Ha sido muy comentada en España la noticia de que Chávez era el líder mundial peor valorado por los españoles, atendiendo a la encuesta del madrileño Instituto Elcano. Se trata de un sondeo realizado a 1.200 personas entre el 26 de noviembre y el 3 de diciembre, en plena crisis entre España y Venezuela por […]
Ha sido muy comentada en España la noticia de que Chávez era el líder mundial peor valorado por los españoles, atendiendo a la encuesta del madrileño Instituto Elcano. Se trata de un sondeo realizado a 1.200 personas entre el 26 de noviembre y el 3 de diciembre, en plena crisis entre España y Venezuela por el incidente de Juan Carlos I y Chávez en la pasada Cumbre Iberoamericana de Chile.
Los españoles dan a Chávez una nota de un 1,4, por debajo de Fidel Castro (1,9) y de George Bush (2,2) en una tabla en la que el más valorado es el Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, con un 6,2.
Aunque conociendo el sesgo ideológico del Instituto Elcano era conclusión más que previsible, como en tantas ocasiones, lo más acertado era intentar analizar el documento original. Se trata del denominado «Barómetro del Real Instituto Elcano» que se encuentra íntegramente con sus 122 páginas en su web.
La parte que me ha resultado más curiosa es la referente al conocimiento e interés que tienen los españoles por la política exterior. El apartado X del documento, era un elemento importante para poder calibrar el fundamento de esa opinión tan negativa del líder venezolano. En ese capítulo se les hicieron algunas preguntas a los encuestados para sondear su conocimiento de política exterior.
Viendo los resultados descubrimos que esos españoles que valoran tan negativamente al presidente Hugo Chavez, se supone que a partir de la información que les llega o que tienen sobre la política venezolana, son quienes en un 64 % afirman que España pertenece al Consejo de Seguridad de la ONU a pesar de que la última vez que formó parte de ese Consejo fue en los años 2003 y 2004.
También un 39 % de los encuestados creen que Polonia no es miembro de la Unión Europea y lo es desde el 1 de mayo de 2004. En política interior tampoco están muy duchos los entrevistados españoles, un 46 por ciento piensan que nuestro país destina el 0’7 por ciento a la cooperación con el Tercer Mundo, algo que no es cierto, nunca se ha alcanzado ese porcentaje. Un 23 por ciento de los españoles encuestados aún no saben que España no tiene armas atómicas y un 47 por ciento desconocen que no hay tropas españolas en Iraq. Su retirada fue una de las principales diferencias del gobierno Zapatero respecto al de Aznar. Aunque los españoles no saben donde hay tropas españolas, nada les impide que el 95 por ciento se pronuncien valorando la presencia de tropas españoles en Afganistán, Líbano, Bosnia y Kosovo y Congo. Incluso el 95 % se atreve a cuantificar el peligro de las tropas españolas en Afganistán o el Líbano, lo que no deja de ser un atrevimiento si el 47 % ni sabían que ya no había tropas en Iraq.
Siguiendo con la encuesta descubrimos que sólo el 49 % acierta señalando como falso que España esté en el G-8. También la mitad dicen estar convencidos de que España es el primer inversor en América Latina, y tampoco es así.
Del mismo modo, cuando a los españoles les preguntan si el acuerdo de los gobiernos países europeos sobre el Tratado Constitucional se parece al que se votó en España o no, el 45% no sabe no contesta. Es decir, o no saben lo que se votó en España o no saben lo que se ha aprobado en Lisboa.
Con ese nivel de desconocimiento es fácil descubrir que el 72% también pensaba que el programa de investigación nuclear iraní perseguía fines militares, algo que hasta los servicios de inteligencia estadounidenses han desmentido. Por eso, con el mismo fundamento, dos de cada tres españoles está convencido de que el programa de investigación nuclear venezolano también tiene un objetivo militar.
