Desde que en 2003 la nueva dirección asumiera la gestión del ente público madrileño, los resultados económicos y de audiencia de la cadena han caído en picado. Un informe del Consejo Provisional señala que en Telemadrid «el ejercicio del periodismo en términos de pluralidad, objetividad e imparcialidad se ha convertido en una quimera». La manipulación […]
Desde que en 2003 la nueva dirección asumiera la gestión del ente público madrileño, los resultados económicos y de audiencia de la cadena han caído en picado. Un informe del Consejo Provisional señala que en Telemadrid «el ejercicio del periodismo en términos de pluralidad, objetividad e imparcialidad se ha convertido en una quimera».
La manipulación política en los medios de comunicación -públicos y privados- no es un fenómeno nuevo. Pero en Telemadrid la situación impuesta por el equipo directivo actual nombrado por el Gobierno de Esperanza Aguirre supera con creces cualquier posible comparación. Nunca en los 17 años de vida de esta cadena se había alcanzado el nivel actual de desinformación y propaganda partidista. Telemadrid ha dejado de ser la referencia informativa de los madrileños para convertirse en un mero instrumento al servicio de Esperanza Aguirre y del ala más derechista del Partido Popular, que utiliza esta televisión como ariete contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el PSOE. Una estrategia política que pagan todos los madrileños con sus impuestos.
Los ciudadanos madrileños deben saber que en Telemadrid personajes públicos como Pilar Manjón -presidenta de la asociación de afectados del 11-M- o colectivos como Amnistía Internacional están directamente vetados por la Dirección. Los ciudadanos madrileños pueden comprobar cuánto salen en los informativos de Telemadrid partidos como IU, colectivos sociales como Ecologistas en Acción, Federación de APAS Giner de los Ríos, la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, la COGAM o la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos. Nunca o casi nunca.
Telemadrid no tiene reparo ninguno en asumir las estrategias políticas del Partido Popular en casos tan delicados como el del Hospital de Leganés. No hay cargo de conciencia a la hora de destrozar el prestigio profesional y personal de los médicos de este hospital, hurtándoles el derecho a la defensa. Una demoledora campaña contra estos facultativos pagada por los madrileños. Y lo más grave de todo. Telemadrid ha asumido como línea editorial propia la teoría de la conspiración en torno al 11-M. Y con dinero público, nos hermanamos con medios como la COPE, El Mundo o La Razón para cuestionar y poner en riesgo las instituciones democráticas.
Se tergiversa, se manipula y se dicen verdades a medias cuando no simples mentiras en todos y cada uno de los informativos de Telemadrid todos los días y a todas horas. Y cuando los profesionales de Telemadrid intentamos protestar y defender el derecho de los ciudadanos a un servicio público de televisión plural, veraz, objetivo y riguroso, la Dirección de Telemadrid aplica mil y un métodos de represión. Periodistas que son sacados de la redacción y enviados a programas de ínfima audiencia en los horarios más intempestivos de la parrilla. Periodistas a los que no se renuevan sus contratos. O periodistas que directamente quedan marginados y no se les da trabajo porque la Dirección de Telemadrid ha montado una redacción paralela con personas afines y de confianza, contratados para hacer el trabajo sucio y escribir al dictado.
Pero en Telemadrid somos todavía muchos los que estamos empeñados en recobrar la confianza de los ciudadanos y defender su derecho a la información. Por eso el grueso de la redacción histórica de Telemadrid lleva dos años sin firmar sus informaciones. Por eso hemos creado un Consejo Provisional de Redacción -no reconocido por la Dirección- para conseguir en Telemadrid un Estatuto Profesional como el que ya tienen medios de comunicación como la Agencia EFE y otras televisiones autonómicas. Por eso hemos denunciado la situación de Telemadrid en el Parlamento europeo. Y por eso hemos puesto en marcha la campaña salvemostelemadrid. es. Porque otra Telemadrid es posible.