Praxis de la Imagen Llama VIVE TV a su Congreso de la Comunicación y Socialismo del SXXI1 entre el 10 y el 16 de diciembre de 2006 y eso hay que tomarlo muy en serio. Y desde luego celebrarlo. Venezuela revolucionaria ha ganado a pulso una vanguardia refrescante, apasionante y mundial […]
Praxis de la Imagen
Llama VIVE TV a su Congreso de la Comunicación y Socialismo del SXXI1 entre el 10 y el 16 de diciembre de 2006 y eso hay que tomarlo muy en serio. Y desde luego celebrarlo.
Venezuela revolucionaria ha ganado a pulso una vanguardia refrescante, apasionante y mundial en materia de Comunicación social que, no sin contradicciones y debates muy diversos, se expresa objetivamente en la tarea cotidiana de construir el Socialismo ayudándose, de abajo hacia arriba, con los mass media. VIVE TV es un ejemplo magnífico, no único2. Y no todos lo entienden.
Tal vanguardia Venezolana en materia de Comunicación tiene por alma mater el fulgor revolucionario de un pueblo que es capaz de derrotar, por ejemplo, cualquier intento de golpe de estado y cualquier agresión contra su pueblo armándose con las mejores herramientas de Comunicación popular en su ruta hacia el Socialismo. Ya lo vimos durante Golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y lo hemos visto siempre que ronda cualquier amenaza, velada o no, contra Venezuela. Venga de donde venga. Ya lo vimos en el triunfo excepcional de la Revolución en las elecciones presidenciales del 3 de diciembre. Tal Vanguardia tiene por aval su propio esfuerzo creador y su audacia internacionalista ejemplar que se expresa tangiblemente en sus dos puntales, no únicos ni perfectos, nacidos en plena Revolución Bolivariana: VIVE TV Y TELESUR.
Este Congreso convocado por VIVE es indispensable. Abordará, sin duda, conceptos cuya complejidad y amplitud necesariamente excederán, en tiempo y dimensión temática, lo que es posible analizar, debatir y quizá acordar en el poco tiempo con que contarán los participantes. Poco tiempo para trabajadores y luchadores sociales especializados en Comunicación que poseen una agenda riquísima en problemas, proyectos y matices. Pero ese es siempre un problema de todo Congreso que, por otra parte, augura seguimiento y profundización para Congresos futuros en serie. Este Congreso es necesario y está llamado a trascenderse de inmediato para marcar una bisagra teórico-metodológica estratégica por los temas que invoca, el lugar desde donde se invocan y el momento de su realización. Este Congreso es absolutamente necesario y por eso carga con una responsabilidad crucial a estas horas. Era de esperarse. Uno lo agradece.
Este Congreso de la Comunicación y Socialismo del Siglo XXI está llamado a ofrecerse un diagnóstico exigente y crudo sobre los escenarios, nacionales e internacionales, en que se analizarán las problemáticas que incluye. Eso implica el panorama actual de la concentración mass media monopólico-burguesa, el estado actual de la alienación sus alcances y sus daños, las consecuencias ideológicas de la estética burguesa en los mass media y, necesariamente, las tesis transicionales para confrontar y superar el modelo capitalista de producción comunicacional hacia un programa internacionalista y una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo.
La Semiótica Revolucionaria.
Este «1er Congreso Internacional de Comunicación y Socialismo del siglo XXI» está llamado a reconocer sus responsabilidades teórico-políticas, sus alcances y sus limitaciones, para establecer con precisión, (y justicia), qué producción concreta espera de sí y qué se propone ofrecer rumbo a un seguimiento sistemático y científico de las propuestas y conclusiones a que arribe. Eso nos hace mucha falta en toda Latinoamérica, el congreso debe ser conciente del estado generalizado de inanición teórica y derechización ideológica a que son sometidos todos los espacios de trabajo y estudio en la mayoría de los países Latinoamericanos y el Congreso debe ser conciente de la jerarquía que puede alcanzar su desarrollo en las expectativas de quienes miran a Venezuela como un referente indispensable a la hora de comprender las luchas revolucionarias nuevas y renovadas en todo el mundo.
