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Tertuliano en España, ese chollo

Fuentes: El Mundo

Si usted se acerca a la redacción de un diario a las 9.30, no verá un alma: están todos en la tele. O en la radio. Y es que, en esta televisión nuestra, le das una patada a una tertulia y te salen 20 o 30 periodistas. Gente que sabe de todo, dueños de una […]

Si usted se acerca a la redacción de un diario a las 9.30, no verá un alma: están todos en la tele. O en la radio. Y es que, en esta televisión nuestra, le das una patada a una tertulia y te salen 20 o 30 periodistas. Gente que sabe de todo, dueños de una grandiosa capacidad intelectual que les permite hablar con la misma solvencia de los componentes del explosivo de un atentado islamista, la reproducción en cautividad del lince ibérico, la obesidad mórbida infantil o el festival de cine de terror gótico de Almendralejo. El periodista, ese sabio del siglo XXI.

En la televisión, por si ustedes no se habían dado cuenta, se gana mucho dinero. Y los periodistas que aparecen en tertulias no son una excepción: en algunos casos, la suma de sus colaboraciones televisivas es superior a la cifra que aparece en su nómina . Como lo oyen.

Algún malpensado podría creer que las televisiones están desactivando a los periodistas a golpe de talonario. Y que una cosa es que un reportero especializado en medio ambiente acuda como invitado, de manera puntual, a un programa sobre el cambio climático, y otra bien distinta que pase más tiempo en un plató ajeno que en su propia redacción .

Un problema de coherencia periodística , esto del pluriempleo. Problema que los profesionales de la información debemos añadir a la habitual complejidad de las actuales empresas de la información, auténticos grupos mediáticos. Es decir, que un periódico nunca es ‘sólo’ un periódico : es un periódico que tiene una televisión en abierto, otra de pago, dos digitales, un diario digital, una editorial, no sé cuántas radios… Al final, cuando el redactor se sienta cada día delante del ordenador, tiene que tener papel de fumar en una mano -para cogérsela-, y en la otra un detallado directorio -consejos de administración, directivos, accionistas, participaciones y vinculaciones con otras compañías…- de los grupos empresariales de España.

Pero no seré yo quien a estas alturas de la vida ponga en duda una profesión grandiosa e inigualable que, tengo la sensación, vive en este país uno de sus mejores momentos. Y que, por si fuera poco, me alimenta a mí y a mi familia. Así que cuando apoye incondicionalmente al gremio no piensen que es por corporativismo. Es por la hipoteca .