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Un artículo que merece el Premio Nobel

Fuentes: Rebelión

Muy útiles las 18 paginas de la nota de opinión «El control de los medios de comunicación» del destacado escritor y pensador norteamericano Noam Chomsky publicadas en Rebelión el 3 de julio de 2004, parece que las escribió ayer, pero están hechas para mañana. Necesarias reflexiones para comprender el fenómeno de la manipulación de las […]


Muy útiles las 18 paginas de la nota de opinión «El control de los medios de comunicación» del destacado escritor y pensador norteamericano Noam Chomsky publicadas en Rebelión el 3 de julio de 2004, parece que las escribió ayer, pero están hechas para mañana. Necesarias reflexiones para comprender el fenómeno de la manipulación de las masas[i]. Este material se convierte en un contenido de cabecera. Por este solo artículo se merece el autor el Premio Nobel de la fundación sueca.

Es un escrito donde se encuentra «toda la verdad de la mentira» que utilizan desde hace más de 150 años los grandes monopolios de conciencias para someter al ser social a través de la comunicación, invocando la democracia con un lenguaje que alude las peores prácticas con el objetivo de domesticar el «rebaño del planeta».

Que los grandes medios de comunicación del primer mundo «son imparciales» y que NO responden a los Estados es un cuento de Pinocho o de la misma caperucita roja y el lobo. Periódicos, emisoras de radio y de TV del imperio, constituyen hoy verdaderos ejércitos destinados a enturbiar las mentes de la humanidad. Son tropas élites desplegadas con el singular objetivo de crear confusión y establecer estados de ánimos favorables a los intereses del dominio de las masas. Cada día lo hacen con más sutileza al tener en su poder nuevas y efectivas tecnologías.

Con el cuento de la democracia que difunden los poderosos medios globalizadores tratan cada día de hacernos más incierta la existencia. Empaquetan los derechos humanos en una acción reduccionista con la libertad de expresión sin el más mínimo recato y respeto a la sociedad, tal fuéramos corderitos

El norteamericano Noam Chomsky tiene toda la razón al plantear: «El papel de los medios de comunicación en la política contemporánea nos obliga a preguntar por el tipo de mundo y de sociedad en los que queremos vivir, y qué modelo de democracia queremos para esta sociedad».

Si el modelo de sociedad que se nos quiere imponer tiene que ver con los patrones que originan hoy en Estados Unidos más de 50 millones de personas, incluyendo 3.3 millones de niños sin seguro médico, si esa es la democracia y la etiqueta que se pretende pegar en las mentes de los pueblos, estamos en presencia del mayor crimen de la humanidad.

En la «sociedad modelo» de EEUU solo los hijos de los ricos pueden pagar el altísimo costo de las universidades privadas, la mayoría de las cuales aplican cuotas raciales -50.000 dólares como promedio, sin contar gastos agregados por alojamiento, transporte y otros. Absurdo modelo.

Hay que abrir bien los ojos y el pensamiento para comprender como la propaganda mediática nos vende hoy una imagen frente a otra que no se ve en la opinión pública. Es una triste realidad manipuladora de unos pocos hombres que dirigen los medios, orientados por otros seres humanos, no menos egoístas con el objetivo de controlar el pensamiento de las sociedades al emplear el vocablo «Democracia» como pretexto de sojuzgar las inteligencias.

El razonamiento que Chomski realiza como descripción de lo que sucede hoy en el mundo: «de que no debe permitirse a la gente hacerse cargo de sus asuntos, a la vez que los medios de información deben estar fuerte y rígidamente controlados. Quizás esto suene como una concepción anticuada de democracia, pero es importante entender que, en todo caso, es la idea predominante. De hecho lo ha sido durante mucho tiempo, no sólo en la práctica sino incluso en el plano teórico». Es lamentable.

Es ese el modelo diseñado en el norte desde hace mucho tiempo para «organizar las sociedades» a base de comerciales y espacios mediáticos que atestigüen que los humanos somos democráticos en la medida del consumo y al propio tiempo dilapidar los recursos; el objetivo: Convertir a los individuos en maquinas sumisas que respondan «si señor» como muñequitos de cuerdas hechos a la medida del engaño. ¿?

Si en el mandato de Woodrow Wilson[ii] en 1916 como líder de la plataforma electoral «Paz sin victoria» involucro a una población pacifista a la guerra utilizando la propaganda, esas recetas prevalecen hoy de manera desenfadada al hacer creer al mundo la necesidad de una cruzada frente al terrorismo.

El síndrome de «El miedo» es un fantasma que envuelve al planeta para justificar las guerras como las de Afganistán, Irak y las amenazas de atacar a Irán. No olvidemos la manida receta del Imperialismo Yanqui de meter miedo para atacar. Ahora tiene la hipótesis de 60 lugares oscuros que conforman el eje del mal. Toda esa «historia» es asumida por los medios y repetida tantas veces hasta que no para en ser creída.

El objeto social de las grandes cadenas de Estados Unidos es someter a la opinión pública, que esta asuma la conducta que conviene a los dueños de La Industria Militar y a los gobernantes de turno para continuar los sueños de dominar el mundo. Antes de que esto ocurra hace falta repartirle a la humanidad el artículo: «El control de los medios de comunicación» de Noam Chomsky como si fuera una cartilla, con el objetivo de alfabetizar las mentes detenidas en el tiempo como consecuencia de la manipulación mediática. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=1399

Los grandes medios de comunicación de EE UU pudieran ser desde siempre un paraíso de bondad y bienestar social, pero han escogido la competencia desmedida que los ciega, y los gobernantes de turno los han convertido en una industria de controlar la opinión pública. ¡Basta de ser muñequito de cuerda!



[i] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=1399

[ii] Woodrow Wilson ( 1856 -1924) vigésimo octavo Presidente de Estados Unidos.