Un modelo nuevo de Comunicación socialista es impensable sin una sociedad socialista toda. El modelo transicional que seamos capaces de impulsar con las fuerzas de las bases trabajadoras revolucionarias, dispuestas a producir una revolución también simbólica, deberá caminar las rutas de la autocrítica permanente, deberá romper con todo peligro de sectarismo y de burocratismo, deberá prever los peligros del dogmatismo y los «ultrismos» endemoniados que se niegan a entender los relojes de la Revolución.
Un modelo nuevo de Comunicación socialista no puede contentarse sólo de encontrar modos efectistas de «resistir»a la información y a la cultura mercantil capitalista. No podrá contentarse con reformismos en los imaginarios sociales. Porque no se trata sólo de someter a «debate democrático» nuestras exigencias…de lo que se trata es de delinear un programa de transición en acción directa capaz de incluir la expropiación de las herramientas de producción en Comunicación, su cambio estructural definitivo, y la transformar las relaciones de producción hacia un modo socialista liberado de las ataduras, las manías y los estereotipos impuestos por la ética y la estética burguesa. Asegurarnos que somos capaces de impulsar y conseguir esa transformación, asegurarnos de que nos capacitamos exigentemente con los mejores programas teóricos y prácticos en consenso con las necesidades revolucionarias de los pueblos, los movimientos sociales de base, las organizaciones campesinas y obreras, de la mano del socialismo científico.
Impulsar una corriente internacional de la Comunicación hacia el Socialismo
No hay Comunicación socialista sin Socialismo pleno, asegurémonos de no incubar ilusiones y errores en ínsulas o sectas de Comunicación que se auto-proclamen «territorio socialista liberado» mientras todo sigue sometido a los designios y calamidades del capitalismo. De esas experiencias hemos tenido bastante. Por eso la lucha contra los aparatos y la concentración de medios de comunicación, no puede ser obra de «iluminados» ni de «Mesías», ni de caudillos… es preciso insistir en la intervención campesina y obrera revolucionaria que haya comprendido la necesidad de tomar el poder ayudándose con los mass media incluso. Entender el lugar que tiene en sus luchas la contribución de los medios de comunicación e invertir las mejores fuerzas científicas, filosóficas y artísticas para que ese espíritu transicional hacia el socialismo impregne al pluralismo de la información, la investigación, la legislación… No hay Comunicación Socialista posible ahí donde unos cuantos «puros» creen que la Revolución son ellos y se niegan a ver las contribuciones, (aun desiguales y combinadas), de otros.
No hay Comunicación Socialista posible si se es víctima de las burocracias (se llamen como se llamen). Es absolutamente necesario que este Congreso de VIVE TV se pronuncie como primer militante de la «guerra contra la burocracia» iniciada y comandada por el presidente Chávez. Guerra que debe darse al interior y al exterior de toda organización y oficina gubernamental o no. Es absolutamente necesario que este congreso se proclame espacio de denuncia permanente contra toda forma de control faccioso que algunas herencias indeseables pretenden imponer para que el proceso revolucionario tropiece en los fardos más nefastos de una de las trampas que puede derrotarlo: la fruición patológica y propagandística de vanidades decadentes. Ni un paso atrás, aceptar cualquier vejación de los burócratas es traicionar una Revolución que justamente los tiene en la mira como un estorbo. No hay comunicación Socialista si hay hegemonía de burócratas. Ya lo hemos visto.
