Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El sábado 5 de mayo, Anthony Mitchell murió en la caída del Vuelo 507 de Kenyan Airways, en el que murieron todas las 114 personas a bordo. Basado en Nairobi, era un periodista de Associated Press que había revelado recientemente una historia sobre prisiones secretas en Etiopía y la participación de USA en la detención e interrogatorio de prisioneros en ellas. El mundo ha perdido a otro periodista, que había tomado los riesgos necesarios para llegar al corazón de la compleja y a menudo ignorada historia de África.
La mayoría de los estadounidenses conocen a Somalia como el escenario de la película llamada «Black Hawk derribado» en España, y «La caída del Halcón Negro» en Latinoamérica. Esa película presentó el fracasado ataque militar de USA en 1993 contra Mogadishu. Murieron 18 soldados estadounidenses. Menos bien conocido es que también murieron más de 1.000 somalíes, Somalia, que ha sido generalmente ignorada por los medios en USA, apareció brevemente en las noticias cuando los militares etíopes respaldados por USA derrocaron a la Unión de Cortes Islámicas, que había estado controlando la mayor parte del país.
La revelación de Mitchell detalló la suerte de una parte de los cientos de miles de refugiados. Huían de la guerra, pero para USA eran posibles agentes de al Qaeda que habían hallado refugio en Somalia. Según Mitchell, docenas de refugiados fueron «trasferidos secreta e ilegalmente en los últimos meses de Kenia y Somalia a Etiopía, donde son mantenidos sin ser acusados y sin acceso a abogados o a sus familias.»
En su revelador informe, Mitchell escribió: «Agentes de la CIA y del FBI que buscan a militantes de al Qaeda en el Cuerno de África han estado interrogando a sospechosos de terrorismo de 19 países retenidos en prisiones secretas en Etiopía, que es tristemente célebre por la tortura y los abusos.»
El Departamento de Estado de USA documentó el uso de la tortura por Etiopía, y el FBI admitió ante Mitchell que estaba interrogando a prisioneros en ese país.
Varios prisioneros han sido liberados desde entonces, incluyendo a Safia Benaouda, de 17 años, ciudadana sueca. Fue la primera en informar que personal militar de USA no uniformado, la arrestó y la entregó a soldados kenianos que se la llevaron cautiva.
También tienen detenido a Amir Mohamed Meshal. Ese ciudadano estadounidense de 24 años es de Tinton Falls, N.J. El abogado de su familia, Jonathan Hafetz, del Brennan Center for Justice en la Escuela de Derecho de la Universidad de Nueva York, me dijo: «USA admite que el FBI lo ha interrogado. Se ha negado el acceso a la Cruz Roja y a su familia. No podemos lograr que un abogado lo vea, porque no sabemos dónde lo tienen. Han pasado más de dos meses, sin acusación. Estamos pidiendo audiencias en el Congreso.»
Salim Lone, columnista del Daily Nation en Kenia, sabe de terrorismo. Fue el portavoz de la ONU en Iraq cuando el complejo de la ONU en ese país fue atacado en 2003. Después de que USA lanzó ataques aéreos contra Somalia en enero pasado, Lone me dijo: «El mundo quiere ayudar a USA a terminar con el terror, pero la forma en la que USA hace las cosas repetidamente, de Iraq a Afganistán a actualmente en Somalia, aumentará la cantidad de terrorismo que existe en el mundo.»
Que no nos quepa la menor duda, el Cuerno de África está en la mira de USA. Hay petróleo en Sudán, Somalia y Etiopia. El New York Times informó que después de la invasión etíope de Somalia, respaldada por USA, ese país permitió que Etiopía comprara armas de Corea del Norte, a pesar de que USA acababa de obtener duras sanciones de la ONU en su contra.
El Pentágono anunció recientemente la formación de Africom, el «nuevo comando unificado, combatiente» para África. ¿La reacción del columnista Salim Lone? «Es lo último que África necesita… Va a militarizar África; va a inflamar el conflicto. Existe tanta cólera contra USA, especialmente si es en el Cuerno de África, que es primordialmente musulmán.»
Marc Lacey cubrió África para el New York Times desde 2001 a 2006: «Nuestros corresponsales en África pasaron mucho tiempo volando, a menudo en aviones viejos. Creo que los accidentes están presentes en la mente de todo periodista. Anthony Mitchell era un periodista intrépido. Comprendía la complejidad del continente y era compasivo.»
Nuestra relación con África debe involucrar más que petróleo, fusiles y prisiones secretas. Una vez que la gente lo sabe, es compasiva. Al iluminar las cosas, los periodistas aseguran el entendimiento. Necesitamos más cobertura de África, de periodistas africanos y de reporteros como Anthony Mitchell.
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Amy Goodman es presentadora del programa noticioso por radio Democracy Now! difundido en todo USA.
http://www.zmag.org/content/showarticle.cfm?SectionID=2&ItemID=12794