de otros tres meses más, a petición de la Fiscalía.
“Que el presidente español diga eso mientras Polonia está violando sus derechos fundamentales, es doloroso. Y además no debería ser así. Primero están los derechos y luego la legalidad. Además Pablo tiene pasaporte español, por lo que según sus leyes él es ciudadano español. Sánchez y Álvarez deberían dar prioridad en defender a un ciudadano suyo y no a la legalidad polaca”, ha concluido Goiriena.
Artículo publicado en euskera en Argia y traducido para Hordago.