No hay Comunicación Socialista posible si se quiere reducir la Revolución a episodios académicos escolásticos. Es odioso, hasta el hartazgo, el discurso de los «cultos» que se atribuyen, desde algunas trincheras universitarias, la propiedad conceptual de la Revolución y creen que todo lo que los pueblos construyen revolucionariamente tendrá valor sólo si se parece a lo que los «ilustrados» tienen en mente. Este Congreso de la Comunicación hacia el Socialismo no puede dar la espalda a la teoría, a la ciencia ni a la vida académica si siempre y cuando estas sean trabajo honesto apagado a la verdad y por eso también revolucionarias y, mejor aun, socialistas. Este Congreso ha de pronunciarse enfáticamente en el sentido de auspiciar e impulsar investigación científica cuya seriedad, calidad y utilidad estén garantizadas por el consenso y las necesidades colectivas. Es de necesidad absoluta una declaración contundente y consistente que insista en la urgencia de desarrollo científico que camine hombro a hombro con el Socialismo que recorre el mundo.
No hay Comunicación Socialista posible si no supone e incluye una revolución simbólica profunda. La producción revolucionaria de los paradigmas simbólicos nuevos la estética No repitamos el discurso del patrón. De nada servirá esforzarse en luchar y triunfar si el Socialismo no comprende el nacimiento o desarrollo de repertorios expresivos y comunicacionales verdaderamente libres, liberadores y revolucionarios permanentemente. En este Congreso de Comunicación es indispensable el debate sobre el problema estético de la comunicación socialista. Es indispensable el análisis, el debate y la propuesta hacia formas de experimentación sistemática y participativa capaces de identificar los resortes expresivos que la Revolución activa como potencias seductoras donde se sustentan placeres nuevos, amores nuevos, sentimientos renovados. Es preciso un debate permanente sobre la economía política de las emociones revolucionarias, el papel delos artistas de todas las disciplinas, el lugar dela creatividad como herramienta de la revolución y desde luego el ascenso de nuevas escuelas expresivas y socialistas para los medios de comunicación. Es una tarea compleja, nada sencilla, de aliento largo y compromiso sistemático. Hay herencias extraordinarias en ese campo. Este Congreso deberá estar a la altura de tal exigencia porque la historia revolucionaria mundial lo demanda. No hay manera de eludirlo.
No un Congreso deliberador o especulativo… se requiere un congreso Organizador.
No hay posibilidad de la Comunicación hacia le socialismo sin autocrítica permanente. Autocrítica programática, dialéctica, fértil, respetuosa y alegre. Autocrítica sin auto-complacencias, sin auto-engaños, sin transferencia de culpas. La Comunicación del Socialismo debe ser evaluada constantemente por todos los interlocutores, requiere medición y capacidad de corrección inmediata. Se trata de un ejercicio y compromiso inalienable con el desarrollo de las formas de comunicación. Se trata de darse la posibilidad de corregir expectativas falsas y ratificar aciertos. No habrá salto cualitativo y cuantitativo en la Comunicación Socialista si no se es capaz de fijar medidas dinámicas referenciales y multifactoriales con la participación abierta y sistematizada de los sujetos de la comunicación revolucionaria. Evaluación de cabo a rabo, de las ideas a las formas, de los géneros a los números, de los dineros a los placeres… evaluación científica, accesible y permanente.
Este Congreso no nace de la nada. Antes que él ha habido esfuerzos de todo tipo donde la Comunicación se pone como objeto de estudio. Se podría escribir una Historia de los Congresos sobre Comunicación. Hay una herencia contradictoria y abrumadora de ponencias, teorías, debates tutifruti… se han encontrado en las plumas mejor intencionadas y también las peores. En los últimos 60 años, por fijar un plazo, la fruición por crear encuentros ha tenido muchas contribuciones, no pocos des aciertos y no pocas decepcionas. Se ha oscilado entre el hallazgo magnífico de ideas lúcidas, cuya vigencia aun gozamos, y también hemos presenciado dislates monumentales cuyas consecuencias aun pagamos. Ese paisaje ofrece mucho por estudiar críticamente, mucho para aprovechar y mucho para rescatar si queremos enriquecer las luchas actuales.