Las preguntas del Instituto Elcano también se revelan como muy capciosas. Se plantea si preocupa a los españoles las armas nucleares de Corea o de Irán -éste último ni siquiera las tiene-, pero no se les pregunta si les inquieta que las tengan Israel, Pakistán o India, quienes sí las tienen y no han firmado los tratados de no proliferación nuclear ni están sometidos a inspecciones de la ONU. Les plantean también la preocupación por China como potencia mundial, pero no de Estados Unidos.
Otra peculiaridad es que a la hora de valorar un determinado calificativo para la UE y diferenciarlo por nivel de estudios, precisamente son los universitarios quienes recurren en mayor porcentaje a los calificativos de complicado (79) y burocrática (74 %) que la media de ciudadanos (66% y 64% respectivamente).
Ya en la valoración de los líderes, sobre Chávez y Castro casi toda la población tiene una opinión hecha (95 y 94 % respectivamente). En cambio sobre Lula opinan el 71, Evo Morales, el 65 %; sobre Bachelet, 61 % y sobre Ortega, el 59. Aunque también se les preguntó por otros dos presidentes de derechas, Uribe y Calderon, apenas opinaron. De hecho leyendo el informe íntegro estos dos presidentes, insistimos, los únicos de derechas, no aparecen en el ranking, a pesar de que, según señalan en el enunciado de la pregunta estaban en el listado a valorar por el encuestado. Una de dos, o la valoración se ha silenciado premeditadamente, lo que no parece razonable, o el porcentaje de españoles que tenía una opinión creada sobre ellos es mínima. Esto último es muy lógico y, además, muy pretendido por los medios, el gobernante de derechas es apartado de la actualidad para no molestarle y dejarle aplicar su política tranquilamente, mientras que al de izquierdas se le mantiene constantemente en el candelero. De ahí que los ciudadanos tengan una opinión creada del primero y no la tengan del segundo.
En la página 56 del informe descubrimos una respuesta muy confusa, mientras en los gráficos se afirma que los encuestados ante una crisis de España con Venezuela tenían que opinar entre las opciones de «diálogo y la negociación» o «sanciones diplomáticas y económicas», a la hora de reflejar los resultados en el texto se sustituye esta última opción por «sanciones diplomáticas y militares». No parece que cambiar sanciones económicas por sanciones militares sea una cuestión baladí. Nos quedamos con la duda de saber si ofertaron al encuestado la opción de sanción económica y los redactores reflejaron militar o al contrario. Obsérvese los cuadros, cuáles son las opciones reflejadas en el texto y cuáles en el gráfico.
Y siguiendo con las preguntas capciosas encontramos que se les plantea a los encuestados si creen que los EEUU atacaran Irán si no abandona su programa de investigación nuclear, y también si atacará Israel. Pero nadie cae en la cuenta de que es Israel quien sí tiene un programa de investigación nuclear militar y no Irán.
Y por si fuera necesario aclararlo, la fundación que ha realizado la encuesta está presidida por el Príncipe de Asturias y en su patronato están las multinacionales españoles ATLANTIC COPPER, BBVA, CEPSA, EADS-CASA, ENDESA, FUNDACIÓN ASTROC, GRUPO PRISA, IBM ESPAÑA, IBERDROLA, INDRA, LA CAIXA, RENFE, REPSOL, SANTANDER, SGAE, TECNALIA, TELEFONICA, además de Felipe González, Jaime Mayor Oreja, entre otros (1).
En conclusión, la información suministrada a nuestros ciudadanos ha logrado que no conozcan la Constitución Europea, que no sepan si tenemos tropas en Iraq o no, que piensen que España está en el Consejo de Seguridad de la ONU y que Polonia no pertenece a la Unión Europea. Eso sí, están convencidos de que Hugo Chávez es «autoritario» (91 %) y «violento» (88 %). De eso se trataba ¿no?
(1) Patronato del Instituto Real Elcano