Su Norte es el Socialismo. Tele Sur tiene ante sí una hora magnífica y crucial con mil desafíos. Uno no puede ser indiferente. Ya deberíamos convocar a un simposio mundial, permanente y solidario, de trabajadores especialistas, capaces de comprometerse a contribuir con el desarrollo de un proyecto que no es sólo estrategia «noticiosa» anti CNN… […]
Su Norte es el Socialismo. Tele Sur tiene ante sí una hora magnífica y crucial con mil desafíos. Uno no puede ser indiferente. Ya deberíamos convocar a un simposio mundial, permanente y solidario, de trabajadores especialistas, capaces de comprometerse a contribuir con el desarrollo de un proyecto que no es sólo estrategia «noticiosa» anti CNN… que es herramienta para construir la identidad socialista que requerimos en estas horas de lucha. No es poco. No es que a Tele Sur le falten talentos o recursos…es que urge aprender a sentir que es de todos, que nos pertenece, nos involucra, que nos compete… que lo que ande mal ahí anda mal en nosotros y uno no puede quedarse callado. Como francotirador de indiferencias o envidias. Ya hemos tenido demasiado.
Eso no implica ser a-crítico porque uno de los desafíos más apremiantes que palpitan en esta televisora es demostrar en, todos los puntos cardinales, que la Revolución Socialista es imposible en manos de revolucionarios solitarios. Que el éxito debe ser visible, que el trabajo revolucionario más serio debe mostrarse, que es urgente comprender y saber explicar, con la voz de los protagonistas, el ascenso del socialismo y sus luchas más avanzadas. Tele Sur tiene por enemigo todo cuanto signifique aislarse de las luchas contra el capitalismo y debe conducir cuanto esté a su alcance para hacer visibles los triunfos inobjetabas de la Revolución donde ocurran. Tele Sur debe inspirarse en los terrenos más diversos de la actividad anti-imperialista, anti-burocrática, anti-capitalista… ser capaz de ver, hasta en lo más invisible, toda la variedad de servilismo a la burguesía, denunciarlo y combatirlo. Y más que eso.
Es su deber táctico y estratégico delinear un método de programación atractivo, fortalecedor, humorístico, consecuente y militante del socialismo contra toda reacción filosófica, estética, política, poética, comunicacional… periodística, sus agentes y sus sabios publicistas. Es un reto sustancial para una televisora que tiene sueños descomunales… fuera de lo común, ayudar a parir la verdad donde más se requiere. Mayéutica revolucionaria. Más allá de su dependencia estatal, económica, intelectual, política… hacerse su independencia semántica, sintáctica y pragmática relativa a su desarrollo e impulsar el socialismo. No puede tener medias tintas respecto a su tarea contra el Capitalismo y debe comprenderlo, ayudar a comprenderla, para derrotarla definitivamente. Hay que recordar siempre que las tendencias televisivas de moda, son compañeras de la represión, son las que llaman al «orden», exigen meter en «orden» a los «revoltosos» y Tele Sur tiene por tarea, además, demostrar quiénes son realmente los «violentos»…como lo hizo «Puente Llaguno»por ejemplo. Evidenciar los triunfos de la clase trabajadora contra la clase burguesa y sus burocracias. Pero especialmente ayudar construir el socialismo.
Tele Sur debe ser una arma en la guerra contra la burocracia, una herramienta de los trabajadores que son el fiscal supremo de las instituciones estatales, el único que puede realmente corregirlas… es decir Tele Sur ha de buscar convertirse en un arma socialista militante que presta atención a todo cuanto pueda convertirla en el mejor medio posible para organizarnos y construir, más rápido, el socialismo científico que queremos. Una autoridad moral en todos los idiomas y lenguajes.
Es mucho más fácil inaugurar televisoras que saber utilizarlas acertadamente. No es poca la apatía, inactividad e incapacidad que afecta a muchos a la hora de estar al frente de los medios y los modos de comunicación más avanzados. Hay ejemplos por todas partes. Muchas veces nos engaña la parafernalia tecnológica y descuidamos la investigación y la experimentación aplicadas. Nos derrotan los vicios de la alienación, nos vencen los problemas domésticos y los galimatías administrativos, falta audacia y falta perspicacia, zozobra la resiliencia y sobra la burocracia. Nada peor que los resabios y los prejuicios donde se incuba la pedantería o la completa incomprensión del papel de la televisión en la Revolución a estas horas. Por cierto aun por definirse. La hora apremia.
Nada impide a Tele Sur empeñarse en el progreso que la humanidad, ejercer su crítica científica contra todo oscurantismo, ignorancia y prejuicios. Nada impide luchar contra los formatos convencionales y nada impide el desarrollo de una línea compleja de programación socialista y consensuada, de este a oeste y de sur a norte. Pero es necesario darse al perfeccionamiento radical de las formas de agitación y propaganda socialista, mejorar su calidad y cantidad, abordarlas como una «épica», «lírica» y «dramática» de las luchas sociales, sacudirlas y enriquecerlas con aproximaciones sucesivas a las luchas, a cada minuto, a cada corte, a cada transmisión, en todos los aspectos… para despertar de cualquier letargo alienante los lenguajes visuales o sonoros y renovarlos y refrescarlos, en la convicción y las evidencias de que un mundo distinto ha comenzado a nacer y viene bien. Venezuela es su baluarte está a la vista.