Están dadas las condiciones para debatir sobre los vicios de la Comunicación y la televisión bajo los imperativos alienantes del Capitalismo, discutir las modalidades de la Comunicación privada y la Comunicación de estado en sociedades divididas en clases. Discutir los criterios de evaluación y los objetivos en la dialéctica del proceso revolucionario. Estudiar el papel y los vicios de los usuarios frente al papel y los vicios de los medios. Poner a debate abierto si la televisión pública es consustancial y verdaderamente aburrida, quién lo dice, por qué, respecto a qué. Ver si la televisión privada es «divertida» quién lo dice, por qué, respecto a qué. Están dadas, pues, las condiciones para hurgar a profundidad los dilemas y los proyecta más urgentes: presupuestos, formación, tecnología, ideología… el fetichismo de los mass media y su importancia objetiva en la construcción del Socialismo.
A estas horas los mass media y la comunicación tienen un lugar un lugar central tanto en las avanzadas hegemónicas del capitalismo como en la construcción revolucionaria de los pueblos. Se han perfeccionado los sistemas de propaganda burgueses, se han afinado los cercos informativos que usan la su «información» como herramienta des informadora y de confusión. Hoy se manejan los mass media como armas de guerra ideológica y en ese rol se ha perfeccionado el estudio de los targets, los sistemas de invasión , las técnicas de hipnosis y desde luego la fuerza de la alienación. Hoy la lucha es más cruenta y más dura. No podemos ser ingenuos ni ignorantes.
Este Congreso de la Comunicación hacia el Socialismo promete ser un espacio de construcción magnífico e indispensable. Lo convocan organizaciones cuya autoridad moral y experiencia en la lucha por el Socialismo son de suyo un aporte y un ejemplo. Lo convocan camaradas de primer nivel y eso es una inspiración que nos contagia. Uno no puede menos que sentirse agradecido porque estas iniciativas existan y se desarrollen. Pero no será un congreso fácil. No puede serlo, no debe serlo. Pesa sobre él mucha responsabilidad y uno no debe exagerar expectativas o exigencias con la trampa lógica de que si no sale todo «perfecto» entonces lo que se produzca parecerá menos valioso. Con todo y eso no se puede bajar las exigencias. Y eso de seguro los organizadores lo tienen bien claro.
Esta vez no se discutirá la Comunicación en abstracto, como suele hacerse. Esta vez se pensará, se imaginará, se delinearán pasos concretos para la Comunicación Socialista y eso es un avance que sólo puede disfrutarse y agradecerse comprometidamente, respetuosamente, con las armas de la crítica puestas a trabajar fraternalmente. Esta vez se discutirá al servicio de Venezuela, su Revolución bonita, al servicio de los campesinos y obreros que construyen la Revolución con ayuda de los trabajadores en los medios de comunicación que hoy piensan en el Socialismo como suyo, de todos, como ruta única. Eso debe ponerse en común, es decir, debe comunicarse al mundo. Que el congreso sea un éxito completo es, además de un deseo fraternal, una necesidad histórica. Que no se quede aislado, que llegue a los trabajadores y estudiantes de todo el mundo, que logre multiplicarse y contribuya a impulsar una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo. Nos urge a todos.
1 http://www.vive.gob.ve/socialismo.php
2 Ya es una urgencia científica y política de nivel mundial conocer y divulgar las experiencias de otros medios como los convocantes al Congreso al lado de VIVE: Catia TVe, Galopando TVC, TV Petare, Jaureguina TV, Lara TVe, Teletambores, Montaña TV, Camunare Rojo, Canal Z, TV Rubio, Tele Cimarrón, Coro TVC, Selva TV, Carlos Arvelo TV, Guatopo TVC y Perijá TV… y la red de Radios Comunitarias e independientes que crece día a día.