Pascual Serrano es uno de los periodistas fundadores del periódico alternativo Rebelión.org, con motivo de su presencia en Galicia para la presentación de su nuevo libro Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra (El Viejo Topo) respondió a algunas preguntas. ¿Cómo funcionan los medios alternativos en la red? Lo primero […]
Pascual Serrano es uno de los periodistas fundadores del periódico alternativo Rebelión.org, con motivo de su presencia en Galicia para la presentación de su nuevo libro Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra (El Viejo Topo) respondió a algunas preguntas.
¿Cómo funcionan los medios alternativos en la red?
Lo primero que evidencian los medios alternativos es un demérito del modelo, no es un mérito nuestro. La gente tiene la sensación de que los grandes medios de comunicación no lo cuentan todo y quieren buscar otras propuestas comunicativas sin condicionantes de ningún tipo. Así, surge una pulsión ciudadana de querer ser el protagonista de la comunicación. Además, hay una gran cantidad de profesionales de todos los campos dispuestos a formar parte del proyecto democráticamente y de forma desinteresada. Fruto de esto hay toda una eclosión de propuestas alternativas.
Rebelión es un ejemplo de la vida en internet al margen del mercado.
Para esto hace falta el compromiso social. Un medio alternativo no puede ser compatible con el mercado y gracias a esto es mucho más democrático y más libre. Que vivamos al margen del mercado nos garantiza que no caigamos en la perversión de los grandes medios. El periodista tiene que pensar que si trabaja en un gran medio de comunicación está en deuda con la sociedad. Nosotros le invitamos a que le dedique parte de su tiempo libre al compromiso social relacionado con su profesión. En Rebelión colaboran profesionales que trabajan para grandes agencias o para grandes medios como hay abogados que ayudan a Amnistía Internacional o biólogos que colaboran con Greenpeace. Son profesionales que publican en Rebelión artículos o entrevistas que por su contenido no tendrían cabida en los medios o agencias en las que trabajan.
¿De qué forma consiguieron articular la red de colaboradores y de fuentes?
Había mucha gente valiosa a la que no le dejaban escribir ni hablar. Fue mucha la gente valiosa de los grandes medios que percibieron que el único sitio que les quedaba era algo como Rebelión . Si vemos el índice de audiencia de esas firmas, comprobamos que en Rebelión tienen más lectores que en los medios en los que trabajan. No es que nosotros seamos más listos, esas firmas están vetadas en los grandes medios porque no se alinean con sus valores y principios.
¿Cómo evolucionó Rebelión desde el inicio hasta hoy?
Hay muchos debates en el futuro de Rebelión , como el derivado de las sugerencias de los que nos piden más recursos audiovisuales, algo que no nos acaba de convencer porque partimos del prejuicio de que la imagen limita el razonamiento. También somos conscientes de que nos dirigimos a un público muchas veces incondicional. De ahí que nuestro papel se complemente cuando otros medios, no tan posicionados políticamente, incorporan elementos nuestros. Nuestro objetivo no es patrimonializar el circuito informativo. Necesitamos que todo el tejido social distribuya nuestros contenidos.
¿Cómo ve el derecho a las citas?
Entre los medios alternativos no tenemos ningún problema. Tampoco solemos tener dificultades con los autores. Cada vez utilizamos menos de los grandes medios. La mayor parte de nuestra información procede de los propios autores. También hay que tener en cuenta que existen medios y agencias que no tienen copyright, como Prensa Latina , Público o Telesur . De ahí que casi no necesitemos nada de los grandes medios. Por algo somos alternativos.
¿Por qué pasaron a editar la información con frecuencia diaria?
Porque la gente pedía cada vez más. Ahora incluso nos da la impresión de que colgar los artículos una vez al día va siendo poco, pero es que no tenemos capacidad para más. Nunca llegamos a pensar esto porque nuestros comienzos fueron muy precarios. En un principio aspirábamos a tener cuatro o cinco noticias a la semana.
¿Qué tendencia siguen los usuarios de Rebelión ?
Notamos que cuando hay crisis a nivel internacional se disparan las visitas. La enfermedad de Fidel Castro, el tsunami o el ‘Katrina’ fueron capaces de incrementarnos mucho el número de usuarios. Esto puede parecer extraño, porque en Rebelión no van a encontrar más información que en las diez páginas que puede dedicarle al tema un gran medio. No obstante, la gente siente que en Rebelión hay otra información diferente. El ciudadano es consciente de que los grandes medios no lo están contando todo, a pesar de que le dediquen mucho espacio.
Hablaba antes de Telesur , ¿cómo ve la idea?
Telesur es una propuesta sin precedentes. El hecho de que se incorporen tantos países y de que se pongan de acuerdo para crear un canal de noticias internacionales es impresionante. Además, hay que tener en cuenta que hablamos de América Latina y que además Telesur no depende de la publicidad. A mí me sirvió para descubrir que la televisión es un medio tremendamente perverso en el que sin imágenes simplemente no hay noticia. En la televisión se precisa mucho dinero. A esto hay que añadirle las trabas que le ponen a la difusión de la señal de Telesur . Prácticamente, toda América Latina tiene dificultades para recibir la señal. Es algo semejante a lo que pasa con Al Jazeera en Estados Unidos. En estos casos, aunque que se emita gratis la señal se necesita una empresa de cable intermediadora.
Dice que la información es una guerra entre modelos sociales.
El mercado es incompatible con la información veraz, rigurosa, plural y democrática. El mercado nunca va a ser quien garantice todo esto. El mercado implica que hay que ganar dinero, que hay que estar al servicio de los que ponen el dinero y, además, el poder fáctico, o no tan fáctico, de la publicidad. Estos tres factores degradan los contenidos y hacen que no salga nada decente. Es preciso partir de un modelo que no parta del mercado. Tenemos muchos precedentes de medios públicos con intereses de los Gobiernos y esto favoreció que la ciudadanía los deslegitimaste. Hacen falta medios de comunicación con una mayor participación de la ciudadanía y medios colectivos apoyados por el Estado.
¿Por qué dice que los medios perdieron la credibilidad?
Es tanta la intencionalidad política de los medios y son tantos sus objetivos ideológicos que incluso la sociedad va creando anticuerpos ante ellos. La gente se da cuenta. Eso de que la televisión siempre dice la verdad se acabó. Los medios alternativos todavía no avanzado lo suficiente en hacer una buena información alternativa, pero al menos ya convencemos de que los demás mienten y eso es fundamental.