Cada herencia narrativa nos servirá, y mucho, pero será siempre insuficiente. La dimensión del pensamiento socialista reclama la emergencia de formas nuevas capaces de inaugurar terrenos conceptuales, estremecimientos epistémicos, sacudidas gnoseológicas, categorías filosóficas inéditas conectadas directamente con la acción solidaria y la transformación del mundo. Esta es la hora de avanzar de manera multi, inter y transdisciplinaria. No hay sabelotodo capaz de resolver el problema asiladamente. Se contradice eso con el socialismo. Tele Sur no tiene por que no asimilar los procedimientos más distintos, con talento, seducción, ingenio y abiertamente; contra el aburrimiento de los discursos oficialistas y las proclamas prefabricadas. Esta ahí el universo simbólico de la Revolución en plena cocción, en ebullición poética y concreta. No podemos pasar por analfabetos ante él.
No tergiversemos el socialismo científico. No hay, absolutamente, motivo alguno para eludir el trabajo de investigación y experimentación que una televisora revolucionaria debe saldar si ha de estar a la altura de las necesidades y los sueños de los pueblos. Y eso no es problema de dinero. Lo más importante y lo que suelen olvidar algunos burgueses sedicentes sabihondos deformadores de la comunicación, (sin mencionar cuánto se olvida la autocrítica) es trabajar incansablemente para encontrar los medios y modos para movilizarnos todos, no artificialmente sino programáticamente, con la fuerza de las masas, enriquecer toda organización y la calidad de sus idearios, expandir la conciencia de nuestras necesidades e impulsar las armas con que un día la humanidad se pertenecerá a sí misma.
Esto significa que los socialistas a cargo de la televisión o de las fábricas, consecuentes con su trabajo Revolucionario y Permanente, al tiempo que realizan tareas de expropiación de las herramientas de producción, expropian los mejores logros del lenguaje audiovisual, pero siempre para elevarlos a un estadio nuevo, más amplio, mejor y más colectivo, romper el analfabetismo funcional de las imágenes y sonidos manipulados por la burguesía para alienar cerebros y ánimos. Esto significa rehuir a los mecanismos de representación estereotipados y ser capaces de ingresar a esta época Revolucionaria, dedicar mucho espacio a los lenguajes de agitación y propaganda del socialismo y subsanar las carencias enormes (con sus excepciones, claro) que, en materia de enriquecimiento de la información y elevación de la conciencia, hemos cometido por falta de estudio, experimentación y audacia. El socialismo vivo juguetón, creativo, sabroso, bailarín y alegre… el socialismo no de cartón… no el «realismo socialista».
Para Tele Sur es especialmente importante utilizar imágenes e imaginarios que contengan muchos hechos concretos y sus comparaciones, sin negar la magnificencia de las subjetividades, demostrar cómo avanza la lucha de las organizaciones de trabajadores, sociales, campesinas, obreras… s programa, su temple y su jiribilla, en los Estados Unidos de América del Norte y en todo el mundo, para inspirar confianza en las ideas del socialismo científico, romper toda monotonía y todo lenguaje oficialista y solemne, convertir en arte la televisión Revolucionaria, en poesía pues, contra toda alienación incluida la de los sedicentes «progres».
Tele Sur es una realidad, una necesidad y una esperanza dialéctica, no tendrá punto de reposo y debe hacerse a la idea de que su ser comporta un compromiso contra todo quietismo. O sea, ser un órgano del socialismo, de la lucha mundial, que indique en qué sentido crece la fuerza de nuestras convicciones y dónde se concretan, o están por concretarse, objetivamente. Con un poco de gracia… y otra cosita. Además Tele Sur puede y debe realizar alianzas sin escepticismo o sectarismo y dedicar mayor atención a las tendencias y sub-tendencias que impulsan formas nuevas de comunicación, ya existentes y exitosas, en todo el mundo, seguir de cerca los problemas narrativos, el arte audiovisual, los logros máximos en la novísima esfera de las Ciencias de la Comunicación revolucionaria, atraer a las labores de Tele Sur a cuanto talento literario, pictórico, periodístico, humorístico… presente obra patente y latente de amor al socialismo. Esto no niega los triunfos que ya se tienen, no los subvalora ni los ningunea… sólo los quiere mejores por que se avecinan episodios muy exigentes.
Ahora Tele Sur tiene ante sí el desafío de las elecciones en Venezuela, eso es de suyo un gran poema, la épica misma de nuestros sueños mejores, la poesía mayor de nuestro tiempo. Y para no abordar semejante momento de un modo inconsciente, debemos establecer que sin una compresión correcta de la lucha anti-imperialista y anticapitalista mundial, ninguna intervención audiovisual a estas horas, por revolucionaria que se crea, podrá estar a la altura del empuje Revolucionario de Venezuela. Para perfeccionar su papel en la lucha electoral venezolana Tele Sur debe superarse con pleno éxito hasta el fin, de la mano del socialismo científico del siglo XXI. Así no hay manera de perderse.
