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Sobre la detención del corresponsal de Telesur Freddy Muñoz

Una lupa internacional sobre cómo se utiliza la investigación estatal y las cárceles en Colombia

Fuentes: Rebelión

El brutal atropello que se ha ejecutado con la detención de Freddy Muñoz , corresponsal del Telesur en Colombia , ha desatado un extraordinario movimiento de solidaridad internacional que en este momento cuenta con el pronunciamiento a favor de la libertad de Freddy de mas de 700 periodistas , artistas , intelectuales y representantes de […]


El brutal atropello que se ha ejecutado con la detención de Freddy Muñoz , corresponsal del Telesur en Colombia , ha desatado un extraordinario movimiento de solidaridad internacional que en este momento cuenta con el pronunciamiento a favor de la libertad de Freddy de mas de 700 periodistas , artistas , intelectuales y representantes de organizaciones y movimientos sociales de diferentes lugares del mundo. La detención significa , y así se esta comprendiendo en el escenario internacional , un claro mensaje de intimidación a la labor de Telesur en Colombia y a su propuesta de una mirada profesional a los acontecimientos desde el sur y no desde la visión deformante que trazan los intereses corporativos, legales e ilegales, de EEUU y la Unión Europea.
La creciente movilización que se ha desencadenado , además de profundizar el deterioro de la ya muy maltrecha credibilidad internacional del régimen de la Seguridad Democrática, permite inferir a la comunidad internacional no solo las dramáticas condiciones en las que desenvuelve la comunicación de verdades en Colombia – con un oprobioso primer lugar en agresiones , crímenes y exilios impensables en una democracia genuina – , sino las condiciones de las cárceles en Colombia en las que miles de ciudadanos han sido detenidos violando todas las garantías fundamentales de un verdadero estado de derecho , y afrontando condiciones de reclusión que no respetan los más elementales derechos consagrados constitucional y en pactos de derecho internacional.
Si se ha ejecutado una detención dirigida a amendrantar , con un sector del aparato estatal de investigación plegado a la guerra que se libra contra quienes desde las ideas y la expresión cumplen con principios fundamentales del periodismo o bregan por el renacimiento de otra Colombia , y esta detención se mantiene pese a la demanda de inmediata liberación que conforme a derecho exigen los abogados e importantes sectores de la comunidad democrática internacional: ¿Que puede haber ocurrido y estar ocurriendo con la detención de miles de ciudadanos que no cuentan con esa corriente de visibilidad y apoyo internacional?
Hoy se cumplen 18 días de la detención de Freddy Muñoz. Cada día que se sume a este oprobioso atropello contra Freddy y el ejercicio del periodismo significara una multiplicación del clamor por su liberación y por el respeto de Telesur y otros medios independientes en Colombia. Muy atareado o muy torpe ha de andar el cerebro del régimen responsable de amparar y sostener esta acción que desnuda frente a la mirada internacional la represión en la vida cotidiana por parte de sectores gravemente señalados por actuar contra la ley desde cargos de función pública.
No es con la cárcel y la intimidación como los encargados imperiales del área andina y sus subordinados en Colombia podrán contener la admiración que despierta en el país el gobierno de la revolución bolivariana por hacer que las riquezas de Venezuela se transformen en pan, salud, educación y labor para el pueblo venezolano, y por lograr que sus fuerzas armadas sean reconocidas y queridas por su población debido al respeto y el apoyo que de ellas reciben.
Ni es con la cárcel y la prohibición de informarse y pensar, como podrán detener el irrefrenable proceso de despertar de los pueblos de Colombia hacia el movimiento de segunda y definitiva independencia que recorre a la región.