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Chile

Time Warner, televisión del Bicentenario

Fuentes: Otra prensa

Chile es inmune a las nuevas discusiones que dinamizan nuestro continente. Por el contrario, la capacidad de asombro se extravió irremediablemente. Finalmente Sebastián Piñera vendió Chilevisión, el usufructo de la señal y las instalaciones, a la norteamericana Time Warner. Todos contentos. Algunos, como el diputado Jorge Tarud, son presas de la euforia. «Chilevisión ha actuado […]

Chile es inmune a las nuevas discusiones que dinamizan nuestro continente.

Por el contrario, la capacidad de asombro se extravió irremediablemente. Finalmente Sebastián Piñera vendió Chilevisión, el usufructo de la señal y las instalaciones, a la norteamericana Time Warner.

Todos contentos. Algunos, como el diputado Jorge Tarud, son presas de la euforia. «Chilevisión ha actuado y ha sido un canal informativo absolutamente pluralista…Time Warner es una empresa de prestigio internacional, que va a proseguir en la misma línea editorial» ha dicho el parlamentario.

Volviendo a la realidad, el marco discursivo en torno a Chilevisión no se ha movido un centímetro. Es un tema que se agota en el conflicto de intereses.

En particular, la llegada de Time Warner, que se suma a la posición dominante del Grupo Prisa en la radiodifusión, no es tratada en su contexto, con las honrosas excepciones de siempre.

¿Soberanía?

Numerosas legislaciones en el mundo protegen su soberanía sobre el espectro radioeléctrico, estableciendo requisitos y limitaciones a la entrada de capitales extranjeros, pues se comprende su carácter estratégico.

En la Ley de Prensa chilena, hay una norma que permite la adquisición de concesiones de radiodifusión a empresas con más de 10% de capital extranjero, sólo si en su país de origen un chileno también puede adquirir una concesión (art. 9). Es el principio de reciprocidad. Sabemos que en la práctica no se respeta, pero al margen de ese «detalle», existe.

La normativa de televisión abierta – plataforma más influyente que la radio- es extraordinariamente permisiva en materia de compra y venta de concesiones televisivas. No hay límites de ninguna clase.

Ahora que se espera la introducción de la Televisión Digital, un panorama similar podría reproducirse y peor aun, multiplicarse varias veces.
El proyecto de ley de TV Digital que hoy se discute en el Congreso, tal como está, simplemente no se hace cargo de la incorporación de empresas extranjeras a la televisión, lo que constituye la reiteración de un voluntario vacío normativo.

De esta suerte, si se aprueba en las actuales condiciones, potencialmente podemos tener en el futuro televisión abierta de cobertura nacional, íntegramente extranjera, con la excepción de TVN.

Fuente original: http://www.otraprensa.com/time-warner-television-del-bicentenario/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.