Desde hoy hasta después de las elecciones Tele Sur debe asumir un papel internacional y protagónico consciente, una moral guerrera intachable, organizar el estudio sistemático de la situación del la Revolución Bolivariana en Latinoamérica y el mundo, su dialéctica y sus éxitos, porque es preciso despertar hacia adentro y hacia afuera la conciencia y la certeza de que la Revolución avanza por buen camino, aunque arrastre resabios y falte mucho por cierto. Es la hora en que Tele Sur debe protagonizar un papel de enlace directo entre la importancia de la Revolución Bolivariana y el sentir de todos los que entendemos su jerarquía, es la hora en que Tele Sur ayude a decirle al pueblo venezolano que, en el dedo con que vota, en ese dedo de su mano fraterna, está el alma de una Revolución y el alma de todos nosotros que acompañamos, esperanzados su triunfo porque somos parte suya, porque también será nuestro y que en su voto se refrenda un paso correcto hacia el futro que nos involucra a todos. Decirle a cada venezolano conciente de su historia, que su voto no es un voto en soledad, que su voto tendrá eco en la realidad de todos nuestros pueblos, que su dedo no sólo vota sino que, principalmente, indica un destino querido, soñado, necesario para el mundo entero. Ese dedo que votará por la Revolución es también el dedo de todo nosotros. Que lo sepan los venezolanos y lo recuerde el mundo. Tele Sur tiene que estar ahí, en el oído y en la pupila de la Revolución, con el eco ampliado de los sueños mundiales. Es un papel inexcusable y un privilegio de Tele Sur (al lado de todos los medios revolucionarios) y deberíamos estar a la altura de las circunstancias para acompañarlos.
Desde hoy hasta después de las elecciones Tele Sur debiera abrir un frente mundial y convocarnos a todos, es decir, a aquellos centenares de millones de hombres que acompañamos solidariamente el ascenso de Venezuela a la vida Revolucionaria rumbo al socialismo en serio. Científico pues. Tele Sur cuenta con nuestras voces que por todas partes anhelan decir al pueblo venezolano cuánto importa que triunfe nuevamente su Revolución en las urnas, en las fábricas recuperadas, en las tierras reapropiadas, en su debates y en sus escuelas… Cuenta con nosotros para desarrollar una táctica y estrategia dialéctica para hacer comunicación revolucionaria con sus logros principales y, sobre todo, con el programa de transición hacia el socialismo y sus acciones concretas a corto plazo. Interpretar en un coro mundial los sueños venezolanos y hacerlos de todos. Poner en boca del mundo entero las resonancias del corazón de la Revolución percutido por el alma de Venezuela, el alma de todos los trabajadores, el alma en los ojos y en las manos… el alma en el dedo índice que dirá con su voto hacia dónde han de ir las relaciones económicas y políticas, la historia contemporánea, la batalla de las ideas, la lucha anti-imperialista y la Revolución Bonita.
Tele Sur debe ser un vocero día y noche, desde hoy y hasta después de las elecciones, ofrecer en cantidad y calidad lo mejor de la Revolución Bolivariana, su balance supremo, extraordinario y abundante. Constituir cuanto sea necesario para ayudarnos a aprender de sus actores principales, reclutar un ejército mundial de reservistas voluntarios, para esta etapa de comunicación, de cara a ganar, como nunca, el escenario electoral, ganar como lección y como aprendizaje, ganar como derecho y como obligación, ganar como se necesita y como se debe. Ganar las elecciones con Venezuela, ganarlas entre todos para legitimar, del dicho al hecho, el avance Revolucionario del socialismo en Venezuela y en el mundo entero. Serán mucho más que 10 millones de votos. Ni lo duden.
Tele Sur tiene ante si este privilegio y desafío de la hora electoral que debe cumplir combativa. Hora de exigencia profunda, un florecimiento en todas las ramas, un estallido de alegría en los votos. No podemos sucumbir en el cadalso de la improvisación, el empirismo o la paja burocrática. De ninguna manera. Hora crucial que nos compete a todos, hay amenazas en el escenario mundial y las animadversiones contra Venezuela, en México o en USA, no dejan espacio para sectarios ni para timoratos. Tele Sur nos urge ahora conscientemente. Esto atañe, de modo muy directo, a los intereses de más de la mitad de la población mundial. No se puede jugar. Tele Sur tendrá que luchar contra sus limitaciones y contra los señores feudales «sabelotodo» de los mass media, de adentro y de afuera; abrir de par en par sus puertas a los símbolos de la Revolución, a sus lenguajes, colores, voces, sonidos, imágenes e imaginarios. Dirigirlos democráticamente con el programa hacia el socialismo, desempeñar junto a los campesinos y la clase obrera, su papel crucial que es poner en común, ¡comunicar!, el triunfo revolucionario sobre el crisol de la praxis y profundizar el camino al socialismo que, si se lo desea poderoso, ha de ser científico y de todos. ¿Habrá algo más urgente?